ARCOmadrid un lugar de encuentro con el mercado del arte Indio
El mercado emergente con mayor fuerza del mundo
El auge extraordinario de India, enmarcado en el alza general del mercado asiático, es una de las tendencias más destacadas del panorama del arte emergente. La coyuntura económica de crecimiento del país, a nivel industrial y tecnológico, ha contribuido a que el mercado del arte también esté manteniendo una fuerte tendencia alcista en los últimos seis años. India cuenta con un mercado dinámico con fuerza y movilidad a raudales, con un coleccionismo local muy comprometido que apoya a los artistas nacionales y los promociona en el exterior.
En julio de 2008, el índice de valoración del mercado que elabora la consultora Artprice registraba en el segmento “Arte Indio Contemporáneo” un crecimiento total del +3.23% en los últimos diez años. En el mismo sentido, el arte indio ha ofrecido a los inversores un beneficio del 2000% en el último quinquenio, según datos de la consultora ‘The Arts Trust’, calculados a partir de la apreciación del valor de las obras de 50 artistas para dicho periodo.
Como baremo para medir este progreso, también es útil observar las ventas totales en las subastas de arte realizadas en India, que ascendieron desde apenas unos pocos millones de dólares en 2001, hasta superar la cifra de 140 millones de dólares en 2006. Y este valor sigue creciendo de tal manera que los expertos prevén que superará la barrera de los 300 millones de dólares en 2010.
Estos datos perfilan a India como el principal mercado emergente del momento. Las subastas del pasado febrero en Londres pusieron de manifiesto una ralentización del mercado chino, que también había crecido con muchísima fuerza en los últimos años. Sin embargo, en esas mismas sesiones, los artistas contemporáneos indios comenzaron a alcanzar en occidente las cotizaciones récord que ya estaban logrando en el mercado local.
Según los expertos, lo que marca la diferencia es que, mientras la mayor parte de los mercados emergentes están a merced del gusto de los coleccionistas occidentales, el mercado del arte indio tiene unas fuertes raíces locales. Para entender con propiedad este mercado naciente, es necesario mirar el contexto doméstico y aplicar una ‘lente’ nacional para poder apreciar lo que pasa ahora y lo que puede suceder en el futuro a nivel internacional.
En este contexto, hay que prestar atención a la forma en que las casas de subastas proliferan en India en los últimos meses. Junto con las más consolidadas que han abierto sedes o se han fundado en el país –Christie’s, Sotheby’s, Saffronart.com y Osian’s–, y otras casas más jóvenes como Bid & Hammar, Apparao, AstaGuru.com y Emami Chisel Art, está previsto que al menos cuatro empresas más de este sector inicien su actividad antes de que acabe 2008.
El mismo ritmo sigue el panorama galerístico. Históricamente el mercado secundario había estado dominado por tres galerías: Vadehra, Chemould y Pundole, presentes las dos primeras en ARCOmadrid. Pero en los últimos cinco años un gran número de salas han proliferado y están haciendo sentir su presencia tanto en el mercado local como en la escena internacional. Nuevas galerías como Chatterjee & Lal, Project 88 o Mirchandani & Steinruecke –todas ellas también participantes en el programa PANORAMA: INDIA– han asumido la representación de una nueva hornada de artistas que están deseando aportar una perspectiva abierta y global a la escena india contemporánea.
Esta proliferación va acompañada, además, de un interesante proceso de descentralización de la oferta galerística. Desde la independencia india, Nueva Delhi se había consolidado como un núcleo de ebullición cultural. Era el centro al que acudían artistas plásticos de distintas partes del país para formarse y dar a conocer su trabajo. Hoy por hoy, Nueva Delhi sigue manteniendo su fuerza y su atractivo, no sólo como punto de encuentro para los artistas y marchantes de arte, sino también para exposiciones clave.
