Entrevista con Manuel Borja-Villel, director del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía

«El Reina Sofía se transformará en Agencia Estatal para modernizar su gestión”

Convirtió la Fundació Tàpies de Barcelona en un lugar de encuentro del arte y el pensamiento. Conquistó al público catalán con las exposiciones en el MACBA. Hace seis meses que llegó al Museo Reina Sofía y el número de visitantes ha crecido hasta alcanzar la cifra de 1.037.485 personas en lo que va de año y pretende multiplicar las visitas, ampliando los horarios de apertura de las salas del museo, terraza, patio, auditorios… Acaba de presentar una innovadora programación para los próximos años con artistas y colecciones poco habituales en España. Apuesta por las nuevas tecnologías y cree en un museo que forme parte de una red universal y plural.

María Jesús Burgueño

P-¿Qué aporta o aportará el Reina Sofía al arte?

R-La historia heredada sobre todo en las últimas décadas tiene que ver más con un mundo anglosajón, lineal; bueno…, más que anglosajón, centroeuropeo, donde la historia va desde París a Nueva York. Es una historia formalista. De algún modo empieza en el siglo XVIII. Empieza con la Ilustración, con los grandes imperios anglosajones, el británico, el americano, etc. Los que estaban fuera de esa línea, de este canon, aparecen como provincianos, como secundarios, como retrógrados, malos artistas, etc. Pero ¿qué pasa si comenzamos a pensar que la modernidad no empieza tanto en el siglo XVIII, no es tan lineal, no es la Ilustración…? ¿Y si comenzamos en el siglo XVI con la modernidad que comienza con la Conquista de América?

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P-Se ha hablado de la creación de un gran museo que una las colecciones del Prado y que llegue a la obra del siglo XXI del Reina Sofía. El Prado ha abierto sus puertas a artistas modernos y contemporáneos… ¿Es posible hoy en día pensar en un gran Museo Nacional de estas características?

R-El Prado ya es un gran museo, el Reina es un gran museo, de hecho yo hablo siempre del Reina como una ciudad, por el tipo de estructura. No se trata de crear un gran continente. Porque el siguiente paso sería hacer un gran museo con todos los museos de España. Yo creo que es una posición un poco de otra época. El XIX es una época de continentes, por utilizar una metáfora geográfica. Es una época donde se cuenta la historia de los grandes continentes. Es una historia homogénea. Es una historia de los museos enciclopédicos: el Louvre, el British Museum, el Metropolitan, no quiero decir con esto que tienen que desaparecer, tienen todo el sentido del mundo. Pero el mundo actual es un mundo de redes…

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El Prado es una gran pinacoteca, es la mejor pinacoteca del mundo. El Prado no es el Metropolitan, o el British Museum, no tiene soltura… pero no importa, tiene tal colección de Velázquez, tal colección de pintura Barroca, tiene el Bosco… El Prado es un ejemplo a seguir porque vemos como a partir de ser parcial, de no querer ser total, hemos conseguido la mejor pinacoteca del mundo.

P-¿Hacia dónde va el arte? ¿Qué va a caracterizar el siglo XXI?

R-Los historiadores miramos hacia atrás y miramos el presente, es muy difícil predecir el futuro, simplemente analizamos el presente con los datos que tenemos y hacemos una serie de propuestas. Me da la impresión de que cada vez más existe una polaridad artística que no es muy distinta a la polaridad social y económica. Y es que igual que en economía y en política hay como dos espíritus el de Davos y el de Porto Alegre. Creo que en el mundo artístico se está produciendo una polaridad entre un mundo absorbido por el mercado con una cierta banalidad, con cierto cinismo, donde puede haber artistas serios e importantes pero que tal vez su obra tenga algo que ver con lo cínico y banal. Y otro mundo que va por otro camino. Hoy en día esta polaridad no es extrema, hay muchos puentes entre estos dos mundos. Me da la impresión de que esta polaridad es cada vez más amplia y que hay una falta de comunicación entre un mundo y otro. El futuro vendrá de saber cómo se resuelve esta polaridad.

