Desde el 18 de octubre de 2008 al 11 de enero de 2009.
Una visión completa de lo que representó la Ilustración y el Liberalismo en España
Desde la muerte de Carlos III hasta la vuelta al trono de Fernando VII
Pinturas, estampas, textiles, proyectos arquitectónicos, piezas de porcelana, cristal…
El Palacio Real de Madrid acoge una exposición que bajo el título “Ilustración y Liberalismo, 1788-1814” muestra una época que quedó marcada por la Revolución Francesa y el ascenso de Napoleón en Europa; en la América hispana por el comienzo de movimientos emancipadores de la metrópoli y, en España, por el paso de la Monarquía absoluta a la constitucional, y por el cambio de pensamiento, del ilustrado al liberal, todo ello marcado por la Guerra de la Independencia.
La muestra organizada por Patrimonio Nacional, la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales (SECC), adscrita al Ministerio de Cultura, patrocinada por la Fundación Rafael del Pino, se ha presentado en el marco de las actividades que se han programado para recordar los Bicentenarios de la Guerra de la Independencia, las Independencias americanas y la Constitución de Cádiz.
Los tres comisarios con los que ha contado la puesta en escena de esta exposición, Emilio La Parra, Carlos Sambricio y José Luis Sancho, han querido comenzar considerando el período de la Ilustración, cuyo apogeo en España se produce durante el reinado de Carlos IV (1778-1808), en el que la Corte es propulsora de la actividad reformista de los ilustrados, caracterizados por su racionalismo e inquietudes por la enseñanza, el estudio y la divulgación de las Ciencias y su afición por las Bellas Artes.
Unos años trascendentales en la historia de España fueron aquellos que transcurrieron entre la muerte de Carlos III y la vuelta al trono de Fernando VII. Un momento histórico donde se propugnaba el reformismo económico y social, y mostraban sus actividades filantrópicas. Procuraron abrirse a las ideas de la Europa de su tiempo por lo que adoptaron nuevos hábitos en su vida cotidiana. Su mirada se dirigió también a impulsar el reformismo en América. La exposición que cuenta con unas 200 piezas procedentes de fondos de Patrimonio Nacional, distintos museos, bibliotecas, archivos y colecciones particulares, tanto nacionales como internacionales, se muestra en el Palacio Real, lugar éste donde se produjeron y se gestaron numerosos acontecimientos que se conmemoran.
La exposición
Monarquía
La exposición comienza con un importante apartado sobre La Monarquía donde se presenta como el poder que avala o impide los proyectos reformistas. Durante el reinado de Carlos IV la Corte es representada mediante las fórmulas del arte cortesano: retratos y alegorías que ocupan un lugar preeminente en los fastos de proclamación del soberano. Y tras los Reyes, Godoy, mecenas y coleccionista, para constatar su alta posición en la corte. Así se pueden contemplar a Carlos III el Cazador obra de Francisco de Goya, el retrato de Carlos IV de Zacarías González Velázquez, o retratos de Godoy obras de Pablo Montaya o de Antonio Carnicero.
Ilustrados
Los Ilustrados, apoyados no sin objeciones por el poder real, asimilaron las transformaciones que vinieron desde Francia a partir de 1789, entendiéndolas como refuerzo de su ideario reformista, para extender la educación, e impulsar las ciencias, las artes y la técnica, nunca pretendieron cambiar el orden socioeconómico existente, apoyando a la Monarquía y a la religión católica.
El poder real les utilizó para frenar los impulsos revolucionarios y frente a la nobleza y el clero que pretendían mantener sus privilegios y menoscabar la autoridad regia.
La ilustración española alcanzó su apogeo entre los siglos XVIII y XIX cuando algunos de los proyectos ideados en reinados anteriores (de la época de Carlos III sobre todo) fueron retomados y se formularon nuevas propuestas de la mano de Melchor Gaspar de Jovellanos o de Meléndez Valdés, se impulsa la renovación del teatro con Leandro Fernández de Moratín y desde la tertulia de la Concesa de Montijo se exponen planes para mejorar la educación o realizar reformas sociales, o el General Ricardos que propone reformar los estudios militares. De todas estas personalidades se pueden contemplar distintos retratos y bustos obra de autores tan importantes como Francisco de Goya, Zacarías González Velázquez y Antonio Carnicero entre otros.
Gabinete de un Ilustrado
Para conocer como desempeñaban estas labores, se recrea como era el Gabinete de un ilustrado, presidido por un escritorio de tambor, que permitía leer cómodamente los libros, gacetas y diarios, a la vez que permitía por su mecanismo de cierre, la confidencialidad y secreto de los asuntos más privados. El sillón, de piel, asociado al mobiliario de trabajo, debía permitir una postura cómoda para trabajar amén de ser giratorio para alcanzar libros o consultar archivos.
Entre los elementos que componen este gabinete llama la atención también el atril de Graupner, data de 1770, de bronce, hierro y madera de caoba. Dispone de un mecanismo para subir o bajar la altura, este elemento indica ya el gusto por los inventos que más adelante la exposición muestra con más detalle.
También se pueden ver láminas de Giovanni Volpato y de Piranesi que recrean lo que en esa época estaba de moda como decoración mural. Y para completar el ambiente se pueden ver objetos de porcelana del Buen Retiro, cristales de La Granja… que evidencian el afán coleccionista de la época.
