CaixaForum Madrid ha presentado la exposición “Richard Rogers + Arquitectos. De la casa a la ciudad”, una muestra concebida por el Centro de Arte Pompidou de París y el estudio de arquitectura de Rogers y que tras su paso por París, Londres y Barcelona, llega a Madrid antes de continuar su periplo internacional por Europa, Asia y Norteamérica.
Richard Rogers ha sido calificado en numerosas ocasiones como “el último humanista”, por su voluntad de crear espacios públicos capaces de englobar la diversidad y la complejidad del mundo actual y también por contribuir a la creación de nuevas formas de vida colectiva.
Influenciado por la escuela de Inglaterra de la década de los 70, su filosofía arquitectónica y urbanística esta basada en la creencia de una sociedad civil y la relación entre la construcción y la inclusión social. Además su constante preocupación por el desarrollo ecológicamente sostenible, a través del uso de nuevos materiales y de técnicas innovadoras, le ha permitido crear, ya desde sus primeros proyectos, estructuras ligeras, muchas veces transparentes, en las que el respeto al entorno es una máxima.
Pero esta concepción “social” de la arquitectura no solo es aplicada en sus edificios sino que Rogers la lleva al ámbito empresarial, ya que su estudio, en el que según sus propios arquitectos “No se trabaja para Rogers sino que se trabaja con Rogers”, es propiedad de una fundación benéfica y nadie tiene acciones de la empresa, además el sueldo de los directores se fija en proporción al sueldo más bajo del estudio y los beneficios se reparten entre todos los empleados.
Se trata sin duda de uno de los grandes arquitectos de las últimas décadas y gracias a esta exposición, definida por Ivan Harbour (socio de Rogers) como “Una exposición expresiva y clara al igual que nuestra arquitectura”, el público tendrá la oportunidad de acercarse a la obra de Rogers en profundidad.
La muestra presenta una revisión detallada de los trabajos del arquitecto británico en los últimos cuarenta años e ilustra la fascinación de Rogers por el edificio como máquina y su interés por una arquitectura clara y transparente que integre espacios públicos y privados.
El visitante podrá descubrir la obra arquitectónica y urbanística de Rogers desde sus inicios, poniendo especial énfasis en su colaboración con Renzo Piano en la creación del Centro Pompidou de Paris y en sus obras más emblemáticas; desde el edificio Lloyd’s en Londres hasta la T4 del aeropuerto de barajas pasando por su innovadora casa Zip-up de 1968, su propuesta de desarrollo urbano de Lu Jia Zui en Shangai, en el que se plasma el rol social que Rogers atribuye a su arquitectura o su interesante modulo ARAM, una unidad hospitalaria modular que se puede transportar en avión a donde sea necesario y que a pesar de ser una idea brillante nunca se ha llegado a construir.
Asimismo la muestra dedica una especial atención a los proyectos de Rogers en nuestro país, en el que tiene estudio en Madrid y Palma desde hace quince años, pudiendo apreciar por primera vez los proyectos para el Centro Tecnológico de Sevilla o la remodelación de la plaza de toros de las Arenas en Barcelona, entre otros muchos.
[A]A7_NUt0f2Yo[/A]
La exposición se organiza entorno a siete secciones que representan los criterios esenciales de la arquitectura de Richard Rogers y cada una de ellas evoca un tema arquitectónico que se desarrolla con una serie de proyectos, maquetas, fotografías, etc. Las distintas secciones son:
Legibles: En este apartado se trata el concepto de legibilidad entendido como el intento de hacer visibles las actividades que tienen lugar dentro de los edificios, dándoles de este modo una identidad propia y alejándolos de su concepción de bloques uniformes. Como ejemplo que representa este concepto, presente en muchas de las obras de Rogers, se ha elegido uno de sus edificios más emblemáticos, el Lloyd’s of London, del que el público podrá ver una excepcional maqueta acompañada de fotografías, planos, etc…
Ligeros: El concepto de “ligereza constructiva” esta muy presente en las obras de Rogers y gracias a la estrecha colaboración con ingenieros logra hacer “más con menos” creando una arquitectura ligera que responde a las necesidades funcionales del edificio como es el caso de la Cúpula del Milenio en Londres, que es simplemente una gigantesca carpa de estructura mínima sostenida por unos cables de gran longitud.
