Publicada por vez primera en 1980 en la revista Nueva Estafeta, la novela corta Glorioso triunfo del príncipe Arjuna tiene, según cuenta Francisco Ayala al final de “El exilio” -la segunda parte de sus memorias, Recuerdos y olvidos (1906-2006) (Alianza)-, una fuente de inspiración doble, literaria por una parte y vital por la otra, relacionadas ambas con su propia experiencia personal. La segunda de ellas se remonta a un largo “viaje hacia Oriente” que, aprovechando una licencia sabática de la Universidad de Puerto Rico, Ayala emprendió hacia finales del año 1956 y que, según refiere en sus memorias, le llevaría, “en procura de alejamiento y olvido”, hasta la India. La fuente primera -la literaria- es asimismo doble, indirecta en un caso, y en el otro, directa: ecos de “un trozo del Ramayana” que había leído “de chico”, así como de “libros de poesía y filosofía oriental” leídos ya “de mayor”, y luego, un encuentro con la otra gran epopeya en sánscrito, el Mahabharata, dentro del cual se encuentra el Bhagavad-Gita o “Canción de Dios”-una conversación en el campo de batalla entre Arjuna y su preceptor, Sri Kirshna-.
“Estoy convencido -reflexiona Ayala hacia 1980 en el antes referido capítulo final de ‘El exilio’- de que en una composición mía reciente titulada Glorioso triunfo del príncipe Arjuna operan de modo secreto quizá alguna miniatura persa, algunas pinturas indias, y desde luego la atmósfera respirada por mí en aquellas tierras, todo lo que, sin mediación de la mente, entra por los sentidos.
Glorioso triunfo del príncipe Arjuna supone la plenitud literaria de su autor y se puede considerar la clave de bóveda de su obra narrativa y aún del conjunto de su creación intelectual: bajo la forma de un diálogo -género empleado en aquel libro sagrado hindú así como también en otras importantes invenciones de Ayala- el príncipe Arjuna y Sendar, su preceptor, elucidan la naturaleza de la vida y reflexionan sobre el ejercicio del poder y la violencia con un lenguaje que se pliega a las necesidades de la narración, alternando imágenes poderosas en la descripción de las acciones con desnudez reflexiva en la meditación compartida de los personajes. Por eso se puede decir que constituye hasta cierto punto el último relato de Ayala, el que cierra todos los demás: cuando en 2001 el autor recogió en un volumen titulado “La niña de oro” y otros relatos (Alianza) sus narraciones escritas con posterioridad a los tres libros canónicos de su producción en ese género -Los usurpadores, La cabeza del cordero e Historia de macacos- el volumen concluía con Glorioso triunfo del príncipe Arjuna; también ocupa un lugar parecido en la importante colección de Relatos escogidos del autor publicada por Tusquets con ocasión de su centenario en 2006 bajo el título de De toda la vida.
Por todo ello se ha elegido este relato para la edición conmemorativa del CIII cumpleaños de su autor: para poner en los labios del lector la miel que le hará buscar las flores originarias. Con ella nos entrega Ayala, según lo había hecho años atrás la bella muchacha hindú, “la limosna equivalente al precio del regalo”.
Ficha técnica:
Edita: Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales
Colabora: Fundación Francisco Ayala
Tirada: 500 ejemplares de los cuáles los 103 primeros están numerados
ISBN: 978-84-96411-77-7
Ilustraciones: Juan Vida
Formato: 17,3 x 23,6 cm
Guardas: papel Pop Set negro de 240 g/m2
Páginas: 52, en papel estucado mate volumen de 170 g/m2
Impresión: Offset 5 tintas
Encuadernación: tapa dura forrada al cromo y plastificada mate
Tipografía: Bodoni Std Book
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