Weegee, el fotógrafo de la crisis americana, en la Fundación Telefónica

La Fundación Telefónica ofrece en su sede de Gran Vía 28, el mítico rascacielos madrileño  que trataba de emular a los neoyorkinos de principios de siglo, una retrospectiva de  Arthur Fellig, más conocido por su apodo, Weegee, uno de los fotógrafos más escandalosos del fotoperiodismo americano. Felling  fue un cazador de imágenes que trabajaba sin descanso y vivía en su coche, un Chevrolet conectado por una emisora de radio corta a la policía, cuyas  fotografías retrataban el ambiente convulso de Nueva York durante la Gran Depresión. Su obra en blanco y negro tiene dos puntos de referencia: la ciudad y la noche

Weegee, Inmigrante polaco, comenzó a trabajar para el New York Times y el Wide World Photos y pronto se cambió a Acme Newspictures, la agencia que proveía de imágenes a los principales periódicos de Nueva York. Weegee acudía para fotografiar la noticia incluso antes de que llegase la policía, eso le permitía plasmar los sucesos con toda su dureza, buscando siempre el impacto. Para ello usaba una sobredosis de flash que ilumina las caras de sus retratados sin impunidad alguna. Asesinos, cabareteras, delincuentes, victimas de incendios, personajes del circo o la alta sociedad en la ópera son algunos de los rostros que podemos ver en la exposición organizada por la Fundación Telefónica con 270 fotografías vintage pertenecientes a la colección privada del matrimonio suizo Michel y Michèle Auer. Las obras expuestas van desde mediados de los 30 a finales de los 40, época en la que Weegee, cansado de que no apareciese su firma en las fotos publicadas, se lanzó a trabajar como freelance para revistas como Live y Popular Photography.

Para obtener estas fotografías de Weegee, los Auer cedieron su casa a cambio. «Nos tachaban de locos por cambiar piedra por papel» dice Michel Auer. Pero el tiempo les dio la razón y no sólo con Weegee. Hoy día su colección es una de las más importantes del mundo. Hecha en base a un criterio que atiende más a la historia que al gusto estético de sus coleccionistas, se calcula que está integrada por unas 50.000 fotografías, 500 aparatos, 3.000 grabados y otros tantos carteles. El propio matrimonio reconoce no tener contabilizado el número de piezas y por tanto desconocer el valor exacto que tendría en el mercado.

En concreto, la exposición de Weegee está organizada temáticamente. Desnudos, el cine en la calle, en la ópera, policía y compañía o Harlem son algunos de los títulos que estructuran la muestra. Se pueden ver además dos de las cámaras que usaba el fotógrafo para captar sus instantáneas.

El fotoperiodismo no era la única aspiración de Weegee, existía una voluntad de comunicar más allá de la imagen en su obra, tal y como comprobamos al leer los títulos que ponía a sus fotografías. Éstos añaden una pieza clave de información a la obra y nos da una idea de la visión sarcástica y jocosa del artista. Michèle Auer, que lo conoció personalmente, lo define como “una persona que le gusta la gente que vive y tiene defectos, la gente que come, ríe, bebe y juega»

El éxito de Weegee consistía en mostrar escenas reales, a veces incluso demasiado reales, que no se veían en ningún otro lado. Esta actitud queda plenamente resumida en una frase del fotógrafo que es a su vez una declaración de intenciones y una definición exacta de dónde se encuentra su genio artístico: “Lo que es anormal para Usted… ¡es normal para mí!” ( What´s abnormal to you… is normal to me!).

Por su parte, la Fundación Telefónica sigue cumpliendo con el objetivo de dar a conocer la obra de grandes fotógrafos. En algunas de sus últimas exposiciones pudimos ver los trabajos de Horacio Coppola, Axel Hütte o Helena Almeida.

Sara García Fernández

Datos de interés:
Del 5 de marzo al 17 de mayo de 2009
Sala de exposiciones Fundación Telefónica
Gran Vía, 28. 3ª planta
Horario: De martes a domingo de 11 a 21 horas. Lunes cerrado.
Entrada libre