A este diamante, pieza estrella de la jornada y de la naturaleza, se une la venta de un broche que perteneció a la emperatriz francesa Eugenia de Montijo. El broche de diamantes, de talla brillante antigua en forma de lazo, es una pieza encargada por Luis Napoleón, esposo de la propietaria y gobernante del país galo. Esta pieza realizada en 1855 por el maestro francés François Kramer va acompañada de un estuche en el que se lee Diamantes de la Corona de Francia. La pieza fue subastada en 1887, tras la restauración de la república en Francia, y ha permanecido desde finales del s. XIX en manos de la familia Astor, su actual propietaria, que lo saca a la venta con una estimación de entre 4 y 6 millones de dólares.
Tras la subasta del pasado diciembre de los diamantes que pertenecieron María Antonieta, la última reina de la dinastía Borbón en esta misma casa de subastas, este es uno de los pocos lotes históricos que salen al año a la venta, siendo quizá una de las últimas ocasiones en las que se vean en el mercado piezas pertenecientes a la corona francesa.
Aunque esta pieza sea la más espectacular otra veintena de piezas calificadas como antiguas, es decir realizadas antes del s. XX, se podrán adquirir este día. Entre estos lotes destacan varias piezas firmadas por la dinastía de joyeros franceses Boucheron, en concreto por Frédéric, el patriarca de la saga. Frédéric firma tres pequeñas cajas de marfil con apliques de esmaltes de colores. La primera en salir a pujar es un cofre decorado con animales enmarcados en medallones y parten con una estimación de 80.000- 120.000 USD. Los otros dos lotes cuentan con una valoración superior, de 120.000- 150.000 USD, una es circular con motivos florares y la otra, de inspiración renacentista, reproduce una pequeña jarra con mascarones y grutescos.
Otras de las piezas poco habituales en subasta es la presencia de un conjunto de relojes Decó. La característica común de estas piezas de diseños geométricos es el uso de diversas gemas en su composición. Señalamos la presencia de una pieza de Cartier de 1928 cuyo precio se estima en 500.000 – 700.000 USD, un reloj de mesa en forma de fuente de Lacloche Freres y otro firmado por Ostertag en el que se combinan el cristal de roca con las aguamarinas y el lapislázuli.
Tampoco suele ser habitual en el mercado encontrar joyas de René Lalique en cuyas piezas podemos admirar la delicadeza de los diseños del Art Nouveau y el gusto por nuevos materiales como el esmalte en la alta joyería. Estas características se ven en todos los lotes de esta sesión desde una pequeña peina de pelo decoradas con castañas hasta en las placas de collar más suntuosas como las llamadas Narciso de esmalte y cristal montados en oro, realizada en 1900, o en Sílfide, en la que aparece una mujer con alas de mariposa. Delicado es también Speewell el brazalete de motivos vegetales en el que se observa el uso de diferentes tipos de esmaltes para dotar a la pieza de texturas y realismo, piezas que salen a la venta con una estimación de 200.000- 300.000 USD para los primeros lotes mencionados y de 500.000- 700.000 USD para las dos últimas piezas.
Pero no sólo el joyero francés parte con altas estimaciones, Henry Vever firma una de las piezas más codiciadas de la sesión, un colgante de oro y esmaltes en el que se representa a una bretona y que se estima en 500.000- 700.000USD.
Con un precio ligeramente inferior encontramos un colgante con la diosa romana Juno de Frédéric Boucheron, firmado ya en las primeras décadas del s. XX, un alfiler con una Serpiente Marina y un broche de Pavos Reales de George Fouquet o el broche titulado Belle de Nuit de artista desconocido.
Por último mencionaremos la presencia de varias piezas de la Belle Époque que forman parte de esta selección como un broche en forma de lazo de cristal de roca y diamantes de Cartier que sale a la venta con una valoración de entre 200.000- 400.000 USD o tres relojes colgantes de esmalte.
A todas estas piezas, que pueden convertirse a su vez en piezas de disfrute personal o en un reclamo para los inversores que ven como el valor de oro se revaloriza día tras día, se le añade en otra sesión posterior algo más de trescientas piezas en la que destacan los grandes joyeros del s. XX.
Subasta Christie´s Manhattan el 15 de abril de 2008