Sin embargo, Mumbai es donde está teniendo lugar la mayor parte de la actividad del mercado del arte indio. Es la capital comercial del país, residencia de algunos de los mayores coleccionistas y, desde hace unos años, sede de importantes galerías y casas de subasta. Allí se perfila ya como nuevo barrio artístico, con más de 20 salas de exposición y tiendas de diseño el pintoresco distrito de Colaba, a donde recientemente se ha trasladado la prestigiosa galería Sakshi y en el que también tienen su sede otros proyectos galerísticos a los que conviene seguir la pista como The Guild.
Asimismo, el proceso de descentralización cuenta también con interesantes exponentes en ciudades periféricas como Bangalore, el tercer núcleo urbano más importante del país, o Cochin, capital comercial e industrial de la región de Kerala, de donde también viajarán galerías a ARCOmadrid.
La participación de estas salas en la feria madrileña es un paso más en la internacionalización que, paralela al crecimiento del sector, están viviendo las galerías indias. Su presencia en ferias internacionales se multiplica y cubre no sólo eventos asiáticos, como las ferias de Tokio, Beijing o Singapur, sino las principales muestras de Europa y Estados Unidos. Gracias a este proceso, se puede decir que, entre 2005 y 2008 el arte indio se ha integrado plenamente en la escena internacional.
Desde que, en el programa paralelo de la Bienal de Venecia de 2005, se llevó a cabo la primera exposición de arte contemporáneo indio celebrada en el exterior en más de dos décadas, los coleccionistas occidentales han vuelto su mirada hacia la creación del país asiático. Fue también en 2005 cuando una obra de arte indio, concretamente del pintor Tyeb Mehta, superó la meta psicológica del millón de dólares en subasta y el año en que la exposición “Edge of Desire: Recent Art in India” recorrió Australia, EE.UU. y México mostrando obra de más de 40 artistas indios contemporáneos de tres generaciones.
Pero el primer gran hito en las subastas internacionales se dio en 2006 cuando la sesión de Arte Moderno y Contemporáneo de India celebrada en Christie’s Nueva York recaudó un total de 17,8 millones de dólares. Fruto de todo ello, el arte indio está en el objetivo de los grandes coleccionistas internacionales.
Este movimiento nacional e internacional ha dado como fruto que, en 2008 un buen número de creadores de la India hayan batido sus propios récords en subasta y estén ascendiendo puestos en el ranking internacional de cotizaciones. Es el caso del pintor Francis Newton Souza (Saligaon, Goa, 1924-Mumbai, 2002), cuyo óleo sobre lienzo “Birth” fechado en 1955 se vendió en la sede londinense de Christie’s por 1,27 millones de libras (más de 1,6 millones de euros); la mayor cifra de adjudicación alcanzada por un artista indio en la historia.
También el pintor indio establecido en Francia Syed Haider Raza (Madhya Pradesh, 1922), batió su propio record días después en otra subasta celebrada en Christie’s con el acrílico “La Terre”, de 1973 que fue vendido por exactamente la misma cifra que el lienzo de Souza. Junto a ellos, Tyeb Mehta, Subodh Gupta, Atul Dodiya, T.V. Santosh y Raqib Shaw están ya entre los 100 artistas contemporáneos de mayor cotización.
Junto a ellos, los analistas también destacan a nombres como N.S. Harsha, Bharti Kher, Ravinder Reddy, Jitish Kallat y Rashid Rana que según el ranking de confianza que elabora la consultora ArtTactic son los artistas que ofrecen mayor garantía a los inversores. Este índice se elabora a través de más de 80 encuestas periódicas a comisarios, coleccionistas, marchantes, galeristas y casas de subastas que operan en el mercado indio.
Artistas con un discurso rupturista pero, al mismo tiempo, enraizado en la cultura local. Herederos de la colonia británica y de la tradición religiosa hinduista, pero hijos también de la globalización, de los iconos de Bollywood y de la Red de redes. Creadores que utilizan las nuevas tecnologías pero que, al mismo tiempo, se apasionan por la pintura y las posibilidades de las artes escultóricas.
Con una enorme vitalidad artística que nace de los cambios económicos y políticos extremos, de la penetrante influencia de los medios de comunicación y del diálogo entre las tradiciones milenarias y la globalización, India es ya un punto indispensable en el panorama de la plástica contemporánea internacional.