Divide y vencerás

“…En la cultura popular, divide y vencerás hace referencia a un refrán que implica resolver un problema difícil, dividiéndolo en partes más simples tantas veces como sea necesario, hasta que la resolución de las partes se torna obvia. La solución del problema principal se construye con las soluciones encontradas«

Cruce presenta la exposición divide y vencerás que tendrá lugar del 8 de Mayo al 7 de Junio en el espacio de la Asociación Cultural. Se presentan once obras, basadas en el modelo Stockartist, especialmente creadas para esta exposición por artistas de ocho nacionalidades diferentes:

Kathrin Bauer (Alemania), Manuel P. Caballero (España), Alexandra Capodacqua (Italia), PawelChlebek (Polonia), Marula Di Como (Argentina), David Hinojosa “Admann” (México), Kindermassive (Hungría), Arnulfo Medina (Colombia), Christian Sauer (Alemania), AlexanderSteffens (Alemania) y Rebeca Tomelloso (México)

El problema al que nos enfrentamos en esta exposición es la concepción de la obra de arte contemplada como un todo, una unidad alrededor de la cual giran el resto de sub-problemas: el crítico, el público, el coleccionista, el museo, la galería, la exclusividad.

La solución que proponemos los de Stockartist es radical: adoptar literalmente el algoritmo, dividir el problema (la obra de arte) en tantas partes como sea necesario, para ir resolviendo poco a poco, pero sin pausa, todos los problemas que nos vayamos encontrando por el camino…”

La equivalencia de signos en la ecuación parece imposible; es paradójica e irritante. Por eso es necesario añadir el famoso epígrafe.

En la cultura popular, divide y vencerás hace referencia a un refrán que implica resolver un problema difícil, dividiéndolo en partes más simples tantas veces como sea necesario, hasta que la resolución de las partes se torna obvia. La solución del problema principal se construye con las soluciones encontradas.

El problema al que nos enfrentamos en esta exposición es la concepción de la obra de arte contemplada como un todo, una unidad alrededor de la cual giran el resto de sub-problemas: el crítico, el público, el coleccionista, el museo, la galería, la exclusividad.

La solución que proponemos los de Stockartist es radical: adoptar literalmente el algoritmo, dividir el problema (la obra de arte) en tantas partes como sea necesario, para ir resolviendo poco a poco, pero sin pausa, todos los problemas que nos vayamos encontrando por el camino. Comencemos: Nos hemos reunido personas de ocho nacionalidades diferentes en un mismo punto, Madrid. Hemos creado, cada uno, una obra. Y la hemos fragmentado. No os llaméis a engaño: lo que veis es una obra y varias a la vez, cada obra es una en sí misma, y una representación de todas ellas juntas. Las hemos traído con nosotros, debajo del brazo. Y mientras las creábamos pensábamos en cuánto nos gustaría poseer aunque solo fuera un fragmento de una densa abstracción de Richter o de un drip de Pollock, un monocromo azul Klein en tamaño cuartilla, un puñado de arena sacado de una materia de Tapies, un solo bracito de una escultura móvil de Calder o una de esas partes de la obra de arte que la convierten en eterna: las manos que no llegan a tocarse en La Danza de Matisse, la sonrisa de la Gioconda, el rostro velado del cristo crucificado Velazqueño. Duchamp aprobó la creación seriada de su Fuente, Brancusi de su Pajáro, Boccioni de sus Formas únicas de continuidad en el espacio. Nosotros vamos más allá, una parte de nosotros, de nuestra obra única, reside en cada objeto, también único, que ahora contempláis.