El Círculo de Bellas Artes presenta, en colaboración con la Fundación Dubuffet y la Fundación Luis Seoane, esta exposición centrada en torno al álbum titulado Les Murs [Los muros], serie fundamental de 15 litografías realizadas en 1945 por el artista francés Jean Dubuffet (1901-1985) para acompañar los poemas de Eugène Guillevic. La muestra, dominada por el diálogo entre la superficie pictórica y la materia, nos descubre la parte de la obra del artista más desconocida por el público, la dedicada a los muros, por los que sintió una fuerte atracción.
Dubuffet fue uno de los precursores del Art Brut, corriente artística que trata de revalorizar la expresión plástica popular, el arte de los niños y de los enfermos mentales, y que aspira a una forma de creación en la que la espontaneidad y el instinto prevalezcan sobre la razón y la formación técnica. Del mismo modo su incesante búsqueda a través de la experimentación con nuevas técnicas y materiales como arena, yeso o detritus orgánico configura su crítica tanto a los parámetros y medios estéticos convencionales como a la cultura establecida, y lo erige en uno de los artistas más innovadores del panorama mundial.
A Jean Dubuffet siempre le apasionó la estampa y, más en concreto, la litografía, que aborda en el otoño de 1944, dos años después de tomar la decisión de dedicarse definitivamente a la pintura. Invitado por Fernand Mourlot, litógrafo de Matisse y de Picasso, a realizar unas «prácticas» en su taller, Dubuffet ataca literalmente la piedra y lleva a cabo en pocas semanas su primera y gran serie de láminas, que el editor Mourlot reúne en un álbum acompañado de un ensayo de Francis Ponge de significativo título, Matière et mémoire ou les lithographes à l’école [Materia y memoria o los litógrafos en la escuela].
Pero Dubuffet no se detiene ahí y realiza sobre la marcha una nueva serie de láminas para ilustrar los doce poemas de Eugène Guillevic, Les Murs. El interés mostrado por esta nueva técnica se confirma en la confrontación con la piedra litográfica. Si en Matière et mémoire Dubuffet la maltrata, aquí tan sólo la roza para dejar sus propias marcas. Le da su esencia en esta nueva serie, anticipándose así en varios años a sus Texturologies [Texturologías](1957-1958) y Matériologies [Materiologías] (1959-1960), así como a su gran serie de litografías titulada Les Phénomènes [Los Fenómenos] (1957-1962), de la que también hay muestra en la exposición. Además, la aparición de los graffiti en Les Murs inaugura las escrituras de los paisajes urbanos que darán lugar al largísimo ciclo de L’Hourloupe, su serie más importante. Como afirmó el propio Dubuffet, «en todas mis pinturas hay dos vientos contrarios: uno me lleva a exagerar las marcas de la intervención y el otro, por el contrario, a eliminar toda presencia humana…y beber de la fuente de la ausencia».
Además de sus esculturas y monumentos diseminados en diversas ciudades europeas, Dubuffet ha producido una heterogénea colección de Art Brut, grabados, collages, dibujos en formato pequeño y una cuantiosa serie de ensayos que contienen sus reflexiones y críticas. Sus últimas series, Mires [Miras] y Non-Lieux [No-lugares], suponen la vuelta a la abstracción de un artista que en su exploración pendular ha recorrido los senderos más disímiles de la creación artística.