Rafael Zabaleta (Quesada, Jaén, 1907-1960), fue un artista clave en la segunda vanguardia española. Su obra se ha incluido en la corriente del realismo expresionista español, que llega a Zabaleta y cuenta con la influencia de Goya, Nonell y Gutierrez Solana.
Comisariada por José Ángel Marín, la muestra reúne más de treinta obras —procedentes de diversas colecciones públicas y privadas— de todas las etapas y estilos del pintor andaluz, ha aunado la relación entre tradición y modernidad que se dan en la obra de Rafael Zabaleta de forma única.
Las obras están agrupadas en función de los temas más recurrentes en su producción: el universo rural, los retratos, los bodegones y los paisajes. En estas obras es fácil adivinar los referentes del arte más inmediato que influyeron en Zabaleta como fue Cézanne, Van Gogh, Matisse y Picasso.
Pese a la evolución de Rafael Zabaleta y las diferentes etapas estilísticas que marcaron su trayectoria, la exposición se estructura en cinco secciones que agrupan las telas según los temas que fueron recurrentes en la obra del pintor: Espacio interior, Tipos humanos, Mujeres, Universo rural y Paisajes. La muestra se completa con un conjunto de dibujos poco conocidos de paisajes de Santander, donde Zabaleta impartió clases de arte en 1954.
El pintor andaluz se formó en los años treinta y fue después de la Guerra Civil cuando se intensificó su universo personal. Su primera etapa estilística comprende la década de los treinta y los primeros años de la década de los cuarenta. Es el periodo en el que mimetiza las influencias de vanguardia, de DeChirico, Braque, Gauguin, Breton o Picasso —a quien conoció en su primer viaje a París mientras buscaba referentes tanto técnicos como temáticos—, que se pueden observar en la rotundidad solitaria de sus agricultores o en la claridad cromática de sus nocturnos.
Una segunda etapa abarca los años más prolíficos y decisivos de la década de los cuarenta, años en los que define un estilo particular basado en un expresionismo de formas simplificadas y geométricas, colores apagados y sombríos, y tonos fríos y neutros. En cuanto a los temas que retrata, se interesa por las escenas rurales de su tierra natal, tanto por los paisajes como por sus habitantes.
Zabaleta gozó de reconocimiento en vida. Cuando murió, en 1960, una representación de su obra se exponía en la XXX Bienal de Venecia. Tras su muerte, su nombre permaneció en los círculos artísticos y, en la actualidad, sus lienzos cuelgan en museos de Nueva York, Tokio, Buenos Aires
Con esta muestra, la Obra Social ”la Caixa” incide en su voluntad de dar a conocer al gran público a aquellos artistas clave en las vanguardias artísticas del siglo XX. Amigo de Eugeni d’Ors, Zabaleta mantuvo una estrecha relación con la ciudad de Barcelona que el público que el público, que acuda a la muestra en esta ciudad, podrá descubrir además de la destaca figura de uno de los máximos exponentes de la pintura española de la posguerra.
Beatriz García Moreno
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