Los secretos del carro de Faetón
Andrés Merino
Cuando el 22 de mayo de 2004 los más de mil ochocientos invitados a la boda de los Príncipes de Asturias se adentraron en el interior del Palacio Real de Madrid y ocuparon los lugares que el protocolo les había destinado para el almuerzo de gala que se sirvió, comprobaron la magnificencia del despliegue de más de setenta tapices de la colección regia española. Las piezas ubicadas en los muros del Patio del Príncipe, habilitado como comedor principal, pertenecían principalmente a dos géneros: la Historia Sagrada y la mitología. Entre los dedicados al segundo destacaba la serie de seis paños flamencos del siglo XVI, que representaban la historia de Faetón, el hijo del dios Sol y la oceánide Clímene, que pidió permiso a su padre para conducir su peligroso carro, provocando catástrofes por su inexperiencia y sucumbiendo a los efectos de su grave error.
Es previsible que una mínima proporción de los invitados al enlace real conociera esa historia. Pero ellos y cualquier lector pueden informarse hoy de forma atractiva, desentrañando el poder simbólico de esas y otras piezas artísticas dedicadas a la mitología, gracias a la obra de Lucía Impelluso «Héroes y dioses de la Antigüedad», que Ediciones Electa ha incluido en su prestigiosa colección de Diccionarios del Arte. Como en los restantes volúmenes de la serie, el sentido práctico de los textos e ilustraciones ha sido el objetivo principal de un libro que podemos calificar como imprescindible para historiadores de la creación estética humana. Se nos ofrece un panorama exhaustivo del abundante conjunto de arquetipos de los vicios y virtudes que constituyeron las historias griegas y romanas, con una clasificación muy funcional de nombres, figuras, alegorías o metamorfosis que resumiríamos en los que parece una idea principal. Hablamos de la reivindicación del símbolo como riqueza, como culmen de la abstracción creativa.
Libros como «Héroes y dioses» permiten interpretar fielmente la intención no sólo de artistas del pasado, sino de imágenes bien actuales. Como acertadamente informó Patrimonio Nacional en su momento, la serie de la historia de Faetón formó parte, junto a otras, de la decoración nupcial de Carlos V e Isabel de Portugal en marzo de 1526, y lució también entre los tapices que ornaron el en gran parte desparecido Palacio del Buen Retiro. Un libro así nos permite incluso abrir debate sobre la presencia de esa historia de arrojo juvenil e imprudencia de inexperto auriga nada más y nada menos que en la boda del actual heredero del trono. Aunque algunos preferirán degustar la dulce leyenda de la metamorfosis de la madre y las hermanas de Faetón, que al llorar junto a su tumba fueron convertidas en álamos. Cicno, el mejor amigo del impulsivo joven, pasó a ser un cisne. Que historias así pasaran de la tradición mitológica oral a la representación pictórica, escultórica o textil supone hoy todo un regalo de excelencia estética. El libro que hoy comentamos es todo un banquete para los sentidos.
“Héroes y dioses de la Antigüedad”
Lucía Impelluo
Barcelona, Electa, 379 pág.
ISBN: 978-84-8156-338-2
Felicito al autor de la reseña de la obra: suscita el interés de los lectores para con la obra comentada, e incluso acerca la mitología al gran público, para que el arte pueda disfrutarse el arte con mayor conocimiento.
Coincido con el comentarista en su apreciación sobre la ignorancia generalizada sobre el carro de Faetón.
Y les felicito por su web.
Nada más que añadir al comentario de Mª José Albert sobre este artículo de Andrés Merino acercándonos
la Historia y el Arte y la Mitología.
Héroes y Dioses de la Antigüedad formará parte de mi modesta boblioteca desde ya.
Saludos. Gonzalo Cuesta.
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