Las últimas plantas para la inauguración
Existen otros jardines similares en París, Bruselas, Nueva York, Osaka, Bangkok, Nueva Delhi, Génova… El de CaixaForum Madrid no es sólo el primero instalado en España, sino también el mayor que se ha implantado hasta la fecha en una fachada sin huecos, pues ocupa una superficie vegetal de 460 m2.
El Jardín vertical cubre absolutamente toda la medianera que delimita la nueva plaza pública que da acceso, desde el paseo del Prado, a CaixaForum Madrid por su lado norte. La nueva sede de la Obra Social ”la Caixa” en la capital ocupa la antigua Central Eléctrica de Mediodía, proyectada en 1899 por el arquitecto Jesús Carrasco-Muñoz Encina, autor también del Hotel Reina Victoria de la plaza de Santa Ana. El proyecto del edificio, a cargo del equipo de arquitectos suizos Herzog & de Meuron, conserva las cuatro fachadas originales (delimitadas por las calles de Gobernador, Alameda, Almadén y Cenicero), con el fin de preservar la imagen de conjunto de la antigua central.
Los arquitectos han eliminado buena parte del zócalo de granito que circunda el edificio, haciendo levitar el edificio sobre una plaza pública a nivel de la calle. Esta plaza, abierta hacia los cuatro costados, se extiende hasta el número 36 del paseo del Prado, ocupa una superficie de 2.500 m2 y permite el acceso al vestíbulo de CaixaForum Madrid, situado en el primer nivel. Precisamente, el Jardín vertical ocupa toda la medianera del edificio colindante a la plaza.
«Las plantas no necesitan tierra, ya que la tierra no es más que un medio. Sólo el agua y los múltiples nutrientes disueltos en ella, junto con la luz y el dióxido de carbono, son esenciales para las plantas. Allá donde el agua no falta nunca, como en los bosques tropicales, las plantas se extienden sobre los troncos de los árboles, las rocas de los acantilados… Por ejemplo, unas 2.500 de las 8.000 especies de plantas conocidas en Malasia crecen sin tierra», explica Blanc. Desde 1982, el botánico investiga en el Centre National de la Recherche Scientifique (CNRS) de París cómo las plantas son capaces de adaptarse a situaciones extremas.
Consciente de la habilidad de las raíces de crecer no sólo hacia el interior sino también a lo largo de una superficie, en 1988 patentó su invento, al que bautizó como «mur végétal», es decir, muro vegetal (en inglés se lo conoce como «vertical garden», jardín vertical). «Cuando las raíces pueden crecer en profundidad dentro de una pared, fácilmente pueden dañarla y causar destrucción. Es lo que ocurrió con los templos de Angkor (Camboya). Este daño se puede evitar si el agua se facilita de forma regular a las plantas. Las raíces se esparcen sólo por la superficie, sin dañar el interior de la pared», concluye Blanc.
El Jardín vertical está formado por tres elementos principales: una estructura metálica, una lámina plástica y una capa de fieltro de poliamida. En el caso de CaixaForum Madrid, tiene una altura de 24 metros, un grosor de casi un metro y una longitud de 19 metros. Se ha colocado ligeramente separado de la fachada del edificio existente, a fin de no transmitirle esfuerzo alguno. La superficie vegetal resultante se extiende a lo largo de 460 metros cuadrados. Está formada por 15.000 plantas de 250 especies diferentes. Entre ellas, Lonicera nitida, Yucca filamentosa, Cistus purpureus, Cedrus deodara, Pilosella aurantiaca, Dianthus deltoides, Arenaria montana, Cornus sanguinea, Lonicera pileata, Sedum alpestre, Campanula takesimana, Bergenia cordifolia y Garrya elliptica, entre otras especies. Muchas de ellas son autóctonas, como el arbusto caducifolio Cornus sanguinea (cornejo rojo); otras son foráneas, pero se adaptan bien al clima de Madrid, como la Bergenia cordifolia, comúnmente conocida como hortensia o begoña o col de invierno, propia de Siberia y Mongolia.
