Del 3 de junio al 7 de septiembre
Cerca de 130 pinturas, esculturas, medallas, dibujos y grabados
El retrato es uno de los géneros más difíciles para muchos artistas ya que no sólo se trata de reflejar la figura, sino el alma. De esta forma se muestran los retratos de los maestros del Renacimiento en el museo del Prado. Inmortalizados, unas veces para mostrar su grandeza, otras para emular sus ideales. Jóvenes audaces, bellas damas frente a la vejez escondida tras lujosos ropajes. Retratos de enamorados o de niños vestidos de adultos de acuerdo con su linaje, como el niño García de Médicis, de Bronzino. Junto a estas pinturas otra de Giovanni Francesco Caroto, Muchacho sosteniendo un dibujo infantil, un pequeño que se vuelve para enseñarnos el dibujo que acaba de hacer, un autorretrato como podría hacerlo hoy cualquier niño de su edad.
La exposición permite observar los retratos de corte de gran calidad, de composición perfectamente estudiada como el que realizó Tiziano del Carlos V en la Batalla de Münhleverg; o el emperador retratado con su fiel perra de caza en un salón cuyo único adorno es una cortina verde de raso. También Felipe II posa de pie mirándonos de la mano de Antonio Moro y de Tiziano. Junto a ellos podemos admirar figuras como El sastre, de Giovanni Battista, que democratizan el retrato, mostrando al joven profesional mientras trabaja.
No faltan algunos de los mejores ejemplos del retrato anamórfico, de los que se muestran dos magníficos cuadros del círculo de Erhard Schön, uno de Carlos V y otro de Isabel de Portugal. Durero nos enseña cómo se realizan los retratos a través de su Máquina para hacer retratos. Cerca de 130 obras maestras procedentes de distintas instituciones internacionales y del propio museo del Prado permiten observar pinturas, esculturas, medallas, dibujos o grabados de los más célebres maestros del momento como Jan van Eyck o Rubens, pasando por Piero della Francesca, Durero, Tiziano, Rafael, Botticelli, Lorenzo Lotto, Holbein, o Antonio Moro.
En este texto mostramos distintos vídeos de la presentación de la exposición a cargo de Miguel Falomir, Jefe de Departamento de Pintura italiana y francesa del Prado que también fue comisario de las exposiciones dedicadas a Tiziano y Tintoretto en el museo en años anteriores.
Fundación AXA patrocina esta nueva exposición en el Museo del Prado que reúne retratos europeos de los siglos XV y XVI, incluyendo alrededor de 60 obras procedentes de otras instituciones internacionales, muchas de las cuales es la primera vez que se pueden ver en España. Miguel Zugaza, director del Prado, ha recordado la primera vez que la Fundación AXA colaboró en la gran exposición «La Almoneda del siglo». Plácido Arango, Presidente del Real Patronato del Museo, firmó con el presidente de la Fundación AXA, Jaime de Marichalar, el convenio que permite la celebración de esta muestra dedicada al retrato.
El retrato del Renacimiento se exhibe en el Prado desde el 3 junio al 7 septiembre de 2008; después, en octubre, viajará a la National Gallery de Londres. La exposición traza el desarrollo del retrato durante el período de génesis y florecimiento del género, incluyendo obras maestras representativas de los logros alcanzados en los ambientes artísticos tanto del Norte como del Sur de Europa. La exposición reúne cerca de 130 obras, casi la mitad de las cuales proceden de otras instituciones internacionales siendo ésta la primera vez que se presentan en España en su mayoría.
La muestra explora cuestiones fundamentales del retrato, como aquellas relacionadas con el parecido, la memoria y la identidad. Asimismo, se estudian los encargos de retratos relacionados con el cortejo amoroso, la amistad y el matrimonio, y se incluyen autorretratos, como el elocuente Autorretrato de Durero, del propio museo, que permitirán apreciar la variedad de enfoques personales que los artistas adoptaron ante la representación de su propia imagen. La evolución del retrato de corte es uno de los aspectos fundamentales de la exposición, brindando al espectador la posibilidad de ver reunidas las pinturas de Tiziano y Antonio Moro y las esculturas de Leone y Pompeo Leoni que, a mediados del siglo XVI, fijaron un modelo que habría de mantenerse sin apenas cambios durante dos centurias.
