Egipto revive en el Matadero de Madrid

Esta exposición es el resultado de uno de los trabajos de arqueología submarina más importantes del mundo, en el que tras cuatro años de prospecciones y mediciones geofísicas, el equipo capitaneado por Goddio comienza las inmersiones en diferentes puntos de la costa egipcia para rescatas piezas datadas entre los siglos VIII a. C. y el s. VIII d. C., fecha en la que desaparece estas tres grandes ciudades faraónicas.

La muestra que se ha podido ver anteriormente en Berlín, Bonn y París ha conseguido un gran éxito de público ya que además de mostrar piezas únicas como una cabeza del Cesarión, último faraón de Egipto o las colosales esculturas de granito rosa de Heraclion formada por un rey, una reina y el gran dios de la fertilidad Hapi, permite al visitante compartir la emoción de cada inmersión gracias a los videos que se muestran en el transcurso de la visita y los paneles explicativos que permiten conocer la diversidad de culturas que han poblado esta ciudades.

La desaparición de estas tres ciudades, que se debió al paulatino hundimiento de tierra y un gran maremoto que sepultó parte de la costa egipcia, ha conservado las piezas de forma inalterables durante los doce siglos que han permanecido sepultadas por los fangos del Nilo. El hundimiento de estas ciudades en pocos segundos da la posibilidad a los expertos conocer las sucesivas transformaciones de estos lugares visitados por los míticos Menelao y Elena, el historiador Erodoto, Alejandro Magno, Cesar Augusto o Marco Antonio.

La muestra se distribuye en tres grandes espacios dedicados a los restos encontrados en cada ciudad entre los que se pueden ver amuletos egipcios, útiles de ceremonia de plomo o bronce, cerámicas griegas o un dinar abasida, última cultura que vivió en estas urbes.

Las primeras piezas fueron rescatadas de Canopo Este, cercana a la actual Abukir. Entre ellas destacan una figura femenina de Isis- Afrodita, la primera escultura que fusiona las corrientes griegas y egipcias escondiendo el eje de la figura entre el vestido de la diosa, o la cabeza de Serapis, deidad venerada en el Sanapeo, el templo dedicado a este dios greco-egipcio. Este templo que era conocido por el poder curativo de su imagen, como narran los escritos antiguos de sus oráculos y curaciones, fue destruido en el año 391 por los cristianos. Las excavaciones también han permitido rescatar parte de la Naos de las Décadas decorada con el calendario egipcio más antiguo que se conserva. La parte superior de esta Naos fue encontrada en el s. XVIII siendo posteriormente traslada a Francia, donde permanece en el Museo del Louvre. Esta pieza ha sido prestada para esta muestra por lo que se convierte en el único resto arqueológico que no forma parte de las excavaciones submarinas.

A continuación encontramos Heraclion- Tonis una ciudad sagrada para los egipcios ya que en ella se encontraba uno de los templos más importantes dedicados a Amón y a su hijo Jonsu. Esta urbe acogía uno de los puertos más importantes de Egipto y de obligado paso para los barcos que quisieran entrar en el impero faraónico, pero que cayó en desgracia con la fundación de Alejandría y la posterior llegada del Imperio Romano.

En esta ciudad sagrada se ha encontrado varias estelas como la Estela de Ptolomeo del s. II d. C. o la estela de Nactanebo I que permite identificar la ciudad de Tonis, nombre egipcio, con Heraclion, nombre que adopta tras la conquista griega, esta pieza de granito negro hace pareja con otra pieza del mismo tipo encontrada en la ciudad de Naucratis. También de esta ciudad fueron rescatados los tres grandes colosos, que rondan los cinco metros de altura mencionados anteriormente.

Alejandría es la ciudad elegida para cerrar la muestra. Los trabajos que desde 1996 ha realizado este equipo de especialista ha permitido trazar un plano de la ciudad fundada en el 331 a. C. por el gran Alejandro, a través del cual conocemos las dimensiones de Portus Magnus o la ubicación de la Isla Real de Antirhodos, sede del palacio de Cleopatra y del templo de la diosa Isis que fundó esta reina junto a Marco Antonio.

Las piezas rescatadas de esta importante ciudad nos permiten conocer la pluralidad cultural y religiosa de esta. Entre los restos encontramos la figura de un sacerdote de cabeza afeitada portador de un vaso con la cabeza de la diosa Osiris, dos esfinges con el rostro de Ptolomeo XII, padre de Cleopatra VI, un Hermes o restos romanos de las columnas hechas erguir por el emperador Caracalla.

Tras su periplo europeo estas piezas volverán al estado egipcio, poseedores de las piezas, que ha pasado por alto la política de préstamos que ejerce desde hace unos años ya que no permite que más de 150 piezas arqueológicas salgan de Egipto a la vez.