El acceso al Centro será gratuito para todos los ciudadanos naturales o residentes de Sevilla y su provincia. Los visitantes deberán mostrar un documento de identidad oficial, con el que obtendrán un pase especial para acceder al Centro. El horario será el habitual del Hospital de los Venerables, todos los días de 10.00 a 14.00 y de 16.00 a 20.00 horas. El resto de las instalaciones funcionarán como hasta ahora.
Durante esta primera etapa, el cuadro será la única obra expuesta en el Centro, pero estará acompañado de una serie de elementos informativos, de carácter interactivo, en los que los visitantes podrán obtener los conocimientos necesarios sobre el cuadro y las circunstancias de su llegada a Sevilla, en castellano e inglés.
En marzo de 2008 está prevista la celebración de un simposio especializado y una exposición temporal en la que se expondrán la Santa Rufina y la Imposición de la Casulla a San Ildefonso junto a dos obras cedidas por el Museo del Prado: la Sibila y Doña María de Austria, ambas también de Velázquez.
Para la instalación del Centro se han preparado unas dependencias especiales dentro del Hospital de los Venerables. El Centro Velázquez se ha concebido de modo que la clave de su diseño sea la propia Santa Rufina. En función de las características del cuadro se ha formado el criterio sobre los colores, las proporciones de los diversos elementos, etc. Incluso los folletos editados tienen el molde de la obra.
Se trata por tanto de un montaje a la vez sencillo y complejo, por el empeño de fidelidad al propio cuadro y para hacer frente a la dificultad de organizar una exposición cuyo protagonismo radica en una única obra. El diseño de la sala busca dirigir las miradas hacia el cuadro objeto de este Centro, en un espacio de gabinete con carácter intimista.
La sala se ordena en dos áreas diferenciadas: una informativa de recepción al público y otra para la contemplación de la obra. La primera de ellas presenta un muro retroiluminado con un fragmento de la pintura a gran escala frente al acceso. En él, el rostro de la Santa fija la mirada del espectador estableciendo un eje visual único para todos los elementos de la sala.
En este ámbito se encuentra el texto introductorio de la exposición, con siete imágenes también retroiluminadas en las que se presentan paralelos estilísticos entre la Santa Rufina y otras obras de Velázquez, y una aplicación multimedia interactiva que explica aspectos científicos, históricos y sociales del cuadro.
La segunda área presenta el cuadro Santa Rufina en un ámbito sin interferencias, con una iluminación regulada al contorno de la obra. El cuadro estará ubicado en el muro del fondo, de modo que siempre será el centro de la instalación. Toda la sala está ideada para lograr el máximo de versatilidad, de manera que en el futuro pueda albergar la exposición permanente del Centro de Velázquez, que estará presidida por Santa Rufina, junto a la Imposición de la Casulla a San Ildefonso y otras importantes obras del Ayuntamiento y del Arzobispado de Sevilla. En todo el perímetro del recinto un zócalo inclinado será el soporte de las cartelas informativas retroiluminadas, y al mismo tiempo hará de barrera de protección de las obras.
Las líneas de actuación del proyecto cultural, artístico y científico del Centro han estado marcadas por los asesores científicos Alfonso E. Pérez Sánchez, director honorario del Museo del Prado, y Benito Navarrete, profesor de la Universidad de Alcalá de Henares.
El diseño de la exposición se ha realizado según el proyecto de El Taller GC, dirigido por Juan García de Cubas, arquitecto y museólogo, especialista en instalaciones museográficas. El director de El Taller GC ha realizado importantes proyectos culturales para otras instituciones de primer orden, como el Museo del Prado, la Fundación Mapfre o el Ayuntamiento de Madrid, pero la de Santa Rufina es la primera ocasión en que aborda el reto de trabajar con una sola pieza de arte. Tiene obra expuesta en el Museo Reina Sofía de Madrid y, como arquitecto, ha recibido, entre otros, el Premio de la Bienal de Alejandría.