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La mejor lección visual de historia dinástica

Andrés Merino Thomas

Cuando hace unas semanas el Museo del Prado anunció la definitiva reorganización de su colección permanente en las salas del edificio Villanueva, comunicó el destino de la sala 39, conocida coloquialmente como “palacio”, pues en el origen histórico del edificio era la reservada al descanso de la Familia Real durante sus visitas a la pinacoteca. Dicha sala ha sido precisamente la primera en albergar obras del nuevo recorrido. Las seleccionadas son varios retratos de pintura francesa del siglo XVIII, centradas en los primeros Borbones españoles y dos monarcas franceses. El espacio fue simbólicamente inaugurado por los Reyes y el Presidente de la República Francesa y su esposa con motivo de su visita de Estado, el pasado 27 de abril. La fotografía de grupo se realizó ante el más conocido e importante de los lienzos, el impresionante retrato conjunto “La Familia de Felipe V”, de Louis-Michel van Loo, un cuadro concluido en 1743 que constituye la mejor lección visual de historia dinástica del siglo XVIII.


Cuando Jean Ranc falleció en julio de 1735, otro francés acudió a la Corte de Madrid como pintor de cámara. Van Loo recibió el encargo de realizar un gran retrato familiar en el que la segunda esposa del monarca, la reina consorte Isabel de Farnesio, no sólo sería la protagonista absoluta, sino que con toda seguridad marco directrices estéticas y compositivas dejando una huella indudable de su carácter dominante. La figura de la soberana, además de proporcionar el eje central del cuadro, aparece cómodamente sentada con un brazo apoyado junto a la propia corona, una postura verdaderamente insólita que revela el grado de poder que alcanzó en la segunda mitad del reinado de su esposo, que se sitúa a su derecha y mira hacia su lado, anciano, pero rejuvenecido por los benévolos pinceles de un artista que ocultó en parte su decrepitud. Aunque la mayoría de los Príncipes e Infantes retratados no residían en España en aquellos años, Van Loo empleó con gran fidelidad retratos enviados como regalo a sus padres. Su ubicación, vestuario e incluso postura es todo un tratado de psicología materno-dinástica digna del más minucioso estudio. Más allá del rey, el Príncipe de Asturias (futuro Fernando VI) en pié, como una concesión ineludible a su rango. Junto a él, su esposa, María Bárbara de Braganza, y la Princesa del Brasil, María Ana Victoria, casada desde 1729. Entre los Reyes, el Infante Don Luis. Y a partir de la Reina, de izquierda a derecha, los Duques de Parma, las Infantas María Teresa y María Antonia y, finalmente, los Reyes de Nápoles, María Amalia y Carlos, futuros sucesores en el trono de España.


Es precisamente ese lado izquierdo de Isabel de Farnesio sobre el que van Loo desplegó buena parte del peso de la composición. Si el Rey y el Príncipe de Asturias permanecen a la derecha, seis de los siete hijos de la soberana se concentran en el lado materno, en cuyo suelo juegan dos niñas con un can, simbolizando que sólo con ese segundo matrimonio ha logrado Felipe V hasta la fecha la ansiada sucesión que todo monarca desea para su trono. El futuro Carlos III, como Rey de Nápoles, a pesar de figurar en un extremo del lienzo, aparece claramente enaltecido sobre sus hermanos. El lado derecho de la composición luce también el lujoso cortinaje rojo, propio de las escenografías barrocas, que contiene también el pequeño grupo orquestal que ameniza el posado regio. Al fondo se abre un jardín en el que se distingue una fuente. Pero quizá la auténtica fuente de la que mana el poder y la magnificencia regia en la España de mediados del siglo XVIII está dentro. Sentada y cómodamente apoyada en un cojín de terciopelo carmesí en el que están bordados con hilo de oro castillos y leones. Y, por si apareciera la brisa de la tarde, es la misma matrona regia quien porta el manto forrado de armiño…


“La Familia de Felipe V” (1743)

Louis-Michel van Loo (1707-1771)

Óleo sobre lienzo (408 x 520 cm)

Museo Nacional del Prado

“Los primeros Borbones”. Nueva ubicación de los retratos de pintura francesa del siglo XVIII

Colección permanente del Museo Nacional del Prado. Madrid.

Edificio Villanueva. Planta primera. Sala 39.

4 COMENTARIOS

  1. La pinacoteca del Prado es una fuente potentísima de conocimiento de la historia de España, historia unida a su vez de forma inseparable a la historia de las diversas dinastías que hemos albergado.
    La nueva estructuración de la Sala es una buena oportunidad de disfrute que debemos aprovechar los interesados en nuestro patrimonio histórico y pictórico.
    Artículos como éste contribuyen a la difusión de estos eventos y renovaciones, y nos ayudan y orientan en nuestras visitas… no estaría mal dedicar futuros artículos a otros rincones del Museo.

  2. El comentario a este cuadro resulta verdaderamente original: el conocimiento de las joyas del Prado y de la propia Historia se reforzarían mucho si se dieran a conocer con aportaciones como las que realiza el autor.

  3. Está claro quién llevaba los pantalones en esa familia…

    Me ha encantado la descripción del cuadro. Me ha parecido muy didáctica pero también entretenida.

    Muchas gracias,

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