El ministro de Cultura, César Antonio Molina, ha inaugurado las nuevas instalaciones del Archivo General de Simancas (Valladolid) en cuyas obras de rehabilitación el Ministerio ha invertido 11,6 millones de euros. El Archivo es de titularidad y gestión estatal.
El Archivo General de Simancas cuenta con una superficie total construida de 10.859,61 m2, de los que 9.072,48 m2 pertenecen al edifico del Archivo y los otros 1.787,13 al edificio anexo. La intervención en el edificio principal se ha realizado en dos fases: una primera en el área de Depósitos Documentales, y una segunda que ha afectado al resto del Archivo con vistas a reunificar el resto de actividades, lo que permite para atender a un mayor número de Investigadores, ampliar los espacios destinados a las tareas archivísticas y dotar de una infraestructura adecuada a las nuevas tecnologías.
La ejecución del nuevo edifico, denominado de Promoción y Difusión, se ha resuelto mediante un espacio actual, permeable y abierto, de forma que pueda acoger todas las actividades. Consta de tres plantas. En la de acceso se encuentran el área para manifestaciones artísticas, la pinacoteca, despachos, etc. En la primera planta está la sala de documentación y la biblioteca. En todo momento se le ha dado un tratamiento acorde cono el edificio que pretende difundir o promover, permitiendo llevar a cabo un primer acercamiento a la labor desarrollada por el Archivo potenciando mediante espacios abiertos y visuales, su conexión tanto física como funcional con el Archivo.
Historia del Archivo
El Archivo de Simancas lo inició Carlos V aunque fue su hijo Felipe II, quien mandó construir un edificio y promulgó un reglamento. En 1572 mandó a Juan de Herrera que hiciera las trazas de lo que se convertiría en el primer edificio construido para archivo de la época moderna, y en 1588 firmó una instrucción considerada el primer reglamento de archivos del mundo.
A partir de este momento, el Archivo fue recibiendo las periódicas remesas de documentos provenientes de los órganos centrales de la monarquía hispánica: los Consejos en la época de los Austrias (siglos XVI y XVII) y las Secretarías en la época de los Borbones (siglo XVIII), aunque con algunas excepciones. La etapa de archivo al servicio de la administración finalizó en 1844 cuando, con la llegada del régimen liberal, Simancas se abrió a la investigación histórica. A partir de dicha fecha pasó a ser Archivo Histórico.
Esta andadura histórica, realmente excepcional, ha convertido al Archivo de Simancas en uno de los archivos más importantes del mundo. Con estas obras de rehabilitación se pretende alcanzar el reto de los medios archivísticos actuales(digitales) que deberán integrarse y convivir con los tradicionales, que no obsoletos, sino, al contrario, de un doble valor documental y formal.