Un recorrido por los lugares que acogerán a la Selección Española de Fútbol durante la Eurocopa

Enrique Sáncho

Extensos valles salpicados de casas de madera, cumbres con las cimas cubiertas de nieve, torrentes cantarines, palacios barrocos, ciudades con altivas torres de iglesias por las que todavía resuenan acordes de Mozart y Haydn interpretados por el genial Herbert von Karajan… Ese es el escenario de cuento de hadas en el debe concentrarse (¿concentrarse aquí?) la Selección Española de Fútbol en su primera andadura de la Eurocopa. Aquí deberán inspirarse para hacer un buen papel Casillas, Sergio Ramos, Xabi Alonso, Torres, Raúl… No, esta vez no toca Raúl.

Una semana antes de que España se enfrente a Rusia el 10 de junio, los seleccionados podrán aclimatarse y disfrutar del Valle de Stubaital, en el corazón del Tirol, un lugar escogido habitualmente por varios clubes de fútbol italianos para sus entrenamientos y que fue codiciado hasta última hora por la selección portuguesa, aunque la excesiva distancia a Ginebra le hizo desistir. En este final de primavera de 2008 será España la protagonista y nuestros seleccionados los que disfrutarán de sus praderas llenas de flores y los suculentos bosques con claros lagos y cascadas que truenan en lo alto, en el eterno hielo del glaciar que da nombre al valle.

A pesar de la distancia, España y lo español no es nada ajeno en esta tierras, donde se oye con frecuencia la expresión «me parece español» ante un hecho incomprensible. La idea proviene del siglo XVI cuando España hizo furor en las cortes europeas con sus modas culturales, muchas de ellas extrañas e incomprensibles. Gracias al soberano tirolés Ferdinand II (1564-1595), educado en nuestro país, el nombre de España quedó para siempre grabado en Innsbruck, la capital del Tirol, en la suntuosa Sala Española del Palacio Ambras con una longitud de 43 metros y que figura entre las salas de gala renacentistas más importantes de Europa. Un vestigio de la moda de las cortes españolas se ha conservado hasta hoy en el traje regional de las tirolesas: se trata del delgado velo negro que se lleva de forma cruzada alrededor del cuello del escote. La seda negra, el terciopelo y el tafetán eran telas muy apreciadas reservadas solamente a la nobleza. Las delgadas tiras de tela negra constituyeron la única oportunidad de la población pobre de vestirse con un mínimo de lujo e imitar la moda de la corte. Este pequeño accesorio «español» se ha convertido en un componente fijo del típico traje tirolés.

El principal pueblo del valle, sede de la selección, es Neustift, lugar de esquí y de alpinismo, rico en tradiciones y dominado por la gran iglesia rural. El pueblo se extiende en la ladera del valle Bachertal, la extensa vista domina al fondo del valle las majestuosas montañas de Pfaffengruppe, flanqueadas por Mair y Brennerspitze; en el sur se elevan las torres de caliza Elfer y Zwölferspitze, que están sobre un pedestal de roca primitiva y que sirven de enormes relojes solares para los habitantes de Neustift. Más al exterior del valle se ve, entre otras cosas, las bien formadas montañas de la cresta Serleskamm. A lo lejos se aprecia la montaña Hochnissl cerca de Schwaz en el valle de Unterinntal. En Neder desemboca desde el sur el bonito y romántico valle de Pinnistal con preciosos pastos alpinos. En el Pinnisjoch (2369 m) está la famosa cabaña Innsbrucker Hütte en medio de un magnífico paisaje montañoso. Al oeste destaca la montaña Habicht (3277 m), una de las más bonitas del país.

Paisajes seductores
Neustift, es el punto de partida para un paraíso del senderismo de primera categoría: El Camino Alto de Stubai que circula por un fascinante marco natural y montañoso en medio de los Alpes de Stubai, cruzando cantarines arroyos, sonoros manantiales y cascadas que braman. Y contemplando un paisaje salvaje y virgen con crestas, valles y lagos.

Si nuestros futbolistas, además de darle al balón, quieren practicar otros deportes, aquí no les faltarán oportunidades: piscina al aire libre, piscina cubierta, sauna, esquí todo el año en el glaciar de Stubai, tenis, caballos, campo de tiro, bolos, billar, curling, pesca, vuelo en ala delta, parapente, bicicletas… Y para entrenarse, el municipio y su emprendedor alcalde Schönherr ponen a su disposición el recién ampliado complejo de fútbol Sportplatz Kampl en el que ha invertido medio millón de euros, con dos campos de césped reglamentarios.

El hotel Milderer Hof, donde se alojará el equipo español por lo menos desde el 5 y hasta el 23 de junio de 2008 con todos los ayudantes y asistentes, y el Sporthotel Neustift, donde se alojará la prensa española, son dos hoteles de primera clase. Los dos disponen de espaciosas y confortables áreas de bienestar con sauna, baño de vapor, piscina, gimnasios, cuartos de masaje etc. La preparación de la comida para el equipo también será un desafío pero Herbert Hofer, responsable del alojamiento, lo toma con calma. «Estamos perfectamente preparados para hospedar a la selección nacional de España. Todos los detalles sobre las exigencias al hotel y al campo de fútbol están claros y listos para cuando los deportistas lleguen».

