La ministra de Cultura, Carmen Calvo, a propuesta de la directora de la Biblioteca Nacional, Rosa Regàs, ha firmado una orden ministerial por la que se reducen notablemente los trámites y requisitos para acceder a la consulta de sus fondos.

Por un lado se amplía el periodo de validez del carné de lector de uno a tres años, que pasa a facilitarse, sin otro requisito que presentar un documento de identificación, a cualquiera que lo solicite. Con él podrá accederse al fondo moderno, es decir a todo lo publicado desde 1931, fecha que se redujo desde 1958 en otra reciente modificación de las normas de acceso, dentro de la política de apertura a nuevos usuarios puesta en marcha por la actual dirección de la Biblioteca Nacional.

Otra importante novedad consiste en la ampliación de los colectivos con derecho al carné de investigador, igualmente trianual, que da acceso a todos los fondos de la Biblioteca, incluyendo manuscritos e incunables, y que ahora pasan a extenderse automáticamente a los miembros de cualquier institución educativa, académica, cultural y centros de investigación; profesionales del sector del libro y la edición; licenciados y universitarios de tercer ciclo. Cualquier otra persona interesada no incluida en estos colectivos podrá solicitarlo igualmente a través de una simple entrevista con el bibliotecario a cargo, sin necesidad de los avales y cartas de presentación que en el pasado se exigían.