Textiles y estampas
El gusto por vestir a la moda también se trata en la exposición. Se muestran encargos manuscritos realizados por el mayordomo del Palacio, durante el reinado de Carlos III, cuyo destino era la Real Fábrica de Sedas de Talavera de la Reina en Toledo, para la confección de vestidos para el rey y la reina. También se pueden ver algunas muestras de estampados de la Real Fábrica de Ávila. Estampas donde aparece el “Modo de ajustarse el corsé tanto para mujer como para el hombre” o un “elegante petimetre o el lechuguino en su tocador” (Museo de Historia de Madrid).
Juegos
“¿Suele usted mentir?”, “¿querrá usted venir con migo?”, “¿Me da usted motivo de celos?”… Preguntas realizadas por los caballeros que aparecen en las ilustraciones de un juego de cartas. Y a estas preguntas sus respuestas femeninas “No mucho”, “casi siempre”, “Cuando usted menos lo piense”… responden las damas. Estas cartas del Museo de Historia de Madrid se pueden ver en una de las vitrinas de la exposición.
Los sueños de la razón
Se muestran invenciones y proyectos de la razón sobre aspectos de la vida cotidiana y con perspectivas insospechadas: ya se piensa que se puede viajar por el aire o gracias a nuevos artefactos, trasladarse por tierra velozmente. Destacan entre éstos varias estampas como un “Proyecto de pez aerostático en Plasencia” o un “Coche volante” de Francisco Hernández (Biblioteca Nacional). Y el Museo de Bellas Artes de Bilbao ha cedido para la ocasión un óleo de Antonio Carnicero titulado “Elevación de un globo ante la Corte de Carlos IV” cuya imagen es la que se ha utilizado para los carteles publicitarios de la muestra.
Urbanismo, arquitectura e ingeniería
Fueron objeto de numerosos proyectos reformistas, unos se llevaron a la práctica y otros se quedaron en el papel. La exposición recoge algunos ejemplos, planos urbanísticos y dibujos arquitectónicos de personajes tan reputados como Romualdo de Viena, Joaquín de San Martín, y Agustín de Betancourt.
Conflicto
En este apartado se muestra las desavenencias internas entre dos facciones de la corte española (se enfrentan los partidarios de Carlos IV-Godoy y los proclives al príncipe Fernando) y las externas con respecto a Napoleón que había invadido nuestro país e intentaba imponer como rey a su hermano José.
El Motín de Aranjuez
El 17 de Marzo de 1808. El Motín de Aranjuez y la renuncia al trono de los príncipes de la casa de Borbón española en Bayona (inicios de mayo) marcaron la historia, con una larga guerra, la de la Independencia cuyo bicentenario se conmemora.
Este conflicto propició también un debate de ideas entre los partidarios de Fernando VII (estos supieron crear una imagen muy positiva del Borbón, como símbolo de la lucha contra Napoleón y adalid de la “regeneración” de la Monarquía) y José I (cuyos partidarios eran en su mayoría ilustrados y veían la posibilidad de ver cumplidos sus ideales reformistas).
El expolio
Durante el reinado de José I se produce El expolio provocado por las turbulencias de la guerra y porque ya existía un mayor conocimiento de pintores y artistas españoles como Murillo y Velázquez. Se enviaron cuadros al Museo del Louvre por orden de José I. Se pueden contemplar algunas obras de arte que o fueron trasladadas a Francia o se proyectó su envío, entre las que destacan pinturas de Bartolomé Esteban Murillo, Antonio Rafael Mengs, Van Dyck o Francisco Collante
Hacia el Museo del Prado
Pero no todo fue negativo, se proyecta crear en Madrid un Museo Nacional –recogido en el decreto de 21 de Diciembre de 1809- y el pintor Manuel Napoli presentaba primero en 1808 y más tarde en 1814 su proyecto para crear un Museo Nacional de pintura que se definía por primera vez como “un Patrimonio de la Nación”.
El proyecto vería la luz de la mano de la Reina Mª Isabel de Braganza, tercera esposa del Rey Fernando VII, que donó todas las obras de Palacios y Monasterios para el futuro Museo del Prado.
Afrancesados y Liberales
Al margen de las operaciones militares desarrolladas en la Guerra de la Independencia, comienza una nueva época en la que los afrancesados y los liberales pugnaban para que su concepción de España fuera la preponderante. En esta sala se muestra la dialéctica entre estas dos opciones.
Absolutismo
Pero estas dos posturas no eran las únicas. Finalmente se impuso el pensamiento anti ilustrado y absolutista que se impuso en 1814, finalizada la guerra y Fernando VII de regreso en España. Los absolutistas fueron incapaces de resolver los graves problemas derivados de la reconstrucción del país lo que a la postre hizo aflorar un liberalismo moderado en el que la aportación de los antiguos afrancesados resultó decisiva.
Datos de Interés:
Exposición: Ilustración y Liberalismo, 1788-1814
Dónde: Palacio Real de Madrid
Calle Bailén s/n
Salas Génova
Fechas: Del 18 de octubre de 2008 al 11 de enero de 2009
Entrada gratuita
Horario:
Días laborables: de 9,30 a 17,00 horas
Domingos y Festivos: de 9,00 a 14,00 horas
Cerrado: Podrá cerrarse sin previo aviso, con motivo de la celebración de Actos Oficiales
Teléfono de información: 914548864
www.patrimonionacional.es
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