El PP desaparecido en combate

Y a todo esto ¿qué es del PP? Buena pregunta para la que no hay respuesta. Ni Rajoy, ni Soraya, ni Montoro han dicho esta boca es mía. Bueno, Soraya sí ha dicho algo, pero es como si no hubiera dicho nada. Las ministras siguen acaparando la atención mediática y en los autobuses, taxis o peluquerías las conversaciones sólo giran alrededor de Carme Chacón y su desfile militar. La oposición ni está ni se la espera. Y mira que están pasando cosas, por ejemplo con la economía. La confirmación por parte del Banco de España del incremento de la morosidad en los créditos hipotecarios, el imparable aumento del déficit comercial, la interminable OPA de la francesa EDF sobre Iberdrola, el debate nuclear puesto una vez más de manifiesto por la Comisión de la Unión Europea, los devaneos de los nacionalistas vascos a costa de ANV, la repatriación de emigrantes, la situación de los mercados financieros, el trasvase a Cataluña… Nada de nada.

Parece como si las elecciones las hubiera ganado el PSOE de cabo a rabo, es decir sin que la oposición tenga nada que decir en los próximos cuatro años. Rajoy está haciendo bolos por provincias para ver si convence a los suyos y Esperanza intrigando bajo los manteles para mover la silla del presidente del PP. Y los palmeros de unos y de otros jaleando al jefe y esperando ser recompensados con una regalía. Y para colmo nos despachan dosis masivas de Benito Pérez Galdos y de Goya, dos pesimistas recalcitrantes que retrataron la España de finales del XVIII y de gran parte del XIX en todo su trágico esplendor. O quizá sea bueno un empacho de Dos de mayo, absolutistas, liberales, carlistas, republicanos, mauras y sagastas…, porque el conocimiento de la historia es el mejor antídoto para no repetir los mismos errores