La exposición aborda asimismo los límites físicos y conceptuales del retrato como el ‘contrarretrato’ o la representación del ‘antiideal’. En contraste con los grandes personajes para los que a menudo trabajaron los pintores, esta sección incluye retratos de bufones de corte y enanos, así como representaciones satíricas en las que los artistas podían mostrar sus habilidades para lograr el parecido, libres de las restricciones impuestas por la idealización.
Eclosión y desarrollo del retrato entre 1400 y 1600
Sorprendentemente nunca se había celebrado una exposición sobre retratos del Renacimiento a pesar de existir numerosas publicaciones que abordan esta temática por su extraordinario desarrollo durante este gran periodo de la historia del arte. Por tanto, esta exposición es la primera que, por su amplitud cronológica (1400-1600) y vocación paneuropea, ofrece una aproximación global al retrato del Renacimiento y al retrato como género pictórico autónomo, excluyendo otras formas de representación del individuo como el donante, aunque incluyendo medallas, esculturas, dibujos o grabados que explican su evolución.
El recorrido se inicia con un ámbito dedicado a aquellos elementos que contribuyeron al surgimiento del retrato moderno: de un lado la tradición medieval, representada por las series dinásticas, los iconos y el naturalismo del arte gótico; del otro el redescubrimiento del mundo clásico. Arranca así un recorrido por el siglo XV que refleja las diferencias tipológicas y conceptuales entre los grandes centros del retrato: Italia y Flandes, la influencia de los modelos flamencos en la Europa meridional, y las estrategias adoptadas para acrecentar la interacción entre público y retrato; un proceso que culminó a principios del siglo XVI e hizo del retrato el género pictórico del Renacimiento capaz de transmitir una más vívida comunicación con el espectador, ejemplificado por numerosos obras del género correspondientes a este período, entre los que destacan el retrato de Margaret, la mujer del pintor de Jan Van Eyck, procedente del Groeninge Museum de Brujas, el Retrato de hombre de Antonello de Messina, del Museo Thyssen Bornemisza, el retrato de Federico Gonzaga, I duque de Mantua de Tiziano (restaurado con motivo de esta exposición), del Museo del Prado, o Anciano con su nieto de Domenico Ghirlandaio, del Musée du Louvre que por primera vez se podrá ver con la obra del mismo autor procedente del Museo Thyssen, Giovanna degli Albizzi.
La exposición revela dos constantes en la evolución del retrato del Renacimiento. La primera es su progresiva “democratización”, pues si al principio sólo se retrataban individuos pertenecientes a estamentos privilegiados, el género acabó abarcando todo el espectro social. La segunda es un aumento de tamaño.
Los primeros ejemplares eran pequeños por estar concebidos para contemplarse y después guardarse en un arcón. Hasta muy avanzado el siglo XV el retrato rara vez colgó en paredes, pero una vez que lo hizo, hubo de aumentar su tamaño para adecuarse a sus nuevas necesidades decorativas.
Aquí se incluyen retratos de individuos proclamando sus aficiones intelectuales, sus aspiraciones sociales o sus devociones religiosas, de enamorados y de familias, retratos realizados para seducir, atacar o convencer, imponentes imágenes de poder y sensibles evocaciones de la memoria, incluso juegos ilusionistas que proyectan al retratado más allá del plano pictórico o distorsionan su imagen hasta hacerla irreconocible.
Entre las obras correspondientes a la primera parte de este ámbito destaca el expresivo Muchacho sosteniendo un dibujo de Giovanni Francesco Caroto, del Museo di Castelvecchio de Verona, o el Retrato de mujer inspirado en Lucrecia de Lorenzo Lotto, procedente de la Nacional Gallery de Londres. La sección incluye también ejemplos que se sitúan en los límites del retrato, como el imaginativo retrato fantástico de Arrigo el peludo, Pedro el loco y el enano Amon de Agostino Carracci, del Museo di Capodimonte de Nápoles.
El retrato brindó además al pintor el campo ideal de experimentación: el autorretrato, y pocas imágenes superan en sinceridad o audacia a algunos de los incluidos en la exposición, como el Autorretrato de Durero, del Museo del Prado, o El artista con su maestro de esgrima de Rafael, del Musée du Louvre .
