También será inaugurada la exposición “Ràfols-Casamada: Espacios de Luz”. Comisario José Francisco Ivars.
El miércoles 5 de diciembre, su Majestad, la Reina Doña Sofía, presidenta de honor de la Fundación Real Casa de la Moneda, hará entrega del premio Tomás Francisco Prieto 2007 de Medallística al pintor y artista gráfico Pepe Hernández. El acto, al que asistirá el vicepresidente del Gobierno y ministro de Economía, Pedro Solbes, tendrá lugar en el auditorio del Museo Casa de la Moneda.
Este galardón se otorga anualmente a artistas españoles e iberoamericanos en reconocimiento a una trayectoria personal y artística. Está dotado con una cantidad de 22.600 euros y se completa con el diseño, por parte del galardonado, de una medalla que después acuña la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre-Real Casa de la Moneda.
Durante el acto será presentada a la Reina la medalla “Aire de Mar” que ha diseñado Albert Ràfols-Casamada como ganador de la edición de 2006 del Premio Tomás Francisco Prieto. Seguidamente, S. M. la Reina inaugurará la exposición “Ràfols-Casamada: Espacios de Luz”, que permanecerá abierta al público hasta el día 10 de febrero de 2008, en el Museo Casa de la Moneda. Esta muestra de Albert Ráfols es una antología de su obra sobre papel instalada en la plenitud del color y simbolismo, cuya cuidada selección ha sido realizada por José Francisco Yvars, comisario de la exposición y su más profundo conocedor. La muestra contiene los argumentos y visiones fundamentales del pintor.
“Rafols-Casamada: Espacios de Luz”
Por Dr. Rafael Feria Director de la FRCM
Albert Ràfols-Casamada nace en Barcelona el día 2 de febrero de 1923, en el número 22 de la calle Maurici Serrahima, en el barrio de Gràcia, hijo de Albert Ràfols i Cullerés y Josefina Casamada i Oliver. Su padre, un pintor que cultiva el naturalismo y el realismo impregna la casa con un ambiente cultural y artístico. En el transcurso de su juventud, se iniciaría en las bellas artes gracias a la influencia de su progenitor, realizando más tarde estudios de arquitectura, aunque muy pronto lo dejaría todo por su pasión por la pintura. A partir de ese momento, y al igual que muchos otros artistas de su generación, Ràfols-Casamada iniciará una serie de largas estancias en París, en donde se sumergió de lleno en el abierto y estimulante ambiente cultural de la ciudad luz. Una primera exposición en 1946, y su incorporación al grupo Els Vuit, marcarán esos años iniciales de creación.
En 1954, Ràfols-Casamada comenzó a crear sus primeras obras abstractas, con las que fue reemplazando ese figurativismo cubista de su primera etapa. Abstracción pura, en la que se aprecia la construcción del espacio con la aplicación de un color suave y luminoso. Produciéndose una reducción cromática en los sesenta, que, apurando los extremos, llegaría a la máxima simplificación con la utilización exclusivamente del color blanco. Desde entonces, Ràfols-Casamada retomaría sus alusiones figurativas, utilizando recursos tanto del Pop-Art como del collage. En la década siguiente, y con la influencia del realismo europeo a sus espaldas, el artista barcelonés reafirmó su lenguaje plástico mediante la división del lienzo en planos horizontales y verticales, para potenciar el contraste entre colores. Este protagonismo absoluto del cromatismo luminoso, transparente y delicado se iría consolidando en las postrimerías del siglo XX.
Albert Ràfols-Casamada es un artista singular, de variado lenguaje expresivo y con una clara tendencia a poetizar los objetos de la vida cotidiana. En este punto, debemos recordar que nuestro galardonado con el Premio Tomás Francisco Prieto 2006, ha alternado su extenso y reconocido trabajo pictórico con la obra literaria. Escritos de ensayo y personales, que giran alrededor del arte, y poesía, género literario que ha querido integrar en ocasiones con su pintura. Trayectoria poética que comenzará a ver la luz en 1975, con el libro Notes nocturnes, conjunto de poemas visuales en los que Ràfols-Casamada crea un espacio estético reconocible y de gran intensidad.
Como no podía ser de otra manera en un artista de su prestigio, la obra de Albert Ràfols-Casamada está presente en los fondos de muchos de los museos y colecciones más importantes del mundo. Así mismo, en su ya larga e intensa trayectoria vital y creativa, ha obtenido numerosas distinciones, entre las que destacan, el Premio Nacional de Artes Plásticas de 1980, el Premio Cáceres de Pintura, la Creu de Sant Jordi de la Generalidad de Cataluña, etc. Por su parte, el Gobierno francés le ha distinguido en dos ocasiones con la Orden de las Artes y las Letras, de la que actualmente es Caballero Oficial.
Bajo el título de «Ráfols-Casamada: Espacios de luz», la Fundación Real Casa de la Moneda presenta un sensible ejercicio de interiorización de la obra gráfica de Albert Ràfols-Casamada. Antológica de su obra sobre papel instalada en la plenitud del color y simbolismo, cuya cuidada selección ha sido realizada por José Francisco Ybars, comisario de la exposición y su más profundo conocedor y divulgador. Muestra que, como es habitual, presenta nuestra Fundación en el Museo Casa de la Moneda, y que contiene los argumentos y visiones fundamentales del pintor, sin abdicación de su compromiso plástico, poético y social. Color lleno de lirismo en el que se nos antoja presente un claro diagnóstico de su ánimo creativo, por encima de cualquier otra consideración. Obra universal con la que el artista barcelonés ha llegado al despertar de esta nueva centuria después de atravesar, con firme carácter, el panorama plástico español de la segunda mitad del pasado siglo, ajeno a modas y, por supuesto, a modos de decir que no sean el suyo propio, no contaminado por la servidumbre acrítica de las “vanguardias”. Ràfols-Casamada es la vanguardia de una exigente historia vital que se exterioriza en su personalísima y abundante producción gráfica, gracias a la cual se ha podido estructurar la presente muestra antológica.
Para finalizar, sólo me queda agradecer su esfuerzo y dedicación, además de a Albert Ràfols-Casamada, al comisario de la muestra y al equipo de la Fundación Real Casa de la Moneda, a todas aquellas personas y entidades que con su colaboración, textos y cesión de piezas han hecho posible que la exposición y el presente catálogo sean una feliz realidad, gracias a la iniciativa y patrocinio de la Fundación Real Casa de la Moneda.