También los responsables del turismo tienen todo listo para la Eurocopa 2008. Se ha traducido la página web www.stubai.at al español, se han dado cursos de lengua para el personal, preparado medios publicitarios en español y promovido el trabajo de prensa. «Nos esforzaremos en aprovechar esta única oportunidad para conseguir que nuestra localidad y el Tirol sean más conocidos en España», explica Armin Pfurtscheller, director de marketing de la asociación de turismo Stubai Tirol.

Y sin duda los españoles que se animen a seguir de cerca de nuestra selección y, de paso, disfrutar de unas tranquilas vacaciones en contacto con la naturaleza, lo tendrán fácil. En los alrededores hay un hotel de cinco estrellas, cuatro hoteles de cuatro estrellas plus, 36 alojamientos de cuatro estrellas, aproximadamente 4.000 camas en apartamentos, así como granjas tradicionales, que ofrecen opciones confortables para cada exigencia.

Neustift está a unos 20 minutos en coche del estadio Tivoli Neu en Innsbruck, donde la selección española jugará en sus dos primeros partidos, frente a Rusia (10 de junio) y Suecia (14 de junio) a unas dos horas del Wals-Siezenheim de Salzburgo, donde jugará contra Grecia el último partido de la primera fase (18 de junio).

Innsbruck, de fútbol
Las coloridas y tradicionales casas de la calle Maria-Theresien poseen un brillo distinto según va subiendo la expectación de cara a la fase final del mes de junio. Guirnaldas con balones de colores están distribuidas por toda la calle mientras que numerosas banderas han sido desplegadas por los habitantes, y también por los turistas, para ir preparando el festival de fútbol que se aproxima. La capital del Tirol es famosa por su belleza arquitectónica, por la majestuosidad de las montañas que la rodean y por la armoniosa coexistencia de la vitalidad de una ciudad moderna con sus antiguas tradiciones. Este año Innsbruck como ciudad anfitriona de la Eurocopa de Fútbol 2008 ofrece a sus visitantes zonas de proyección pública gratuitas y un sinfín de servicios y actividades paralelas al evento deportivo

Los huéspedes internacionales se encuentran sobre suelo histórico ya que en estadio Arena de Bergisel tuvieron lugar los campeonatos de salto de esquí en los Juegos Olímpicos de 1964 y 1976. Desde entonces el trampolín presenta una nueva cara conocida mundialmente. El trampolín de la arquitecta estrella Zaha Hadid se eleva en espiral hacia el cielo, como si fuera una cobra. Entre partido y partido, el visitante de la EURO 2008 no debería perderse la nueva obra de esta arquitecta afincada en Londres: las estaciones del funicular que lleva a las montañas que rodean Innsbruck y se encuentran en plena ciudad. Aquí a unos 2.000 metros de altitud se puede comer, tomar el sol o disfrutar de unas vistas únicas sobre la ciudad y las montañas.

De vuelta al centro de la ciudad vale la pena pasear por el casco antiguo y la calle Maria-Theresien-Strasse. El Tejadillo de Oro es el símbolo más famoso de Innsbruck y se encuentra en medio del barrio gótico, uno de los cascos antiguos más bonitos y mejor conservados de Austria. Las fachadas, que en su mayoría conservan su aspecto de arquitectura gótica, datan de entre 1500 y 1540. Muy típico de este tipo de ciudad son los bonitos pasadizos abovedados que se extienden a lo largo de la antigua avenida principal, la calle Herzog Friedrich Strasse. El Emperador Maximiliano I mandó construir este mirador suntuoso en la antigua residencia del archiduque Friedrich IV, con ocasión de su enlace matrimonial con Blanca Maria Sforza de Milán. Adornado con 2.657 tejas de cobre, doradas al fuego, el Tejadillo de Oro caracterizó, por aquel entonces, el centro de Europa.

También merecen visitas el Palacio Imperial de Innsbruck, que fue la sede de los emperadores austriacos y soberanos tiroleses, la Iglesia de la Corte, donde está la tumba del Emperador Maximiliano I, y es el monumento fúnebre imperial más importante de Europa, el castillo de Ambras, visible desde lejos debido a su situación ubicado en la ladera de las montañas sobre Innsbruck, cuyo significado cultural e histórico está inseparablemente unido al personaje del archiduque Ferdinand II (1529-1595), un auténtico soberano renacentista, un mecenas de las artes y las ciencias, la Catedral de Santiago, con su imponente fachada y sus dos torres que predomina la plaza de la catedral, la basílica de Wilten, parroquia y lugar de peregrinación, figura entre las joyas artísticas de Innsbruck…

Pero, además de visitas culturales, Innsbruck invita a mirar, ir de compras y encontrar tiempo para los placeres gastronómicos. Se pueden probar los sabores del Tirol en los puestos de especialidades regionales o bien dejar pasar el tiempo en las terrazas de las cafeterías para observar el bullicio de los alrededores. La oferta es muy amplia: desde la zona comercial en las Rathausgalerien, unas elegantes galerías comerciales, hasta la resplandeciente seducción en la tienda Swarovski, situada en el casco antiguo, pasando por las numerosas boutiques y las pequeñas tiendas de especialidades. Y durante la EURO 2008 habrá naturalmente todo tipo de diversiones en la zona de los aficionados, con un programa infantil específico para los jóvenes seguidores del fútbol (info: tel. +43-512-59850, y www.innsbruck-tirol08.at).

