Tres siglos de consortes en el trono de España
Andrés Merino Thomas
Abordar los perfiles biográficos que conforman las amplísimas historias dinásticas de cualquier familia real no es tarea sencilla. Reseñar la obra de cualquier estudioso que se ha decidido a hacerlo implica una inevitable admiración, sobre todo si nos encontramos ante un volumen de más de novecientas páginas, en este caso dedicado a las soberanas que han ocupado como consortes –con la excepción de Isabel II, como reina “titular”- el trono español desde principios del siglo XVIII a la actualidad. María José Rubio no es nueva en estas lides, pues ya había esbozado un sugerente retrato de la Infanta Isabel de Borbón, la primogénita de la citada soberana, en una obra en la que apuntó sus aptitudes para la biografía. En esta ocasión, las confirma en el gran volumen que dedica al retrato conjunto de las mujeres, en su gran mayoría de origen extranjero, que vinieron a Madrid a acompañar a los monarcas durante su reinado y a proporcionar descendencia a la dinastía Borbón.
Es inevitable en una obra de tal extensión la presencia de erratas y algunos errores en fechas o identificación de hechos y personajes históricos, en los que no es difícil detectar una causa común a otros volúmenes de similar temática publicados ya hace lustros: haber acudido de fuentes comunes. En todo caso, para el debate hay una cuestión de gran interés que la obra de Rubio parece suscitar. Nos referimos a la propia metodología. Las veinte mujeres que dan nombre a otros tantos capítulos (diecinueve soberanas y el brevísimo epílogo de cortesía dedicado a la futura reina, Doña Letizia Ortiz), ¿constituyen el “canon” historiográfico formal de reinas españolas en los últimos tres siglos? ¿están de acuerdo, por ejemplo, todos los Académicos de la Historia con tal afirmación? María José Rubio ha dedicado unas páginas a Isabel Cristina de Brunswick, consorte del pretendiente Archiduque Carlos, que disputó el trono a Felipe V y llegó a gobernar una parte del territorio peninsular durante varios años, durante la Guerra de Sucesión, e incluso, cuando regresó a Viena para ocupar el trono imperial, dejó a la soberana como Regente. Con ello parece haber aplicado el criterio de presentar la vida de aquellas mujeres que reinaron al menos sobre una porción de la geografía española… Pero si fuera así, no reserva ningún capítulo independiente a las consortes de los autoproclamados reyes de la dinastía carlista, alguno de los cuales también gobernó intermitentemente zonas del norte de nuestro país.
La autora sí ha incluido a Julia Bonaparte, esposa de José I, entre las biografiadas. Su figura está siendo rescatada, aún tímidamente, pues reúne la singular condición de ser la única reina consorte que nunca pisó territorio español. Con motivo del segundo centenario de la Guerra de la Independencia, la historiografía va revisando desde hace algún tiempo su figura, más relevante en las relaciones hispano-francesas de lo estimado hasta ahora, como Rubio pone de relieve, lo que constituye una interesante aportación de la obra. No menos llamativo ha resultado la lectura del capítulo dedicado a Doña María de las Mercedes, Condesa de Barcelona y madre de Don Juan Carlos I, en el que se ponen de relieve aspectos poco conocidos de su papel de equilibro y serenidad en los años difíciles, que contribuyeron, para no pocos historiadores de forma fundamental pero poco conocida, a la vuelta de la monarquía. María José Rubio ha escrito un buen libro digno de la más atenta lectura. La decisión de no incluir notas a pié de página y remitir a una amplia bibliografía final le confiere un carácter un tanto divulgativo, pero muchas de sus afirmaciones constituyen auténticas tesis de debate historiográfico que merecen entretenido coloquio.
“Reinas de España. Siglos XVIII-XXI. De María Luisa Gabriela de Saboya a Letizia Ortiz”
María José Rubio Aragonés
Madrid, La Esfera de los Libros, 969 pág.
ISBN: 978-84-9734-804-1