Se trata de una colección tremendamente peculiar, ya que Spierer no era un coleccionista al uso y se guiaba por criterios y referencias estéticas muy particulares. Sin importarle el renombre del autor o la importancia de la obra en el mercado, Spiere adquiría esculturas basándose principalmente en la verticalidad de la obra. Con este criterio y sin pretenderlo logró tener una colección de escultura moderna en la que están representados prácticamente todas las corrientes artísticas del siglo XX, desde el cubismo al surrealismo, el arte abstracto, el cinético o los nuevos realistas y sus artistas mas relevantes; Moore, Brancusi, Giacometti o Julio González. De este modo en su peculiar colección se retrata perfectamente la evolución de la escultura durante un periodo en el que este arte registró sus mayores cambios e innovaciones.
Spierer comenzó su andadura por el coleccionismo de arte adquiriendo obras pictóricas de renombrados artistas como Picasso, entre otros, pero al principio de los 80 y tras la muerte de su esposa decidió vender su colección de pintura y comenzar a adquirir esculturas atraído por los torsos, los totems y, principalmente, la verticalidad de las obras, de ahí la idea de “bosque de esculturas” ya que, sin haberlo pretendido y sin haber buscado ese efecto, al tener su colección en el salón de su casa, apreció que la verticalidad de todas sus piezas formaban un autentico bosque escultórico.
Precisamente esta obra de Warhol es la que abre la exposición, dando paso a un verdadero bosque escultórico formado por 39 piezas y distribuido en tres salas, en las que, además, podemos disfrutar de fotografías de la casa de Spierer donde apreciamos perfectamente de donde surgió la idea de su “Bosque” ya que en ellas vemos el salón de Spiere plagado de esculturas verticales que apenas dejan espacio al vacío.
La muestra nos da la oportunidad de contemplar obras distintas y peculiares, muchas de ellas desconocidas, incluso de nombres internacionales como Brancusi, Fontana, Giacometti y también una representación del arte español con las piezas de Julio González o de Baltasar Lobo. Además el recorrido histórico que nos presenta la colección es tremendamente completo, desde la obra más antigua, datada en 1927, “L’osiseau dans l’espace”, de Brancusi, hasta la más actual realizada en 2004 por el camerunés Laurent de Pury realizada en madera y asemejándose a un árbol para cerrar aún más si cabe el discurso expositivo de “bosque escultórico” que pretende dar la colección.
A la par de este recorrido histórico el resumen estilístico y material que propone la colección es brillante, pudiendo ver obras realizadas en madera, como la del alemán Gunter Hecker, creador del famoso “Grupo Cero”, esculturas basadas en el reciclaje como la del joven Harld Fernagu, o el famoso bronce pulido de la escultura de Hans Arp.
Marta de Orbe
Apertura al público: del 22 de mayo al 26 de julio de 2009
Fundación Canal
Mateo Inurria, 2 (junto a Plaza de Castilla)
El libro, editado por el Museo Reina Sofía, es el catálogo que acompañó a la…
«En el aire conmovido…» es una exposición concebida por el filósofo e historiador del arte,…
"Árboles" es un exquisito libro que, a modo de arboreto de papel, nos presenta una…
El Museo Nacional del Prado ha recibido en depósito dos lienzos cuatrocentistas dedicados a la…
Dos libros de bolsillo sobre Wassily Kandinsky "Los años de Múnich" y "Forma, composición y…
El artista Pedro Torres, nacido en Brasil (Gloria de Dourados, Mato Grosso, 1982) y afincado…