El bodegón español en el Prado
Del 25 de septiembre al 30 de noviembre de 2008
Caja Inmaculada inaugura en su sede de Zaragoza una nueva exposición itinerante del Museo del Prado dedicada al género del bodegón. La Comunidad Autónoma de Aragón se convierte así en el punto de partida de la segunda etapa del programa Prado Itinerante que en su ciclo inaugural, con las exposiciones El retrato español en el Prado. Del Greco a Goya y El retrato español en el Prado. De Goya a Sorolla, celebradas cada una en seis puntos diferentes de la geografía española, ha recibido un total de 582.020 visitantes. Una afluencia de público que confirma el éxito de esta iniciativa que se puso por primera vez en marcha en marzo de 2006. Plácido Arango, presidente del Real Patronato del Museo del Prado, y Miguel Zugaza, director del Museo, han inaugurado esta nueva exposición del programa Prado Itinerante, cuya primera fase -compuesta por dos exposiciones complementarias dedicadas al retrato español- se clausuró recientemente en A Coruña con un balance total de más de 582.000 visitantes. La nueva muestra, dedicada en esta ocasión al bodegón español, iniciará su andadura hoy en Zaragoza y volverá a acercar una importante selección de obras del Prado a otras comunidades autónomas a lo largo del período 2008-2012.
El bodegón español en el Prado, muestra compuesta por 60 obras de los principales artistas que cultivaron este género como Van der Hamen, Arellano, Meléndez y Goya, inicia ahora en Zaragoza la andadura del nuevo ciclo de exposiciones itinerantes con las que el Prado continuará acercando una cuidada selección de sus fondos a distintas Comunidades Autónomas del Estado.
El bodegón español en el Prado es una exposición de gran importancia tanto por la extraordinaria calidad de la obras que la componen, como por la categoría de los maestros que las realizaron y el amplio abanico cronológico que abarca, desde comienzos del siglo XVII hasta mediados del XIX.
Gracias a la colaboración de Caja Inmaculada, el público aragonés será el primero en disfrutar de esta muestra compuesta íntegramente por fondos del Museo del Prado, institución que atesora la mejor y más completa colección de bodegones españoles que se conserva en el mundo. La exposición constituye una oportunidad excepcional para disfrutar de un recorrido por el sugestivo mundo de los bodegones y floreros de la escuela española de los siglos XVII, XVIII y parte del XIX, apreciando la maestría con la que los pintores españoles representaron los elementos configuradores del mundo doméstico tradicional.
La pintura de bodegones contribuye a establecer una de las múltiples facetas de la imagen histórica que se tiene de España, merced al punto de vista que ofrecen sus temas del día a día, en este caso los alimentos, los objetos de cocina y los utensilios caseros habituales, así como ciertas formas de las relaciones sociales, la gastronomía, las cocinas e incluso el ámbito de la decoración; además goza de una especial significación en razón de la carga simbólica que gran parte de sus obras poseen, debido a las alegorías que encarnan y a los mensajes que difunden, que van desde el espíritu religioso hasta la expresión material de la prosperidad.
Comisariada por Juan J. Luna, Jefe del Departamento de Pintura del siglo XVIII del Museo, la exposición incluye obras de 27 artistas diferentes, entre los que se incluyen los pintores más destacados de la escuela española que cultivaron el género, como Van der Hamen, Ramírez, Fernández “el Labrador”, Zurbarán, Hiepes, Camprobín, Pereda, Ponce, Arellano, Meléndez, Paret y Alcázar, Castillo, Goya, Espinós, Parra y Lucas. La notable calidad y variedad de las obras seleccionadas ha sido posible, entre otras razones, debido a la reciente adquisición por parte del Museo de cuarenta naturalezas muertas españolas procedentes de una colección privada, muchas de las cuales forman parte de esta exposición.
Atendiendo a la línea de trabajo desarrollada por el Museo a través de su programa Prado Itinerante, la exposición El bodegón en el Prado se convierte en complemento y extensión de dos muestras dedicadas en años recientes a este género que el Prado presentó en su propia sede: Luis Meléndez. Bodegones y Lo fingido verdadero. Bodegones españoles de la colección Naseiro adquiridos para el Prado.
El siglo de oro
Desde el final del siglo XVI y la iniciación del XVII la pintura de bodegones y floreros llegó a constituir un género independiente en Europa, por lo que comenzó a ser valorada en sí misma y no sólo como acompañamiento de asuntos religiosos, mitológicos, alegóricos o históricos en general.
