La Capilla del Palacio Real de Madrid, el Real Monasterio de la Encarnación y el Monasterio de las Descalzas Reales acogen entre sus muros obras maestras, tesoros artísticos, históricos y religiosos de primera magnitud.
En el siglo XIII apareció escondida, protegida por la naturaleza, una pequeña imagen de la Virgen en un lugar de la orilla del río Guadalupe. Desde entonces la devoción de reyes, nobles y sobre todo de los extremeños ha hecho que la ermita que la cobijaba fuera un centro de encuentro de miles de peregrinos. Desde 1335 y hasta nuestros días abundan los documentos papales (bulas, breves, rescriptos…) con concesiones de gracias y privilegios a favor del Santuario de Santa María de Guadalupe, situado en la Sierra de Altamira, junto a las Villuercas (Cáceres); Uno de los santuarios marianos más bellos del mundo, declarado Patrimonio de la Humanidad en 1993 por la UNESCO, guarda entre sus muros a la Virgen de Guadalupe, proclamada patrona de Extremadura por el Papa Pío X en 1907.
En el imaginario popular persiste la idea de que Guadalupe fue el monasterio más rico de España “mejor que conde o duque, fraile en Guadalupe”. El apoyo de los reyes, las limosnas de los fieles y las numerosas fincas que llegó a poseer generaban ingresos cuantiosos. Sin embargo los frailes de la Orden Jerónima vivían la Regla de San Agustín en toda su pureza. Era sagrado el canto de las horas canónicas, el resto del tiempo lo dedicaban al estudio, trabajo y gestión de los bienes donados. Grandes sumas se dedicaron al engrandecimiento de la basílica, al esplendor del culto, mantener y agrandar el Monasterio, atender los dos hospitales y la farmacia, mantener una escuela gratuita con alumnos internos y externos y socorrer a los miles de peregrinos y menesterosos que llegaban a Guadalupe. Pero en el siglo XIX, el expolio de las tropas francesas en el Guerra de la Independencia desencadenó unas situaciones dramáticas que sumió a Guadalupe en el abandono. Es en el siglo XX cuando se comienza su recuperación.
En la exposición que se presenta en Madrid se pueden ver 42 de sus tesoros artísticos, pinturas, esculturas, libros iluminados, orfebrería y bordados. Para posibilitar la visita a las tres sedes se ha ampliado el horario de los Monasterios y del Palacio Real (ver final de la página). El año jubilar se culmina con «Caminos de Guadalupe. «Guadalupe en Madrid» ha sido presentada por Yago Pico de Coaña de Vilacourt, Presidente de Patrimonio Nacional; Padre. D. Guillermo Cerrato, Padre y Guardián de la Orden Franciscana del Real Monasterio de Guadalupe, Leonor Flores Rabazo, Consejera de Cultura y Turismo de la Junta de Extremadura; Teresiano Rodríguez, Comisario del Centenario; y Francisco Tejada, Comisario de la exposición.
Entre los grandes maestros de la pintura que trabajaron para Guadalupe destaca Zurbarán quién realizó varias obras, entre ellas destacan siete lienzos de «tres varas y medio de alto, y dos varas y medio de ancho… pintados sobre mantos anchos”. Zurbarán recibió “treynta y seis varas de lienzo casero que remitió el padre Fray Antonio de Ocaña para los cuadros”. El precio fijado por cuadro fue de 1.050 reales y debían estar realizados en tres semanas por lienzo. En la Capilla del Palacio Real se pueden ver dos obras de Zurbarán, la “Imposición de la Casulla de San Ildefonso” y “Apoteosis de San Jerónimo”, ésta última obra estaba considerada como “La Perla de Zurbarán”, habitualmente luce en la Capilla de San Jerónimo, en el ático del retablo. Este óleo es de tamaño más reducido que las ocho obras maestras de la sacristía y los dos grandes lienzos horizontales de la capilla, se encuentra colgado más alto por lo que resulta difícil de contemplar. Estos días se puede ver a la altura de nuestros ojos. Junto a estas dos obras de Zurbarán destaca la “Arqueta de los esmaltes” y “lignum Crucis” de Juan de Segovia, El platero.
Maravillosas “Mujeres Fuertes” son las que custodia el Claustro del Convento de la Encarnación. Las esculturas del Camarín de la Virgen de Guadalupe, las figuras femeninas del Antiguo Testamento. Entre ellas “Ruth” y “Abigail”, talladas por un anónimo del círculo del Duque Cornejo, realizadas con primor y delicadeza han hecho confundir, en no pocas ocasiones, el estofado y sus dibujos creyendo ver telas endurecidas. Vale la pena detenerse un buen rato y observar a estas mujeres insignes, «Mujeres Fuertes”. Y al final del corredor, el “Tríptico de los Reyes Magos” magistral obra de un anónimo flamenco del que no hay que dejar de admirar las puertas reflejadas en los espejos estratégicamente situados tras la pintura y que representan a la “Anunciación”, en una de las puertas el “Ángel” y en la otra una maravillosa “Virgen” con un libro de oraciones en sus manos. También dos magníficos ejemplares miniados, labor de los monjes del taller de Guadalupe “Passio Domini Nostri Iesuchristi” y el libro de Horas del Prior “Capitula et orationes”.
En el Claustro de las Descalzas Reales nos introducen a la exposición seis impresionantes “Cantorales” de 104x71cm. La actividad del scriptorium monacal es de gran importancia histórica, de sus talleres salieron algunos de los documentos más destacados de la época. Destacan por su calidad y tamaño los cantorales y las iluminaciones de los mismos. Los libros contienen unas magníficas miniaturas, capitales y orlas. A continuación serán los tejidos los que nos sorprendan con piezas como el “Frontal de Enrique IV” que rivaliza en importancia con el “Frontal de La Pasión”, pieza ésta considerada como una de las de mayor interés del Monasterio. Destaca el dibujo tan perfecto sobre el que se ha bordado. La técnica muestra un valioso trabajo en terciopelo recortados bajo los bordados de aplicación que existen en las vestiduras de los personajes. Hay que destacar que aunque el bordado pertenezca al siglo XV las telas son anteriores. También entre los Mantos de la Virgen de Guadalupe que se exponen destaca el bordado por Isabel Clara Eugenia, hija de Felipe II, además del magnífico dibujo de claveles, lirios y pajaritos, lucía “mil y ducientas y veinte y una perlas” muchas de ellas ahora son cristales ya que fueron robadas en la Desamortización. Y por último en una vitrina se encuentra el “Libro de Milagros”, el “Cetro y el rostrillo” junto al “libro de Joyas de la Virgen”.
«Guadalupe 2007. Año Jubilar»
Datos de interés:
«Caminos a Guadalupe. Guadalupe en Madrid»
8 de febrero-30 marzo
Precio Gratuito
Capilla del Palacio Real.
Lunes a sábado, de 9.30 a 19.00 horas.
Domingos y festivos de 9.00 a 14.00 horas.
(Recomendamos llamar antes de acudir a visitar la exposición ya que el Palacio Real puede cerrar sus puertas sin previo aviso por celebración de Actos Oficiales. Teléfono: 91 454 88 00)
Real Monasterio de la Encarnación. (Plaza de la Encarnación)
Martes a sábado, 9.30 a 13.30 horas y de 16.00 a 19.30 horas.
Domingos de 9.30 a 14.00.
Cierra los lunes.
Descalzas Reales. (Plaza de las Descalzas)
Martes a sábado, 9.30 a 13.30 horas y de 16.00 a 19.30 horas.
Domingos de 9.30 a 14.00.
Cierra los lunes.