La selección de temas y lugares respondía fundamentalmente a razones pictóricas; sin embargo el pintor también tuvo otras motivaciones que quedarían reflejadas en sus estudios y que a su vez nos permiten entender su forma de representar las diferentes regiones de España. En el periodo en el que Sorolla realizó los estudios preparatorios estas motivaciones fueron, entre otras: el propio entorno de Sorolla, influenciado por significados intelectuales reformistas; el conocimiento real que va adquiriendo de España, a partir de sus viajes a los lugares más recónditos de nuestra geografía; o la intención del patrocinador al encargarle la obra. La exposición está articulada en torno a tres ejes: el pueblo, el paisaje y los monumentos. Sorolla elaboró a través de sus pinturas una imagen de España de fácil lectura para Estados Unidos; una imagen que se identifica con su manera de sentir y con las corrientes institucionistas del momento, con las que él se relacionaba y compartía ideario. De ahí que su concepción de España descansara en los elementos citados, pues éstos eran los depositarios y definitorios de las esencias que había que recuperar para modernizar la nación.
En 1911 el hispanista americano Archer Milton Huntington encarga a Joaquín Sorolla Bastida un programa decorativo destinado a la biblioteca de la Hispanic Society of America de Nueva York donde debía pintar “representaciones de la vida actual de España y Portugal”. El Museo Sorolla conserva buena parte de los estudios preparatorios realizados por el artista para abordar ese encargo. Una cuidada selección de treinta y tres estudios forma esta exposición, a través de los cuales se descubre la complejidad de un largo trabajo de siete años de duración. Para realizar el encargo, el pintor llevó a cabo una rigurosa y sistemática metodología de trabajo que le llevaría a recorrer la geografía española para crear directamente del natural. Comienza viajando a Oropesa, en marzo de 1912, donde estudió a las gentes de Lagartera para su primer panel, La fiesta del pan, dedicado a Castilla, y finalizaría en junio de 1919 concluyendo su último panel en Ayamonte, La pesca del atún.
Los estudios que Sorolla realizó de Castilla y Andalucía, y que posteriormente reflejaría en sus paneles correspondientes, muestran muy bien la idea que tanto el mecenas como el pintor tenían de España, así como la imagen que deseaban trasladar a los estadounidenses, una imagen intencionadamente ligada a la tradición. Los restantes estudios dedicados a Cataluña, Aragón, Navarra, Guipúzcoa, Galicia, Extremadura o a la región valenciana le permitieron trasladar a los paneles la diversidad de otras zonas de España menos conocidas en el exterior. Joaquín Sorolla elaboró pictóricamente una imagen que se identificaba con su manera de sentir y con las corrientes institucionistas del momento, con las que él se relacionaba y compartía ideario, considerando así que las señas de identidad de las esencias nacionales radicaban en el pueblo, el paisaje y el patrimonio monumental.
Por encargo expreso de Huntington muestra los tipos de cada zona con sus trajes tradicionales. Le deslumbran los de Lagartera, los del Roncal y los de Castilla, pero en especial el traje de Ansó, punto de partida para la recuperación de la indumentaria popular como una de las señas de identidad del pueblo. Al igual que hace en el resto de su pintura, comprobamos cómo Sorolla se decanta por la sencillez en los temas representados, y así se interesa por el campesino que delante de los molinos de viento evoca la figura del inmortal Sancho Panza.
El paisaje
La relación entre el paisaje y el hombre que lo habita es impulsada desde la Institución Libre de Enseñanza. Su fundador, Francisco Giner de los Ríos, considera al Guadarrama la columna vertebral de España siendo Toledo y Ávila dos ciudades emblemáticas, de ahí que el pintor construya una Castilla imaginaria combinando estos elementos. Por ello el medio físico, el territorio, es considerado otro de los elementos que definen las diferentes regiones de España, debiendo abordarse su estudio en contacto directo con la naturaleza. El paisaje se convierte en un protagonista más de los trabajos realizados para la Hispanic Society. Tanto en los estudios preparatorios como en los paneles definitivos constituye una parte sustancial del lienzo y tiene total autonomía. Gracias a los estudios preparatorios de los diversos paisajes, en los paneles el pintor resolvía primero la configuración del escenario natural y después situaba sobre él a sus personajes. Se detiene en representar el medio físico donde habitan las gentes buscando lo característico de cada zona y entendiéndolo como elemento definitorio del pueblo. Alcanza una importancia especial la figura del árbol presente unas veces en positivo, contribuyendo a organizar la composición, otras en negativo integrando al espectador en la obra a través de la sombra. Sorolla ofrece su propia percepción del alma española extraída de los paisajes, en especial los de una Castilla idealizada en la que destacan las llanuras donde vive y trabaja el campesino.
Los monumentos
En la España de aquellos años se crea un clima social y político que demanda atención hacia el patrimonio arquitectónico que es considerado una fuente de riqueza y un elemento identitario de primera magnitud. Por esta razón, los monumentos se consideran inseparables del medio en el que se levantan. Sorolla elige como tema de sus cuadros significativos exponentes del
patrimonio arquitectónico español. La catedral de Burgos o la de León aparecen en sus lienzos junto a monumentos como las murallas de Ávila, cuya silueta traslada del estudio preparatorio que presentamos, al gran panel de Castilla. Representa también diversos monumentos de Toledo y el castillo de la Mota en Valladolid. Un viejo torreón del Roncal en Navarra, seleccionado en el panel definitivo para arropar a los miembros del concejo de los siete pueblos del valle, le inspirará cuatro estudios lumínicos de gran fuerza. En definitiva, más allá del trabajo del pintor para la decoración de la biblioteca de la Hispanic Society, son muchos los ejemplos que ponen de manifiesto su interés por los monumentos, inspirándole numerosos lienzos otros relevantes conjuntos como los Reales Alcázares de Sevilla y la Alhambra de Granada.
«Estudios preparatorios para la Hispanic Society of America»
Del 12 de mayo al 13 de septiembre de 2009
Museo Sorolla
General Martínez Campos, 37 (Madrid)
Organizan: Ministerio de Cultura, Museo Sorolla y Fundación Museo Sorolla
Comisarios: María Luisa Menéndez Robles y David Ruiz López
Coordinadora: Arantxa Chamorro. S. G. Promoción de las Bellas Artes. Ministerio de Cultura
Diseño: Polosequeros arquitectos
Gráfica: Abril & Delacarrera
Montaje: Cubic
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