Si bien fue en Italia y en Flandes donde empezaron sus pintores a crear piezas distintivas del género, en España también apareció y se estimó desde fecha temprana, a lo largo de los primeros años del Barroco, reinando Felipe III (1598-1621); con el tiempo fue creciendo su importancia y popularidad alcanzando su apogeo en los periodos sucesivos de Felipe IV (1621-1661) y Carlos II (1665-1700).
La pintura de bodegones ofrece un panorama singular de motivos: los alimentos, que van desde las hortalizas a los animales vivos o sacrificados, los embutidos e incluso las frutas, hasta los cacharros, de barro, loza fina o metal, los dulces en sus múltiples manifestaciones, los distintos utensilios, etc… Sus autores han alcanzado gran renombre; en esta exposición figuran cuadros de muchos, aunque no se encuentran todos: Van der Hamen, Felipe Ramírez, Juan Fernández “el Labrador”, Zurbarán, Hiepes, Pereda, Arellano y otros más que dieron categoría y gloria a la escuela española.
El siglo de la Ilustración
Habiéndose extinguido la dinastía de los Austrias en 1700, debido a la muerte de Carlos II, fue un nieto de Luis XIV de Francia, Felipe V (1700-1746) quien ocupó el trono español. Inicialmente los principios estéticos del barroquismo continuaron pero la llegada de autores extranjeros, así como la modificación paulatina de la administración y las instituciones del reino determinaron la evolución artística, proceso que se acentuó durante los reinados siguientes: Fernando VI (1746-1759), Carlos III (1759-1788) y Carlos IV (1788-1808).
La pintura de bodegones de la primera parte del siglo XVIII vivió de las ideas del periodo precedente; por el contrario la segunda mitad conoció un evidente desarrollo claramente dominado por la figura de Luis Meléndez, creador de series de bodegones dotados de una perfección, belleza y equilibrio que convierten a sus creaciones en auténticas obras maestras.
Indudablemente aparecieron otros autores bien definidos pero ninguno alcanzó el nivel cualitativo de Meléndez; no obstante, destacan Paret y Castillo entre otros. Por último la colosal figura de Goya, con un innovador lenguaje desagarrado puesto al servicio de un expresionismo muy personal, cierra la centuria, prefigurando ideas que definirán el realismo del siglo XIX.
El siglo XIX
El comienzo de la centuria estuvo cargado de crisis de carácter socio-político, debidas al abrupto final del reinado de Carlos IV en 1808, la posterior invasión francesa con la imposición del gobierno intruso de José Bonaparte y la correlativa Guerra de la Independencia (1808-1813). El período concluyó con el regreso del rey legítimo en 1814, Fernando VII cuyo reinado, que se caracterizó por un acentuado absolutismo así como por la pérdida del imperio americano, se extiende hasta su muerte en 1833. Fue sucedido por su hija Isabel II (1833-1868); a lo largo de su época España inició la industrialización, pero también conoció una larga fase de guerras civiles.
Muchos de los pintores de bodegones y floreros de esta etapa se formaron en el siglo XVIII, por lo que su estilo artístico depende en una gran manera de los principios técnicos y estéticos de aquél, con un alto componente decorativo, de resultados tan brillantes como atractivos.
Entre los nombres de los artistas más destacados del período figuran los de Romero, Espinós, Montalvo, Romá, Parra y Lucas, sobresaliendo las alegres e intuitivas creaciones de quienes se formaron en la Escuela de Flores y Ornatos de la Academia de Valencia.
DATOS DE INTERÉS:
Título: El bodegón español en el Prado
Fechas: 25 de septiembre – 30 de noviembre de 2008
Sede: Sala CAI Luzán. Pº de la Independencia, nº 10. Zaragoza
Horario:
Lunes a sábado: 10.00 – 21.00 h.
Domingos: 10.00 – 14.00 h.
Visitas guiadas: 10.00 – 12.00 h y 17.00 – 19.00 h
Reservas de grupos: tel. 976 22 70 99 / e-mail: caidamas@micorreo.cai.es
Entrada libre
Organizado: Museo Nacional del Prado
Comisario: Juan J. Luna, Jefe de Departamento de Pintura del siglo XVIII del Museo del Prado
Publicaciones: Catálogo, folleto
Página web: www.museodelprado.es
Con el patrocinio de Caja Inmaculada como miembro patrocinador del Museo para el Programa Prado Itinerante