El nuevo director del Museo Reina Sofía cobrará 120.000 euros anuales, 30.000 euros más que el presidente Rodríguez Zapatero. Hoy se espera que el Consejo de Ministros apruebe la convocatoria del concurso internacional para elegir al nuevo director del museo Reina Sofía. Según las informaciones que ha ido desgranado en los últimos días el Director General de Bellas Artes, José Jiménez, que es el verdadero cerebro de esta operación y el que mejor conoce sus entresijos, la convocatoria, si se cumple el calendario previsto, estará el lunes en la página web del museo, en la que aparecerán las condiciones, plazos, remuneración y exigencias que deberán cumplir los candidatos. El contrato será por cinco años, lo que pondrá al nuevo Director a resguardo de cambios ministeriales o de partidos políticos en el poder, tal como ocurre con los miembros del Tribunal Constitucional, Tribunal de Cuentas o el Director general de RTVE. El plazo máximo de permanencia en el cargo será de quince años, lo que supone dos renovaciones. Por lo que respecta al sueldo, éste sería de 120.000 euros, superando los 94.800 que cobraba Ana Martínez de Aguilar.

El Director del Reina Sofía será uno de los cargos públicos con mayor sueldo en España, muy superior al de cualquier ministro e incluso al del propio presidente del Gobierno, Rodríguez Zapatero, que en 2008 ganará 91.982,4 euros, según los últimos presupuestos presentados en el Congreso por el ministro de Economía, Pedro Solbes. En concreto, el nuevo responsable del CARS cobrará casi treinta mil euros más (unos cinco millones de pesetas) que Rodríguez Zapatero.

Tan sólo superarán al Director del Reina Sofía los presidentes de altas instituciones del Estado como los del Tribunal Supremo, Consejo General del Poder Judicial, y Tribunal Constitucional con 146.342 euros y tan sólo ligeramente inferior a los 125.086 euros que cobrará el Presidente del Tribunal de Cuentas.

Según ha explicado José Jiménez, el nuevo Director podrá decidir cómo organizar las colecciones del museo, aunque eso sí, según los criterios que le fije el Patronato. Esta afirmación ha desatado todo tipo de especulaciones sobre el plan que ya estaba aprobado en el mandato de la anterior directora, que contaba con un presupuesto de 30 millones de euros, y que afectaba, sobre todo, a la exposición de la obra permanente en el edificio Sabatini (la sede inicial sin la ampliación). Tampoco se sabe qué va a pasar con la famosa escultura de Richard Serra que despareció antes de que Ana Martínez de Aguilar asumiera la dirección del Reina Sofía y al que se le había prometido restituir la copia que ya está terminada en una de las salas principales.

La idea del ministerio de Cultura es que en el plazo de un mes o mes y medio ya esté elegido el nuevo director del CARS para cubrir cuanto antes el vacío de poder que se vive en estos momentos y que puede afectar, sobre todo, a la gran exposición dedicada a Picasso prevista para 2008 y que contará con las obras provenientes del Museo Picasso de París.

Lo que sigue sin aclararse en el mundo del arte es el grado de independencia que tendrá el nuevo Director, ya que aunque todas las declaraciones oficiales abogan por su independencia de criterio los hechos son tercos y, hasta ahora, todas las decisiones importantes han sido teledirigidas desde el ministerio de Cultura. Así, se comenta en los corrillos de galeristas y coleccionistas algunas coincidencias, como el hecho de que la presidenta del Patronato, Citoller, lo haya sido a propuesta del ministerio; que los nuevos patronos también lo hayan sido a propuesta de Cultura, que se unen a otros en razón de su cargo también dependientes de Cultura; que en la primera reunión del Patronato con los nuevos miembros que tenían que ratificar a Citoller se nombre ya al Comité de Expertos que tienen que decidir el nombre del director -se supone que a propuesta del Director General de Bellas Artes porque, entre otras cosas, no les dio tiempo a debatir otras alternativas; que las reuniones sean presididas por el Director General de Bellas Artes, etc. El propio Jiménez ha respondido a esta cuestión diciendo que el Ministerio no podía dejar de tener presencia oficial en ese Comité, entre otras cosas para asegurar la confidencialidad de los candidatos, y aunque tiene voto ve su responsabilidad más como un enlace entre el Patronato y el Comité que como una imposición.