Madrid, 2 de mayo 1808-2008. Un pueblo, una nación


Del 26 de abril al 28 de septiembre

Precio entrada 6 €

No es la mejor exposición para pasar una jornada amable con la familia, pero sí ofrece la cruda realidad de una noche muy larga en Madrid. Cuando se sale a la calle, se agradece la luz del día, incluso el ruido de los coches que deja atrás el costante griterío de ¡guerra a los franceses!

Una exposición no apta para depresivos. Desde un primer momento el espectador se adentra en la más y triste noche, donde la oscuridad es su primer encuentro en un largo recorrido de desgracias acaedidas desde las primeras horas del 2 de mayo de 1808 hasta la madrugada del día siguiente en las calles de Madrid. Con este día histórico da comienzo el largo y azaroso camino que condujo a la España constitucional de hoy. Esta jornada, trágica pero heroica, supuso que el pueblo de Madrid se alzara contra las tropas napoleónicas, que pretendían sustituir la familia real de los Borbones por una nueva dinastía vinculada a los intereses de Francia y encabezada por el hermano de Napoleón, José Bonaparte. El levantamiento del pueblo de Madrid hizo despertar la conciencia de toda una nación, y desembocó en la Guerra de la Independencia.

Lo mejor de la exposición se muestra gracias al buen criterio del comisario de la exposición, el conocido escritor y miembro de la Real Academia Española Arturo Pérez-Reverte. Así como al equipo de colaboradores que lo secunda, tanto en los aspectos históricos como militares, formado por el teniente coronel José Manuel Guerrero Acosta (Subdirección de Estudios Históricos, Instituto de Historia y Cultura Militar); Jesús María Alía Plana, doctor en Historia del Arte; y Gala Lázaro Mur, historiadora del Arte. Aunque este alarde de sabiduría se quede sólo para aquellos que quieran pagar los 6 euros. Una exposición pensada para los madrileños, como así lo manifestó la Presidenta de la Comunidad, qué mejor homenaje que el Canal de Isabel II o la Comunidad de Madrid abrieran sus puertas sin cobrar la entrada a todos los madrileños.

El Canal de Isabel II se une a los actos organizados por la Comunidad de Madrid para conmemorar el levantamiento del pueblo de Madrid contra las tropas napoleónicas, el 2 de mayo de 1808, contribuyendo de este modo al conocimiento de los hechos que rodearon dicho acontecimiento. La exposición que ha presentado la Comunidad de Madrid ha contado con el patrocinio de Acciona, Dragados, OHL y Sacyr-Vallehermoso. Así como con AXA Art empresa aseguradora.

«En mayo de 1808, Francia era dueña de Europa. Napoleón Bonaparte dominaba la mayor parte del continente y los ejércitos imperiales eran la fuerza militar más poderosa de su tiempo. La debilidad de la monarquía española hizo concebir al emperador francés el proyecto de arrebatarles del trono. El emperador creía que el pueblo español, arruinado, inculto, privado de reyes y gobierno, aceptaría la nueva situación. Se equivocaba.» Estas palabras de Arturo Pérez-Reverte describen la situación que reinaba en España antes de que se produjera el levantamiento del 2 de mayo. De abril a mayo de 1808 se despertaron los primeros recelos de los españoles contra las tropas francesas, que ya ocupaban la península Ibérica. En Madrid preparaban el golpe final.

Napoleón pretendía sustituir a los Borbones por un dirigente afín a sus ideas, su propio hermano, José Bonaparte. Al amanecer del día 2, cuando se intentaba sacar del Palacio Real a los últimos miembros de la familia real –la reina de Etruria, el infante Antonio y el infante Francisco de Paula (el resto estaban ya retenidos en Bayona)–, el pueblo comenzó a concentrarse ante el palacio dispuesto a impedirlo y se abalanzó sobre los carruajes. El comandante del ejército francés Murat fue el responsable de reprimir la sublevación. Éste fue el pretexto y el comienzo de esta trágica y heroica jornada.

La lucha se extendió por todo Madrid. Hubo enfrentamientos en diferentes puntos de la ciudad (la Puerta de Toledo, la Puerta del Sol, la Plaza Mayor, las calles Mayor, Alcalá, Atocha…). La población civil tomó las armas en apoyo del ejército español.

El movimiento tuvo un marcado carácter popular: artesanos, comerciantes, albañiles, presidiarios, etc. –en definitiva, gente humilde– fueron los protagonistas de la jornada. La mayor parte de los militares acató la orden de permanecer acuartelados. Una excepción fueron los capitanes Luis Daoiz y Pedro Velarde, y el teniente Jacinto Ruiz, que se unieron a la insurrección, resistieron en el parque de Monteleón y, los dos primeros murieron al final del combate.

