El protagonista de El atestado es un héroe solitario y anónimo que se busca a sí mismo en la confrontación con el medio, que huye hacia delante sin rumbo ni destino agredido por geografía urbanas hostiles. El atestado es un relato realizado bajo palabra, in situ y de viva voz, para dar fe de algo de lo que uno ha sido testigo ocular, y jugando con el doble sentido que proporciona el título francés, un “proceso a la palabra”.
Jean Marie Gustave Le Clézio es un autor poco conocido del público español o conocido especialmente por sus textos publicados a partir de 1980. El atestado, premio Renaudot en 1963, fue su ópera prima tempranísima (tenía 23 años) y espléndida, fruto de un indiscutible talento personal innato.
Se trata de un texto peculiar de difícil presentación, como casi todos los del autor, podríamos situarlo dentro de una escritura de la percepción, en una inagotable reflexión sobre la capacidad expresiva del lenguaje.