Por Martín Fernández.
La aparición de una nueva edición de Don Quijote de la Mancha siempre es un motivo de satisfacción para cualquier aficionado a la lectura. En este caso el volumen que ve la luz hace el número 500 de la Colección Austral, que es la más popular de Espasa Calpe y se publica en un solo tomo. Las ediciones del Quijote no aportan gran novedad si respetan en lo fundamental el texto original, pero la mayor aportación del libro que hoy nos ocupa viene de la mano de su Introducción y por las notas a pié de página que se deben a uno de los cervantistas más prestigiosos, Alberto Blecua. Este escritor publicó en 1998 y con el número 150 de la colección Austral un Quijote sin notas y con menguadísimo o esquelético prólogo, según confiesa en las primeras líneas. Pero en esta edición se ha sacado la espina y sólo la lectura de la vida de Cervantes con numerosas anécdotas biográficas tanto del eximio autor como de su padre, abuelos, hermanos e hijas vale ya la pena y justifica el gasto. Aunque Blecua dice que escribe para lectores cultos y especialistas el que suscribe, que no es ni lo uno ni lo otro, ha gozado de su lectura que tiene su continuación en las citas a pie de página, en donde se aprende y mucho sobre el uso común de nuestra lengua, sus orígenes y los dobles sentidos de numerosas expresiones que hoy utilizamos sin conocer su significado.
Muchas de las contraportadas de los libros suelen ser una sarta de lugares comunes en donde se ensalza al autor del texto sin que de su lectura se derive ningún bien para nuestra maltrecha cultura. En este caso es todo lo contrario y en unas breves líneas cualquier estudiante puede encontrar el mejor resumen de la obra de Cervantes en quince líneas. Como sería una pedantería intentar mejorarla me limito a transcribirla con mis felicitaciones a Blecua que en el acto de presentación de esta edición de Don Quijote de la Mancha, en el Instituto Cervantes, hizo gala no sólo de su erudición sino de su humor y bonhomía.
“Miguel de Cervantes Saavedra (Alcalá de Henares, 1547-Madrid, 1616), heroico soldado herido en la batalla de Lepanto y cautivo en Argel, poeta, dramaturgo, entremesista y novelista, es también el gran historiador de la literatura española. Aunque para la crítica romántica Cervantes era un genio inconsciente, en realidad fue un escritor preocupado por la literatura y los problemas que plantea la composición de un texto, superados genialmente en su Don Quijote de la Mancha. Cada época ha leído la obra de forma distinta: en su tiempo fue un libro esencialmente cómico, pero el Romanticismo lo convirtió en la novela por excelencia, que plantea el enfrentamiento entre lo ideal y lo real: la libertad del ser humano frente a las trabas sociales, el mundo del espíritu frente a la materia, la utopía frente al orden establecido. Sea cual sea su lectura, es por su armonía y por su belleza de estilo, por las descripciones y por la acertada pintura de caracteres, por la amenidad y por su juego narrativo, una obra maestra de la literatura universal”.
Disfruten con su lectura.
Don Quijote de la Mancha.
Autor: Miguel de Cervantes.
Edición, notas e introducción de Alberto Blecua.
Austral Narrativa (Nº 500).
Páginas: 1.380.
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