• Estructura metálica: Se trata de una estructura vertical autoportante, de 24 metros de altura, y es la base sobre la que descansan la estructura auxiliar y todos los elementos constitutivos del Jardín vertical. Esta formada por seis torres principales y, como si de las cuadernas de un barco se tratara, de un sistema de perfiles tubulares. Forma una capa de aire que actúa como un sistema de aislamiento térmico y fónico muy eficiente.
• Panel de soporte: Está formado por un panel de PVC expandido sujeto a la estructura metálica. Esta capa dota de rigidez a toda la estructura y la hace impermeable.
• Capa de irrigación: Formada por una manta doble de fibras sintéticas y una lámina plástica en su cara interior, está fijada mediante grapas al panel de soporte. Es la base de apoyo de toda la plantación. El fieltro es especial, por lo que no se pudre, y su enorme capilaridad permite una distribución homogénea del agua. Las plantas se han distribuido a lo largo de esta capa de fieltro (la densidad es de unas 30 plantas por metro cuadrado) y las raíces crecen a lo largo de ella.
• Plantación: Se realiza insertando las raíces de las plantas, sin tierra, entre las dos capas de la manta y fijándolas mediante grapas.
• Suministro de agua y nutrientes y recogida del agua: Una red de tuberías, con boquillas de goteo y alimentada por una bomba de agua y nutrientes, va fijada sobre la manta de enraizamiento. El riego del agua, enriquecida con nutrientes, se realiza desde la parte de arriba de la estructura, y es automático. El agua que se escurre por el muro es recogida por una canaleta colocada en la parte inferior del Jardín vertical. De esta manera se soluciona el problema que podría generar el agua de escorrentía sobrante.
El resultado es un jardín vertical que permite recrear un sistema viviente semejante al de la naturaleza, y que rememora los jardines colgantes de la antigua Babilonia. El peso total, incluyendo las plantas y el marco metálico, es inferior a 30 kilos por metro cuadrado. Dado el poco peso, este tipo de jardines puede desarrollarse en cualquier pared, sin limitación de tamaño o altura. Gracias a su efecto de aislamiento térmico, permite reducir el consumo de energía (en invierno, aísla del frío; en verano, actúa como un sistema de refrigeración natural) y limpia el aire (las partículas de polución son atraídas por el fieltro, donde poco a poco se descomponen y remineralizan, convirtiéndose entonces en fertilizante para las plantas).
Arte ecológico, eco-arte, arquitectura verde… Estos son algunos de los nombres que ha recibido el jardín vertical de Patrick Blanc. Él prefiere referirse a su invento como «pintura viviente». El botánico francés ha realizado más de un centenar de intervenciones en todo el mundo, tanto en interiores como en exteriores de museos y espacios educativos, festivales y exposiciones, show rooms y centros comerciales, hoteles y restaurantes, apartamentos, piscinas, terrazas… Incluso ha enriquecido la fachada de un rascacielos en Kuala Lumpur. Sus jardines verticales están presentes, por ejemplo, en el Museo de Arte Moderno de Kanazawa (Japón), el aparcamiento Des Ternes de París, diversas tiendas de Yves Rocher y Marithé et François Girbaud, el Museo Etnográfico del Quai Branly de París, el Parlamento de Bruselas, el Hotel Byblos de Saint-Tropez… El Jardín vertical de CaixaForum Madrid ha sido el primero en instalarse en España.
Nacido en París en 1953, Patrick Blanc trabaja desde 1982 en calidad de científico en el Centre National de la Recherche Scientifique (CNRS) de París. En 2005 fue condecorado como Chevalier de l’Ordre des Arts et des Lettres, y ha recibido la medalla de oro de la Académie d’Architecture. Ha trabajado con múltiples arquitectos internacionales, como Herzog & de Meuron, Jean Nouvel, Andrée Putman… Incluso ha llegado a diseñar «ropa vegetal» para Jean-Paul Gaultier; en concreto, un vestido de boda para un desfile de 2002. Desde su primer viaje a Tailandia, en 1972, ha visitado las selvas tropicales de todo el mundo, estudiando sus plantas. A lo largo de su carrera, ha descubierto nuevas especies de plantas.
CaixaForum Madrid
Dirección, horarios…
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