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La Casa del Labrador, la obra de un rey

Patrimonio Nacional ofrece al público uno de los edificio del s. XVIII que mejor se conservan en toda Europa, la Real Casa del Labrador en los Jardines del Príncipe de Aranjuez. Tras más de una década de restauraciones y con una inversión de 2.000.000 de euros, abre sus puertas al público el Petit Trianon más grande y lujoso creado por un monarca español. Este edificio, obra personal de Carlos IV, fue creado por los artistas más importantes de la época, de hay que a su estancias se vinculen nombres como Villanueva, González Velázquez, Maella o Girodet.

Elisa Rodríguez.

El Real Sitio de Aranjuez ya era residencia real con los Reyes Católicos pero cuando adquirió mayor relevancia fue durante el reinado de Carlos IV, ya que el monarca lo eligió para vivir desde el día 7 de enero hasta el 7 de Junio. Este rey, siguiendo las pautas de Carlos III se encargo de la remodelación y modernización del palacio para acondicionarlo a su gusto.

El monarca que se formó en Nápoles y fue testigo de los descubrimientos de las ciudades de Pompeya y Herculano, bebió de las fuentes clásicas de la antigua Roma y no dudó, al igual que el resto de monarcas europeos, en crear una casa de recreo digna de su cargo, que reflejara el lujo y plasmara la interpretación que en esta época se hacía del Imperio Romano.

La Real Casa del Labrador fue, sin duda, el proyecto más personal de este polémico monarca.
Hasta este lugar traslada varias esculturas romanas procedente del Palacio Real de la Granja como el Grupo de San Ildefonso, que se ubicó junto a las escaleras principal en el primer piso o la colección de bustos imperiales que se ubican en la fachada exterior. Esculturas antiguas procedentes de la Colección de la Reina Cristina de Suecia y que fueron adquiridas por su antecesor, Felipe V para su palacio favorito.

Los monarcas constructores, Carlos IV y María Luisa de Parma no sólo se limitarían a reunir las piezas clásicas más deseadas de la corona española sino que también recurrieron a pintores, arquitectos, diseñadores o escultores de la época como Hermenegildo Silicio. Para el mobiliario optaron por manufacturas españolas y extranjeras, como las ubicadas en la Granja o en Sevres, que firma la mayoría de las piezas de porcelana, todos los recurseos furon pocos para crear un espacio acorde a su posición social.

La construcción de esta estancia de recreo duró varios años. Tenemos constancia de que entre 1803 y 1805 se remodela la fachada exterior y de que por los mismos años, se trabaja en el zaguán de la Casa, ricamente decorado con mármoles toledanos. En 1807/1808 se reciben diferentes colgaduras como las que decoran la escalera. Piezas de seda tejidas en Lyon por Camille Perron o por sederos valencianos de las que aún se conservan las muestras enviadas a palacio para que el monarca realizase su elección. Colgaduras que representan desde jardines, como los que se pueden admirar en el exterior, hasta diferentes vistas de ruinas o mitos clásicos. Pero desastres como los producidos por la invasión napoleónica retrasaron la finalización de las obras, por lo que fue Fernando VII, con un gusto menos clasicista, quien se encargo de terminar la decoración de las estancias. Un estilo fernandino visible en varias pieza del mobiliario y en gran número de relojes adquiridos por el monarca en Francia y que inundan las estancias del lugar.

Estas colgaduras que se mantienen en las mismas habitaciones para las que se crearon a principios del s. XIX han sido uno de los principales quebraderos de cabeza de los sucesivos equipos de restauración. Tal y como se confirma desde el Departamento de Restauración de Patrimonio Nacional. Los equipos han trabajado en su limpieza y conservación de forma innovadora, realizando diferentes estudios en cada sala, debido a lo especial de las piezas, únicas en el mundo, tanto por su amplitud como por su ubicación, aún adheridas a la pared, lo que ha hecho que se traten in situ. Otro factor a tener en cuenta es su localización en un lugar como Aranjuez, con una humedad constante, creada tanto por el Tajo, que corre a unos pocos metros como por la frondosa vegetación de los jardines. A este factor se aúna el amplio contraste de las temperaturas y los altos niveles de contaminación sufridos en el último siglo.

Este lugar creado para el descanso matutino del monarca y su corte, quienes tras una mañana de caza reposaba unas horas antes del almuerzo en estas salas, continúa mostrándonos su magnificencia a pesar de sufrir varios avatares históricos. Incidentes que van desde revueltas populares como el Motín de Aranjuez, cuya causa impulsó el traslado de la colección de relojes del monarca al Palacio Real de Madrid, la Guerra Civil que propició el desmontaje de una sala, u otros desastres como las crecidas del rio a principio de siglo y las reparaciones y restauraciones indebidas a lo largo de sus dos siglos de vida.

Esta apertura pública, en la que se podrán visitar dos de las tres plantas de edificio permite hacernos a la idea del lujo y esplendor de la corte borbónica de Carlos IV, quien utilizó las lujosas manufacturas de porcelanas para forrar el suelo de las salas o el platino como elemento decorativo en uno de sus servicios.

Las visitas diarias a este lugar serán concertadas y tendrán un número limitado de visitantes ya que la fragilidad de los tesoros que contiene han de preservarse tras la ardua tarea llevada a cabo por los conservadores de Patrimonio Nacional. Los grupos, uno cada hora, estarán formados por diez personas que disfrutaran durante treinta minutos de la compañía de un guía que mostrará en las diferentes salas del edificio.

Si la visita se hace corta siempre se podrá disfrutar a unos pocos metros del Palacio Real de Aranjuez, del Museo de Falúas Reales, las embarcaciones utilizadas por los monarcas para navegar por el rio, o simplemente pasear por estos jardines reales que ya inspiraron a pintores como Rusiñol o compositores como Albeniz.

DATOS DE INTERES

LA REAL CASA DEL LABRADOR
REAL SITIO DE ARANJUEZ; Jardín del Príncipe

HORARIOS*

Verano (de Abril a Septiembre)

Laborables, domingos y festivos: de 10.00h a 18.15h

Invierno (de Octubre a Marzo)

Laborables, domingos y festivos: de 10.00h a 17.15h

El horario de cada cita será asignado tras concertar la visita.
Teléfono cita previa: 918 910 305

Fotografías cedidas por Patrimonio Nacional
1.- Vista general del Palacio
2.- Escalera. Se observa un yeso del Grupo de San Ildefonso, las columnas de mármoles de Consuegra y Hurda.
3.- Sala de juegos, en el centro una mesa de billar. Obsérvese la rica decoración del suelo de mármoles de colores así como la decoración de la chimenea realizada en cristal tallado con oro.
4.- Detalle de la Galería de Bustos presidida por el gran reloj encargado por Carlos IV.
5.- Gabinete de Platino, forrado con maderas nobles y con aplicaciones de bronce dorado y platino. Las pinturas fueron realizadas por Girodet, representan las estaciones. Uno de los tondos que decora la sala se perdió tras la Guerra Civil.

María Jesús Burgueño

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