Obertura musical en Salzburgo
Pensar en Salzburgo, donde España jugará su último partido de clasificación, es evocar la música. Resulta inevitable recordar la figura de Wolfgang Amadeus Mozart, sin duda el más ilustre de sus habitantes, cuando se habla de esta preciosa ciudad austriaca a los pies de los Alpes. Pero aunque la vinculación del genial compositor con Salzburgo es evidente, no es la única. Otro de sus ciudadanos populares y geniales fue Herbert von Karajan que nació justo enfrente de la casa de Makarsplatz 8 en la que vivió la familia Mozart. O Michel Haydn, el hermano del gran Joseph Haydn. Y también en Salzburgo, y en la misma pila bautismal de Mozart, fue bautizado un año después el que sería el humilde párroco que compuso la célebre «Noche de paz», la melodía más reproducida y vendida del mundo. Más recientemente, Salzburgo fue el escenario de la célebre película musical «Sonrisas y lágrimas» que dirigió Robert Wise y que inmortalizó la romántica historia del capitán Trapp y su familia.

Pero la música en Salzburgo no está sólo en sus grandes compositores e intérpretes, se encuentra viva en sus calles y plazas, en las orillas del río Salzach que la atraviesa, junto a los muros de su espectacular castillo. Está en los carillones de sus campanarios, en los órganos de sus iglesias, en los pequeños coros infantiles, en los músicos ambulantes que, con pelucas blancas al estilo Mozart, interpretan sus melodías.

Sin duda Salzburgo es el escenario perfecto para cualquier evocación musical, como lo es para un recorrido romántico o una aventura cultural. En esta ciudad barroca se mezclan el pasado ostentoso con un presente moderno y lleno de vida, la herencia de Mozart y de los príncipes-arzobispos con la cultura contemporánea. Su casco antiguo, que forma parte del Patrimonio de la Humanidad, destaca por su gran armonía, aunque tal vez la vistas más impresionantes de la ciudad se obtengan desde la orilla de río, con la cúpulas de la catedral y las iglesias recortándose delante de la Fortaleza Hohensalzburg o, justamente, desde lo alto de este enorme castillo -el mayor de la Europa Central- con la ciudad desparramándose a un lado y los Alpes majestuosos al otro.

Pero si Salzburgo es claramente una ciudad de arte, cultura y música, también es una ciudad de agua, un título especialmente significativo en el 2003 que se acaba, que ha sido declarado por la Asamblea General de la ONU, como el Año del Agua. Y el agua, que circula caudalosa por el río Salzach, marcó el origen de la ciudad. Cuando en 150 a.C. los romanos ocuparon el reino celta Norikum y con ello también la región de Salzbugo, optaron por aprovechar el río como medio de defensa. Para ello, trasladaron los poblados desde lo alto de las montaña hacia abajo, donde el río Salzach forma un arco protegido con los montes de la ciudad. Pero el río no sólo desempeñó la función de frontera natural y de protección, también se utilizó como vía comercial y de transporte. Debido a su situación favorable, Salzburgo era un lugar de trasbordo en la vía que comunicaba Venecia con Regensburgo. La importancia y riqueza de la ciudad se debió en buena parte al «oro blanco», la sal, que se transportaba en barcazas por el río. Hoy el agua sigue teniendo un papel esencial en la ciudad, pero también un mágico efecto decorativo. El río marca las mejores perspectivas y consigue el efecto de conseguir dos ciudades en una, la real y la reflejada. También adorna en forma de fuentes las plazas de la Catedral y la de Mozart, los bellísimos Jardines de Mirabell y el Palacio de la Residencia.

Pero donde sin duda el agua muestra su carácter más original y juguetón es en la residencia veraniega de Hellbrunn, construida por el príncipe-arzobispo Markus Sittikus, y en la que instaló su célebres Juegos de Agua, que salen de pequeños chorros escondidos en grutas y rincones de forma que sorprenden, y mojan, a los visitantes. Pero también el agua hace que se pueda escuchar el canto de los pájaros, se ponga en marcha un teatro con 256 figuras o suene un órgano. Y todavía faltaría hablar del agua de los lagos que se encuentran en los alrededores de la ciudad, de sus ríos que atraviesan sus profundos valles y de tantos otros lugares (info: www.salzburg.info).


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