CaixaFórum presenta a partir del 11 de Marzo la primera exposición que se realiza en España de la obra de Maurice de Vlaminck, uno de los fauvistas más reconocidos, junto a Matisse y Derain. La exposición llamada “Maurice de Vlaminck, un instinto fauve” hace un recorrido por las pinturas del artista desde 1900 a 1915 que nos muestran tanto su espíritu fauve como la influencia de Cezanne que le llevará a coquetear con el cubismo.
Vlaminck fue el único fauvista que no vivió en el sur de Francia y esto queda patente en su uso del color. Fue pintor de caballete y al igual que los impresionistas pintaba al aire libre con el motivo de su obra delante. Los colores de su obra están influenciados por la luz del Sena, y no del Mediterráneo, como otros pintores de la época.
Su afición a dar largos paseos en bicicleta por las orillas del río cargado con sus utensilios de pintura le impidió utilizar los grandes formatos pero le permitió plasmar los reflejos del Sena como ningún otro. Vlaminck huía conscientemente del cubismo al que le reprochaba estar en el inicio de la destrucción de la pintura, aunque sí podemos apreciar en esta exposición muchas piezas con descomposiciones parciales de las figuras sin que lleguen a caer totalmente en la abstracción.
La obra de Vlaminck se encuentra presente en grandes colecciones y museos. Para esta exposición se han traído ochenta piezas que pertenecen a colecciones privadas y a 18 museos de 10 países y abarca desde los primeros cuadros que se conocen de 1900 hasta los de la Primera Guerra Mundial en la que Vlaminck fue destacado en un regimiento de reserva en una fábrica de armamento, hecho que provocó una disminución de su producción como artista.
Es precisamente entre estas fechas cuando Vlaminck vive el ambiente efervescente de las vanguardias. Además de su amistad con Derain, conocerá a Apollinaire y, a través de Vollard, su marchante y también el de Picasso, pudo contemplar “Las señoritas de Avignon” en 1907. Será entonces cuando se aleje de aquel color puro que antes plasmaba sin complejos en gran parte de sus pinturas. No obstante, Vlaminck nunca renunció del todo a aplicar tonos directamente del tubo al lienzo, al más puro estilo fauvista.
Ambrose Vollard fue su marchante y el que animó a Vlaminck a colaborar con el ceramista André Metthey, al igual que animó a Picasso a realizar aquello que hoy se conoce como la Suite Vollard y que podemos ver expuesta en la sala Recoletos de la Fundación Mapfre. De la colaboración con Metthey surgen 150 piezas, algunas de las cuales se han incluido muy acertadamente en la exposición. Vlaminck con su producción pretendía contribuir a una renovación del arte de la cerámica, dotándola de una naturaleza profunda. Se observa en las piezas la influencia que poseía el artista del arte primitivo y que le llevó a ser un gran coleccionista de tallas africanas y oceánicas, algunas de las cuales podemos ver también en la exposición. Fue, además, un prestador habitual en las exposiciones que por la época se organizaron y se calcula que llegó a poseer unas 400 obras.
La muestra, que ha sido expuesta en 2008 en París por sVo art, responsable de la gestión del Museé de Luxembourg, coincidiendo con el 50 aniversario de la muerte del pintor y que atrajo a un gran número de visitantes, estará en el Paseo del Prado, 36, sede de CaixaForum, hasta el 7 de junio, trasladándose más tarde a Barcelona.
La técnica depurada y la gran calidad de sus trabajos convierten a Vlaminck en uno de los exponentes principales del fauvismo y, por consiguiente, de las vanguardias. Sin duda, aprovechando la visita a las esculturas de August Rodin que ocupan el exterior del CaixaFórum, no estaría de más subir al tercer piso y contemplar la obra de aquel que compartió la misma época.
Sara García Fernández
Datos de interés:
Del 11 de marzo al 7 de junio en CaixaForum Madrid. (Entrada gratuita).
Imagenes cedidas por la CaixaForum Madrid para difusión de la exposición