Ecológicos: Para Rogers una de la nuevas máximas del urbanismo del siglo XXI debe de ser la reestructuración de las ciudades, de modo que necesiten menos energía. Por ello en muchas de sus obras se utilizan recursos naturales para el control térmico de los edificios y sistemas pasivos de refrigeración y ventilación que minimicen el consumo de energía. Basándose en este principio, Rogers ha realizado obras como la Asamblea Nacional de Gales que cumple estrictamente estos criterios, siendo uno de los edificios más sostenibles, en cuanto a medio ambiente se refiere, que existen en el mundo.
Sistemas: En este apartado se profundiza sobre la necesidad de nuevas técnicas de construcción que aporten a la arquitectura los beneficios de la producción en serie, creando así sistemas constructivos flexibles, adaptables y eficientes. Un claro ejemplo de esta clase de edificaciones lo encontramos en la T4 de barajas basada en la repetición de un mismo modulo con el que se va conformando el espacio.
Transparentes: La transparencia es otra de las constantes en la arquitectura de Rogers y con ella busca abrir los edificios a la luz y a las vistas, como queda reflejado en su edifico para Channel4 en Londres, cuya maqueta esta presente en la exposición.
Urbanos: Desde el estudio de Rogers se ha planteado que la única forma de desarrollo urbano sostenible en las generaciones venideras serán las “ciudades compactas”, con más de un centro urbano y en las que se creen asentamientos de una manera racional y económica, que garantice la calidad de vida de todos los ciudadanos. Este pensamiento, excesivamente utópico, se llevó a la realidad en el plan urbanístico de Lu Jia Zui, en Shangai, una de las ciudades con el crecimiento más acelerado del planeta y para la que el estudio de Rogers diseño una “ciudad compacta”, con una retícula urbana que permitiese la coexistencia de edificios de distintas alturas y formas, donde el transporte público llegase a todas partes y las viviendas estuviesen próximas a los centros de trabajo. La maqueta y los planos del proyecto, que no se llegó a realizar, se podrán ver por primera vez en la muestra.
Públicos: Según Rogers los espacios públicos son la representación física de los valores de una sociedad y por ello el mayor reto de un arquitecto es diseñar edificios que consigan activar la vida de estos espacios públicos dentro de las ciudades. Claro ejemplo de esta preocupación es la plaza Beauborg, que Rogers diseñó para el Centro Pompidou y con la que logró integrar el edificio, no solo en la ciudad si no en la vida de los ciudadanos, que la tomaron como punto de reunión.
Estas siete áreas principales de la exposición se completan con otros dos ámbitos dedicados a “Primeros proyectos” y “Proyectos actuales” y con un gran mural que rodea toda la sala y que presenta la producción arquitectónica de Rogers por orden cronológico ofreciendo una rápida visión de sus cuarenta años de profesión en la que ha sido teórico y práctico de la arquitectura.
Además, en la sala contigua a la muestra, se proyectan dos audiovisuales, el primero repasa la carrera de Rogers desde sus inicios y el segundo presentará una reflexión del propio Rogers y los miembros de su equipo sobre su trabajo y su filosofía.
Con esta muestra CaixaForum comienza su ciclo de exposiciones de arquitectura, que continuará con una retrospectiva de Palladio el próximo otoño. Hasta entonces la magnífica exposición de Richard Rogers será una cita obligada para todos los amantes de la arquitectura y para todos aquellos interesados en la arquitectura contemporánea como ciencia fundamental para el tan perseguido desarrollo sostenible.
Marta de Orbe
“Richard Rogers+Arquitectos. De la casa a la ciudad”
CaixaForum Madrid.
Del 9 de julio al 18 de octubre.
Entrada gratuita.