La obra de Marina Núñez figura en colecciones de varias instituciones, como el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, el Artium de Victoria, la Fundación La Caixa o el Centro de Arte de Salamanca.En los últimos años Marina Núñez ha realizado exposiciones individuales tanto en galerías españolas (Buades, Alejandro Sales, Tomás March o Salvador Díaz), como extranjeras (OMR-México DF, Pascal Polar-Bruselas, John Berggruem Gallery-San Francisco, Alessandro Seno-Milán, o Mimmo Scognamiglio-Nápoles).Además, destacados centros de Arte Contemporáneo han expuesto su obra. Entre ellos se encuentran el Espacio Uno del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, la Fundación Pilar y Joan Miró en Palma de Mallorca, el Centro de Arte de Salamanca o la Casa de América en Madrid. El Instituto Cervantes de París
A través del programa de Arte Contemporáneo, en el que se encuentra enmarcado En la red, el Instituto Cervantes de París pretende presentar artistas de origen español, francés y latinoamericano que trabajan elaborando propuestas de interpretación del mundo en que vivimos.Para el año 2006 está previsto programar en este espacio nuevos proyectos de los artistas Jean-Luc Moulène, Pablo Reinoso, Luis Gordillo y Jordi Colomer.
La Comunidad avala en París la proyeccióninternacional de los artistas españoles. Siete esculturas, un vídeo y una vídeo-instalación conforman la exposición
En la red de la artista española Marina Núñez
En la sala de exposiciones del Instituto Cervantes de París. Hasta el 3 de marzo.
Esta exposición se enmarca en el programa de Arte Contemporáneo que se desarrolla en el Instituto Cervantes de París como plataforma de las culturas latinas. Para ello, ha contado con la colaboración de la Comunidad de Madrid, que, a través de la Consejería de Cultura y Deportes, está apostando por la proyección de artistas españoles en el extranjero.Esta nueva producción de Marina Núñez, basada en la nueva constitución del ser humano en el medio ambiente “tecnologizado”, moviliza una reflexión sobre cómo el ser humano da forma a las tecnologías, siendo éstas las que, posteriormente, dan forma al propio ser humano.
La muestra, compuesta de siete esculturas, un vídeo y una vídeoinstalación, ofrece una serie de retratos en los que se replantea, debido a las mutaciones radicales que han sufrido estos y su entorno, la cuestión de la representación del ser humano. Sirva de ejemplo un primer retrato que, en la sala principal, presenta la imagen del ser humano conectado a la red, al que se le han multiplicado los sentidos. Esta exposición va acompañada del catálogo En la red, en el que se incluyen textos sobre la exposición e imágenes en color de las obras que la integran