La Fundació Joan Miró presenta del 27 de marzo al 17 de mayo, Shuffle (remover), una instalación de Abigail Lazkoz dentro del ciclo Los veinticuatro escalones, comisariado por Jorge Díez. Un ciclo dedicado a la figura de Joan Miró con motivo del vigésimo quinto aniversario de su muerte, acaecida el 25 de diciembre de 1983 y a su papel referencial en el arte contemporáneo.
El Espai 13 de la fundación acoge, desde el pasado tres de octubre, un ciclo que ha presentado la obra de Juan López, Diana Larrea, Javier Arce. Tras Abigail Lazkoz, Raúl Belinchón cerrará este ciclo el próximo 19 de julio.
Abigail Lazkoz (Bilbao, 1972) trabaja habitualmente sobre las paredes del espacio expositivo, que cubre con dibujos murales que muestran escenas de la vida cotidiana. Son narraciones cercanas al universo del cómic, que retoman la idea de secuencia, y realizadas con una técnica que explora las posibilidades expresivas de la línea y la mancha negra sobre fondo blanco, de la combinación entre formas sutiles y composiciones barrocas que fluctúan entre el horror y el humor.
El título de la exposición, Shuffle, alude al hecho de que la artista ha revisado y removido sus cuadernos y dibujos preparatorios para ofrecer una selección de los mismos al espectador, que tiene así la posibilidad de repasar la trayectoria de Abigail Lazkoz. Se trata de dibujos de todos los tamaños, bocetos de obras que con frecuencia no llegan a materializarse, unas veces porque ya no parece relevante, otras, porque nuevos proyectos reclaman toda la atención y todo el tiempo disponible.
La idea de la instalación nace de una visita de Lazkoz al Archivo de la Fundació y de la contemplación de los cuadernos preparatorios de Joan Miró. Allí tuvo la oportunidad de descubrir numerosas afinidades con Miró, tales como el trabajo en series o la realización de esbozos preparatorios de las obras. Lazkoz, que actualmente prepara un libro recopilatorio de los últimos nueve años de trabajo, confiesa que esa coincidencia le ha ayudado a mirar su obra desde una nueva perspectiva y a revisar las cuentas pendientes y las ideas no concretadas, así como el propio proceso de creación.
Con Shuffle, Abigail Lazkoz invita al espectador a acercarse al trabajo previo del artista; a descubrir una labor que muchas veces no llega a ver la luz pero que, sin duda, es parte de su trayectoria y es definitoria de su trabajo.
