El Museo del Prado ignora los seis Bacon del Reina Sofía

Los Bacon del Reina Sofía que pudieron formar parte de la exposición del Prado

María Jesús Burgueño

La exposición que se puede visitar en el Museo del Prado hasta el 19 de abril, abarca desde las obras más tempranas de Bacon, en los inicios de su carrera, hacia 1946-1949, hasta los años finales de su vida, en 1991. Cuenta con un conjunto de composiciones singulares y dieciséis de los trípticos más importantes del artista, además de material documental procedente de su taller. Las piezas se han seleccionado según el criterio de los organizadores, la Tate Britain de Londres y el Metropolitan of Art de Nueva York, mostrando las obras de mayor calidad, primando aquellas consideradas como las más significativas de sus ideas. Además, el “Bacon Estate”, que custodia los intereses de la propiedad intelectual y artística de Bacon, ha contribuido también decisivamente a la organización de esta exposición por considerarla un acontecimiento internacional fundamental para el mejor conocimiento y apreciación de la indiscutible talla artística del pintor.

La exposición se ha podido ver en Londres y tras el Museo del Prado viajará a Nueva York. Aunque sustancialmente las obras son las mismas se han sustituido algunas por otras por motivos de conservación, cuyo préstamo se ha restringido a las ciudades en las que se conservan habitualmente, el Prado como novedad presenta un gran tríptico de 1984 procedente de una colección privada que no ha viajado a Londres ni lo hará a Nueva York. Por esta razón sorprende que no se muestre alguna de las obras pertenecientes al Museo Reina Sofía, cuando aparecen numerosos museos internacionales, colecciones particulares como el  óleo sobre lienzo  “Tríptico” que pertenece a la colección Juan Abelló, o “Estudio de George Dyer en un espejo” que forma parte de la colección del Museo Thyssen-Bornemisza.

Entre las obras que pudieron formar parte de esta muestra, aunque hay que reconocer que está bien representada la exposición del Prado, podemos señalar  la obra  “Lying Figure” de 1966, un  óleo sobre lienzo de 198 x 147 centímetros. Esta pintura  forma parte de la colección permanente del Museo Reina Sofía y se puede ver en la planta cuarta del edificio Sabatini. Ingresó en el museo el 12 de enero de 1984, tras haber sido  adquirida por el Ministerio de Cultura a la casa Marlborough Fine Art de Londres por 230.000 dólares.

“Lying Figure” corresponde a los años en los que Francis Bacon domina la técnica del óleo y maneja los colores con gran maestría, rompe el caos de sus obras para centrarse en el objetivo, para lo cual utiliza extensos planos uniformes de color que darán fuerza a la figura. También hay que destacar que en los años 60, años en los que pintó “Lying Figure”, Francis Bacon se centra en el retrato, pinta la parte más oscura de las personas que le rodean, sus amigos son principalmente sus objetivos, en estos dramáticos, brutales y crueles retratos, utiliza como ya hemos señalado grandes fondos de color uniforme, rojos, verdes, azules, ocres… Por el contrario en los últimos años tras la muerte de su gran amor George Dyer, aparece con fuerza el color negro. Este color no le abandonará hasta el final de sus obras que con el paso del tiempo se conformarán más serenas fundamentalmente con la nueva y fiel amistad de John Edwards, heredero de las obras de Bacon.

El Museo Reina Sofía tiene obra de este periodo donde aparece John Edwards como en la obra “Estudio para retrato de John Edwards” de 1987, se trata de un aguafuerte sobre papel Arches de 89,6 x62,5 centímetros que entró a formar parte de las colecciones del Museo Reina Sofía gracias a una dación (pago de impuestos) en 1995. Esta obra fue valorada en 583.333 pesetas.

Son años en los que Bacon retrata a sus amigos, se autorretrata y pinta de una manera serena. Personajes que entran y salen o se instalan delante de una puerta negra y misteriosa como en “Wilson” de 1987, aguafuerte sobre papel Arches de 89,6 x62, 5 centímetros que también formaba parte de la dación de 1995, la obra fue valorada en 583.333 pesetas.

También sirvió para pagar impuestos por valor de 583.333 pesetas “Trotsky” de 1987, otro aguafuerte con las mismas características que el anterior. También el museo conserva “Figura sentada” un aguafuerte  sobre papel Arches de 101,5 x 53,6 centímetros, valorado en Hacienda en 1.050.000 pesetas. Unos años antes ; en 1984, el Estado adquirió la litografía offset “Cuatro figuras” realizada en papel de 160 x 110 centímetros por 1.050.000 pesetas.

María Jesús Burgueño

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