Enter ha presentado el informe
Tener más de 45 años uno de los principales factores
Este informe, realizado por Enter, centro de análisis para la sociedad de la información y las telecomunicaciones del Instituto de Empresa, con el apoyo de Red.es y Telefónica, analiza los distintos factores que están actuando en nuestro país como inhibidores y barreras en el proceso de introducción, extensión y consolidación de las TIC en general, y del ordenador, Internet y la telefonía móvil en particular. La metodología para su realización se ha basado en una encuesta de ámbito nacional realizada a 2.000 personas con edades comprendidas entre los 16 y los 74 años residentes en España y en una serie de reuniones de grupo en las que se han manejado las variables de nivel de uso de las TIC y edad.En el acto, que se ha celebrado en el salón de actos de Telefónica, han intervenido Eusebio Bautista, Director de Relaciones Corporativas España de Telefónica, S.A., Sebastián Muriel, Director General de Red.es y Carlos López Blanco, Presidente de Enter. David Cierco, Director General para el Desarrollo de la Sociedad de la Información del MITYC, ha clausurado el acto.
Tener más de 45 años y sobre todo rebasar los 65 actúa como el principal factor, aunque no el único, que inhibe a los españoles para incorporarse al uso de las nuevas tecnologías y la sociedad de la información. Así lo considera un estudio elaborado por ENTER con el patrocinio de Telefónica y Red.es y en el que, bajo la dirección del catedrático Cristóbal Torres, ha colaborado Metroscopia.
El estudio trata de identificar los principales inhibidores sociales y culturales que afectan el desarrollo de la sociedad de la información en España, más allá de la mera descripción y la métrica de la situación. Para ello, ha identificado tres categorías esenciales del proceso: exposición, concebido como nivel básico de introducción; adopción, cuando se establece un vínculo regular y pautado en el uso de las TIC; y absorción, asimilable al uso diario de aquéllas. A las que corresponden cuatro grupos poblacionales de usuarios: ajeno, esporádico, habitual y cotidiano.
Ordenador e Internet, muy parecidos
Los datos reflejados (tabla 1) constatan la existencia de sensibles diferencias entre usos de ordenador e Internet, de una parte, y telefonía móvil, por otra, tanto en los niveles de exposición como en los de adopción y absorción. Así, mientras los porcentajes de población que han tenido alguna experiencia de uso de ordenador e Internet son prácticamente similares, representando en torno a dos tercios del total, la telefonía móvil ha sido experimentada por más de un 85 por 100 de los ciudadanos. Resulta significativa, sin embargo, la persistencia de amplios grupos poblacionales que no han usado o accedido nunca a ningún uso de los considerados: un tercio para el caso del ordenador, 40 por 100 en Internet y algo menos del 15 por 100 respecto al teléfono móvil.
Tanto o más significativo es que la mayor parte de la población expuesta acaba adoptando distintas gradaciones de uso de las nuevas tecnologías. Para la telefonía móvil, por ejemplo, más del 97 por 100 de quienes acceden a ella acaba convertido en usuario más o menos habitual. Ordenador e Internet, por el contrario, presentan una traslación más reducida, aunque superior al 80 por 100.
La actitud refractaria al uso de las tecnologías consideradas se revela intensiva en las franjas de población por encima de los 45 años y con mayor relevancia a partir de los 65 años. Grupos poblacionales en los que se da un menor nivel formativo, lo que a su vez introduce como inhibidor la carencia de estudios secundarios completos y la condición de jubilado o ama de casa.
Los inmigrantes, más favorables
Otra variable apreciada en sentido positivo es la mayor predisposición de los grupos de población inmigrante, presumiblemente derivada su situación vital característica (alejamiento de la familia y del entorno social en que han crecido), pero también relacionada con la reducida edad media del colectivo.
No aparecen en el estudio, o lo hacen de forma irrelevante, otros aspectos de inhibición señalados en otras ocasiones: precio de los servicios, ideología, sexo, hábitat y ubicación geográfica.
El estudio sostiene que la telefonía móvil se ha introducido, extendido y consolidado sobre la singularidad que supone facilitar el contacto entre las personas, en cualquier momento y ubicación, con una exigencia de habilidades muy básica para su manejo. Desde esta realidad, se atribuye a la telefonía móvil un importante potencial de tracto para facilitar la incorporación a las TIC de una parte de la sociedad todavía ajena a sus usos.
Por el contrario, los usos del ordenador y acceso a Internet se habrían establecido sobre los supuestos tradicionales de la cultura clásica que suponen los estudios, las necesidades ocupacionales y las oportunidades de ocio. Quiere decir que se considera su uso relacionado con la tradición de la Galaxia Gutenberg, en la que las TIC suponen una mejora técnica específica.
Recelos frente al comercio electrónico
Otra parte del análisis realizado se centra en los hábitos –escasos– de compra a través de Internet.
A modo de conclusión, el documento evalúa las proyecciones efectuadas por el Instituto Nacional de Estadística (INE) para la población española en los próximos años, significando la incidencia que la evolución demográfica tendrá en los índices de uso y extensión de las TIC.
Otro escenario hacia 2030
En cualquiera de los escenarios previstos por el INE resulta que, hacia el horizonte 2030, una porción muy minoritaria de la población española habrá nacido antes de 1960 –año que delimita el factor inhibidor percibido-, con un perfil de población activa dotado de formación secundaria o superior, teniendo en cuenta la evolución de los porcentajes crecientes de ciudadanos que alcanzan ese nivel educativo. Si a ello se añade la previsión de unos flujos migratorios relevantes, resulta que cualquier proyección de los indicadores de extensión y uso de las TIC en la sociedad española tiende a equipararse aceleradamente al promedio del resto de la Unión Europea.
Para más información: www.enter.es