P-¿Los jóvenes artistas están preparados, tiene una buena formación? ¿Saben realmente dibujar y pintar?

R-Hay una polaridad que creo que es falsa, es la polaridad entre el discurso y la práctica artística… El que empieza a trabajar en la práctica artística tiene que tener una preparación múltiple…

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P-¿En qué pueden invertir los coleccionistas privados? las nuevas propuestas del arte como son las instalaciones, los vídeos… ¿están pensados para las Fundaciones y Museos?

R-Ya lo decía Zola, lo que voy a decir es una idea del siglo XVIII, cuando comenzó el coleccionismo que conocemos de acuarelas y pinturas, se compraban paisajes que se colgaban en las paredes, era un modo de ignorar las paredes y crear ventanas en las casas de la burguesía francesa. Compraban impresionismo, eran pinturas de un tamaño determinado que estaban hechas para las casas privadas. Del mismo modo que antes la aristocracia o los reyes coleccionaban grandes retratos porque tenían palacios.
Hoy en día hay otro tipo de obras pero que no van separadas al tipo vida y de coleccionismo actual. Las casas más modernas pueden incorporar perfectamente un plasma, vídeos… ya hay muchas casas de coleccionistas privados que en su propia vivienda han incorporado estos elementos. Pero por otro lado hay otro tipo de coleccionismo que es el corporativo. Nuestra nueva burguesía es una burguesía corporativa y en una corporación hay capacidad de tener un tipo de obras que en una casa familiar tradicional no tendrían cabida.
El comercio es intercambio, entendiendo éste no como el intercambio comercial o tradicional. Esto lo vemos con Internet, con las nuevas tecnologías que permiten un intercambio indefinido sin que este intercambio tenga que ver con el comercio tradicional de la obra única, de la escasez de bienes. Por tanto esto puede implicar otras formas de relación y otras formas de coleccionismo

P-Este mes de agosto se abren las terrazas de la ampliación. ¿Se mantienen los horarios del museo? Ha habido algún problema con el personal ante la idea de ampliar la apertura del museo ¿Cómo se va a resolver?

R-Hemos pasado un dosier muy amplio a Cultura y creo que Cultura ya ha pasado a Administraciones Públicas y a Hacienda para transformar el museo en una Agencia Estatal de modo que podamos dinamizar y modernizar la gestión del museo… Habrá horarios más flexibles, apertura de las salas, de los auditorios… que el museo sea realmente un espacio público.

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P-La exposición de Juan Muñoz que llega de Londres y de Bilbao ¿por qué tendrá otra lectura en el Reina?

R-Porque me parece absurdo mostrar una exposición que ya se ha visto en Bilbao y en Londres exactamente igual. Por otro lado el espacio del Reina es muy distinto del de la Tate y el del Guggenheim. Por otra parte no nos podemos olvidar que es el gran artista de Madrid, de su generación, por lo tanto la perspectiva con la que se puede ver la obra de Juan Muñoz aquí es distinta a la que se puede ver desde una perspectiva anglosajona… Por otro lado los agentes que vamos a trabajar en esta exposición aquí son otros. En Londres la responsable fue Sheena Wagstaff, en Bilbao Carmen Giménez tuvo mucho que ver, y aquí en el Reina la responsable será Lynne Cooke. Es una persona que trabajó muchísimo con Juan Muñoz, fue una de las primeras que apostaron por Juan Muñoz cuando todavía no era tan conocido.

P-¿Cómo ve el futuro del Museo Reina Sofía?

R-Falta mucho trabajo por hacer. Es un museo que tiene muchos problemas heredados. El problema de otras direcciones es que ha habido tantas urgencias y tantas crisis… “Lo urgente no te deja hacer lo importante”…

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PRESENTACIÓN DE LA PROGRAMACIÓN 2008-2009 (ver…)
Fotos y vídeos: logopress ©