Paula Modersohn-Becker
Nació el 8 de febrero de 1876, en el seno de una rica familia alemana. Estudió pintura y diseño en una escuela femenina de Berlín, pero no pudo inscribirse en la academia, prohibida entonces a las mujeres. Frecuentó la colonia de artistas de Worpswede, cerca de Bremen, donde conoció al que sería su futuro marido, el pintor Otto Modersohn. En Worpswede ejerció una fuerte influencia, contribuyendo a la asimilación de los modelos de la colonia de Pont-Aven. Su primera exposición, la única que realizó en vida, tuvo lugar en Bremen, en 1899. Las críticas fueron negativas. Después de esta experiencia, se marchó a París junto con la escultora Clara Westkoff, futura mujer de Rainer Maria Rilke. Allí descubrió la pintura nabí y la estela de Gauguin, y desde ese momento la pintura francesa se convirtió para ella en una guía. Se quedó en París, abandonando a la familia por unos años. En 1907 volvió definitivamente a Worpswede y tuvo una niña. Murió el mismo año, de una embolia. Rilke le dedicó un Requiem.