En la última sección, dedicada al retrato de corte, asistimos a la progresiva homogeneización del retrato áulico tras 1550 a partir de los modelos desarrollados por Tiziano y Antonio Moro para los Habsburgo, como el imponente Carlos V, a caballo, en Mülhberg de Tiziano, del Museo del Prado; modelos que, con ligeras variantes como el retrato de Brigida Spinola Doria de Rubens, procedente de la National Gallery of Art de Washington D.C , mantendrán su vigencia hasta el siglo XVIII.
Estas y otras cuestiones, como la realización del retrato o el papel de la imprenta en su difusión, son tratadas en una exposición destinada a mostrar que el Renacimiento no fue sólo un período de inicio y maduración para el retrato, sino también de sofisticación y pleno desarrollo, hasta el punto de explorar y agotar muchas de sus posibilidades formales y conceptuales.
Secciones de la exposición
1.- Entre Flandes e Italia. Origen y desarrollo tipológico del retrato
2.- Amor, matrimonio, familia, amistad. Ocupaciones, aficiones y estatus
3.- Autorretrato
4.- La realización del retrato
5.- En los límites del retrato
6.- La difusión del retrato
7.- El retrato de estado
La exposición está comisariada por el Dr. Miguel Falomir, Jefe del Departamento de Pintura Italiana del Renacimiento del Museo Nacional del Prado.
Organizada en colaboración con la National Gallery de Londres y patrocinada por la Fundación AXA, la muestra traza el desarrollo del retrato durante el período de génesis y florecimiento del género, incluyendo obras maestras representativas de los logros alcanzados en los ambientes artísticos tanto del Norte como del Sur de Europa. Comisariada por Miguel Falomir, Jefe de Departamento de Pintura Italiana y Francesa del Prado. Presentada por Plácido Arango, Presidente del Real Patronato del Museo; Miguel Zugaza, Director del Museo del Prado; Javier de Agustín, Director General de la Fundación AXA y Jaime de Marichalar, presiente de la citada Fundación.
Se ha editado un catálogo que acompaña a la exposición y que ha corrido a cargo de su comisario, Miguel Falomir. Contiene los siguientes ensayos:
. Miguel Falomir. El retrato en el Renacimiento. Prólogo a una exposición
. Michael Bury. Los retratos en estampa en la Europa del Renacimiento
. Lorne Campbell. Hacer retratos
. Joanna Woods-Marsden. El autorretrato en el Renacimiento
. Alexander Nagel. Los iconos y el origen del retrato moderno
. Juan Luis González. Los límites del retrato
. Miguel Falomir. El retrato de Estado
. Jennifer Fletcher. El retrato del Renacimiento. Funciones, usos y formas de exposición
. Luke Syson. Recordando rostros, recordando almas
Además del catálogo, el público podrá adquirir una publicación más breve planteada como guía de visita a la exposición
Datos de interés:
Venta de entradas
Taquilla (adquisición preferente en las taquillas 5 y 6 de la Puerta de Goya Baja):
Tarifa general: 8 euros
Tarifa reducida: 4 euros
(Incluye visita a “El retrato del Renacimiento”, la colección permanente y exposición “Goya en
tiempos de guerra”)
Acceso gratuito:
-Para las personas con derecho a exención
-Para todo el público: de martes a sábado, de 18 a 20h., y domingos y festivos, de 17 a 20h.
Venta anticipada
Las entradas se podrán adquirir de forma anticipada a través del Centro de Atención al Visitante del Museo (tel. 902 10 70 77/www.museodelprado.es)
Horario: entradas individuales, de martes a domingo de 9 a 16h.; entradas de grupo, de martes a viernes de 12.15 a 16.45h. Los domingos no se permitirán las visitas en grupo.
El precio llevará un recargo por reserva de día y hora. Consultar precio para individuales o grupos vía web o teléfono.
Audioguías
En 5 idiomas (español, inglés, francés, alemán e italiano).Precio: 3,50 euros.
Precio audioguía combinada (exposición y colección permanente): 5 euros.
Vídeos: Logopress
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