El yacimiento es una de las minas antiguas más importantes de la Sierra que funcionó durante los siglos XVII y XVIII, aunque fue descubierta en el siglo XV en una campaña encargada por el rey Juan II de Castilla para descubrir y ensayar minerales en toda la zona comprendida entre la sierra de Guadarrama y la sierra de Ayllón.
La mina es Bien de Interés Cultural desde 1983 y se encuentra a unos 1.430 metros de altitud. Además de la zona subterránea, en el exterior se alzan las ruinas de la torre y rueda de molino de mineral, que datan de 1660.
El objetivo de la Comunidad de Madrid y del Ayuntamiento de Bustarviejo es rehabilitar la mina de plata para crear un Centro de Interpretación Geológico y Minero en la región. En éste se recogerían la historia de las minas localizadas en nuestra Comunidad, los procesos de obtención de los materiales, la geología de la sierra y muchos otros aspectos a desarrollar a través de paneles, maquetas, recorridos interactivos y complementados con las visitas a la propia mina.
Para ello, el Patronato Madrileño de Áreas de Montaña (PAMAM), organismo dependiente de la Consejería de Presidencia, se compromete a financiar con 30.000 euros el plan director de esta iniciativa, que será ejecutado por el Ayuntamiento de Bustarviejo.
Este proyecto tiene el claro propósito de crear empleo, fomentar el desarrollo sostenido, potenciar el interés turístico de la zona, preservar el medioambiente e impulsar el desarrollo cultural y educativo.
Para ello, se tendrán que realizar visitas técnicas, estudio de contenidos del centro de interpretación, condiciones de viabilidad o diseño de los senderos temáticos, en esta primera fase recogida en el convenio que firmarán la Consejería de Presidencia, a través del PAMAM, y el Ayuntamiento de Bustarviejo.
La mina de plata de Bustarviejo es hoy un conjunto de pozos y escombreras en un paraje conocido como Cuesta de la Plata, donde se encuentran minas de mineral de arsénico con alto contenido en plata. Aunque su descubrimiento data del 1417, ha sido explotada de forma intermitente para obtener plata hasta el año 1867, en el que se realizaron pequeñas campañas para poner en marcha la obtención de arsénico. Los trabajos se prolongan durante este siglo e incluso se extienden hasta 1920, registrándose una última campaña en los años 70 del siglo XX que dejó numerosos vestigios mineros y maquinaria.
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