La represalia francesa fue contundente. Se detuvieron inocentes y se llevaron a cabo ejecuciones durante toda la tarde y la noche. De madrugada tuvieron lugar las ejecuciones de la montaña del Príncipe Pío, que Goya describió en su cuadro “Los fusilamientos”. Ese día, el 3 de mayo, al conocer lo ocurrido, la nación entera se levantó en armas.
El diseño expositivo es obra de Félix Murcia, uno de los más importantes directores de arte del panorama cinematográfico español, Premio Nacional de Cinematografía (1999) y poseedor de cinco premios Goya. El diseño gráfico es de Manuel Estrada, uno de los diseñadores gráficos más reconocidos dentro y fuera de nuestro país.

La exposición está concebida como un recorrido cronológico por un día, el 2 de mayo de 1808.
Este recorrido se inicia al amanecer y finaliza en la madrugada del día 3, momento en el que se produjeron los hechos tan bien descritos por Goya en “Los fusilamientos”.

El lema «Un pueblo, una nación» pretende señalar una de las características fundamentales del levantamiento de este 2 de mayo de 1808: la sublevación fue popular. El peso del combate recayó sobre la gente humilde, que se batió sin mandos ni organización. Al saberse al día siguiente lo que había sucedido, la nación entera se levantó en armas marcando el inicio de los acontecimientos que desembocarían en la Guerra de la Independencia española, una guerra que cambiaria la historia de esta nación y la de Europa.

El visitante deberá seguir un itinerario preconcebido.

El viaje al pasado tiene lugar, a modo de prólogo, en el “cubo”, situado en la explanada exterior del Centro de exposiciones Arte Canal, antes de entrar propiamente a las salas. En este espacio se proyecta un audiovisual de última tecnología, una proyección cúbica a cinco caras (en pantallas de grandes dimensiones situadas en las cuatro paredes y en el techo). La duración del audiovisual es de, aproximadamente, unos cinco minutos.

En 1808, Napoleón Bonaparte dominaba la mayor parte de Europa e influía decisivamente en
los asuntos de España. Pretendía sustituir la familia real española por su hermano, José Bonaparte. Al intentar trasladar a Francia a sus últimos miembros (la reina de Etruria, el infante Antonio y el infante Francisco de Paula), el pueblo de Madrid se echó a la calle para evitarlo.

La insurrección
Al saberse que los últimos miembros de la familia real estaban siendo sacados a la fuerza de Palacio, una multitud se abalanzó sobre los carruajes para evitar su salida. Se dio entonces la primera represión por parte de los franceses. El pueblo de Madrid, en especial gente humilde, se echó a la calle y se iniciaron combates en distintos puntos de la ciudad.


Las tropas francesas, dirigidas por Murat, iniciaron la represión para reinstaurar el orden en las calles de Madrid. Se produjeron duros combates entre los madrileños y los militares

La guerrilla urbana
Se luchó en distintos puntos de la ciudad. Ante las armas del ejército francés, el pueblo se opuso con navajas, escopetas, trabucos, pero también con objetos de distinta índole: tejas, piedras, agua hirviendo, etc. La lucha fue encarnizada.

El último lugar de Madrid en ser dominado por las tropas francesas fue el parque de Monteleón, donde se habían atrincherado varias partidas de paisanos con los capitanes Luis Daoiz y Pedro Velarde, a quienes habían convencido de que se unieran a la lucha.

Paisaje después de la batalla
La represión francesa fue cruel e implacable. Las ejecuciones se sucedieron por todo Madrid, a lo largo de la tarde y la noche. Una de las más conocidas fue la que representaría Goya en su cuadr “Los fusilamientos”.

La jornada terminó en un baño de sangre. Una lista de 409 muertos españoles, con nombres y apellidos, da testimonio de ello. Al día siguiente, al conocer los sucesos, se movilizó la nación entera, iniciándose así los acontecimientos que desembocarían en la Guerra de la Independencia.

Datos de interés:
Canal de Isabel II
Paseo de la Castellana, 214 (junto a plaza de Castilla), Madrid.
Horario :
Todos los días de la semana, de 10:00 a 21:00 h.
Horario de taquillas:
Apertura: 10:00 h.
Cierre: 21:00 h.
Tarifas:
General: 6 €
Reducida: 4 €
• Mayores de 65 años o jubilados.
• Los menores de 12 años acompañados.
• Estudiantes acreditados.
• Profesores y guías de la Comunidad de Madrid acreditados.
• Familias numerosas con libro de familia.

Vídeos Logopress: Imágenes de la exposición en el Canal de Isabel II

AXA Art aseguradora de la exposición «Madrid 2 de mayo 1808-2008. Un pueblo, una nación»