«Buenas prácticas» para el Museo Arqueológico Nacional

El director general de Bellas Artes y Bienes Culturales, José Jiménez, ha presentado junto a la directora del Museo Arqueológico Nacional, Rubí Sanz, las líneas maestras para la renovación de la institución museística que, a través de su replanteamiento integral, dará lugar al futuro Museo Nacional de Arqueología (MNA). Esta actuación, que se inspira en los principios generales del Ministerio en materia de cultura y museos, como el reconocimiento de la diversidad cultural y el fomento de la cooperación y la cohesión social, pretende revalorizar de este modo una de las instituciones más importante del Estado en lo relativo a la arqueología. Así, su nuevo nombre servirá para enfatizar la misión arqueológica del Museo, subsanando un error que llevaba a confundir la función del Museo con su denominación.

Referente internacional en arqueología
El futuro Museo Nacional de Arqueología (MNA) debe convertirse en el referente del resto de museos de arqueología, dentro de la Red de Museos de España, posicionándose como uno de los centros más destacados del Estado español en materia de Patrimonio Arqueológico. Para ello, el MNA del siglo XXI requiere necesariamente una redefinición de su misión, funciones, responsabilidades, singularidad, identidad y relaciones. Será la institución de referencia internacional en materia de arqueología, depositaria de las colecciones arqueológicas representativas de los distintos universos culturales de la Península Ibérica. Buscando la máxima excelencia en todas las piezas y elementos que configuran la colección del Museo, que será puesta en valor, en la exposición permanente se mostrarán las culturas representativas de la Península, desde la Prehistoria hasta el final de la Baja Edad Media y el reinado de los Reyes Católicos; igualmente, se mostrarán colecciones de otros pueblos mediterráneos y europeos relacionados con las primeras.

Al mismo tiempo, el museo debe ejemplificar la transferencia de los resultados de la investigación a la sociedad, desde una perspectiva contemporánea, integradora y crítica, así como facilitar a los distintos tipos de usuarios diferentes niveles de información, accesibles y de calidad; y unos servicios completos y modernos, acordes con la sociedad actual y propios de una institución de esta envergadura e importancia.  Esta voluntad de profundizar y perfeccionar la relación del museo con los ciudadanos debe entenderse por el carácter eminentemente democrático de las instituciones museísticas.

Nueva estructura
El cumplimiento de la nueva misión del museo exige una nueva estructura de gobierno (Patronato y Dirección) y de organización interna de personal. Esta nueva estructura debería perseguir los siguientes objetivos:

-desarrollar las distintas áreas funcionales favoreciendo la formación de equipos multidisciplinares
-equilibrar la representatividad de las áreas del museo, fomentando la colaboración y el diálogo entre ellas
-adecuar la actual plantilla de personal a las necesidades de dichas áreas
-potenciar la relación de la institución con la sociedad

El proceso de renovación integral del museo exige la inmediata creación de un nuevo Patronato. Esta medida es necesaria para la puesta en marcha de las acciones precisas para el cumplimiento de los objetivos fijados en materia institucional, de colecciones, de gobierno y estructura de personal, así como exposición permanente. También resulta necesaria la convocatoria del concurso para la plaza de Director del Museo y la publicación de un Real Decreto de reorganización interna que promueva el trabajo en equipo a partir de áreas funcionales interrelacionadas.

La nueva Dirección y el equipo directivo del museo, con el respaldo técnico-administrativo del Ministerio de Cultura, deberá establecer, sobre la base del Plan museológico en fase de elaboración por el museo, un nuevo Plan Estratégico que marque las directrices ejecutivas necesarias, los objetivos a perseguir y su priorización, así como el cronograma general de actuaciones. Las directrices de este plan de renovación surgieron a raíz de las “Jornadas Internacionales” celebradas en  el museo en septiembre de 2008 y en las que quedaron fijados tres criterios claves para la transformación de la institución en lo que Jiménez denomina “Un museo de arqueología para el siglo XXI”: En primer lugar se optó por una visión contingente de la historia, entendiéndola como un fenómeno sujeto a cambios y no lineal, por otra parte se abogó por una vinculación constante entre arqueología y antropología, con lo que se podrá elaborar un discurso expositivo más contextualizado y por último se planteó una visión crítica de la arqueología actual desde la propia institución

Como primera medida para abordar este cambio, después de la gran obra que se está realizando en el edificio con la que se dotara a la institución de 10.000 m2 para la exposición permanente y que se calcula terminará en diciembre de 2010, se ha optado por cambiar el nombre de Museo Arqueológico Nacional a Museo Nacional de Arqueología ya que, según Jiménez, el nombre llevaba a error puesto que el continente, entendido como el edificio, no es arqueológico si no que lo arqueológico es el contenido. Por lo que para solventar este problema semántico,se cambiará el nombre por el de Museo Nacional de Arqueología en cuanto se apruebe por real decreto en el próximo mes de Junio. Y también en junio se reformara el patronato del museo y se abrirá un concurso, restringido a funcionarios, para elegir al nuevo director que sustituya a Rubí Sanz, aunque la actual directora  ya ha señalado que no descarta el hecho de presentarse también al concurso.

En el plano puramente museológico, Jiménez comenta que “ el objetivo de este proyecto es redefinir la función del museo y sus metodologías de trabajo”. Dentro de esta redefinición el primer paso será reorganizar las colecciones, ya que el museo atesora más de 1 millón de piezas, gracias en gran parte a donaciones, y muchas de ellas deberían estar en otros museos como el de Arte Decorativas, el Museo del Traje o el próximo Museo Etnológico que se inaugurará en Teruel. Ante esta abigarrada mezcla de fondos, Jiménez señaló “La necesidad de “limpiar” la colección para crear un discurso expositivo coherente y mas comprensible para el visitante y así recuperar la visión de lo que es arqueológico realmente”.

El nuevo discurso expositivo recorrerá la historia de la Península Ibérica desde la prehistoria hasta los Reyes Católicos, dividiendo este amplio periodo en siete etapas: La Hominización, Pueblos de Iberia, Internacionalización del comercio (Fenicios, Púnicos y Griegos), Hispania Romana, Reinos Visigodos, la etapa de las tres culturas (Judía, Musulmana y Cristiana) y por último los Reyes Católicos y el contacto con América. Por tanto el nuevo MNA se centrará en estudiar las culturas que han tenido presencia en nuestro territorio, su lugar en la globalidad y sus redes culturales con otros territorios, con esta nueva disposición Jiménez señala que “Se conseguirá que sea el museo de referencia para los estudios de arqueología en España”,

Además, para conseguir que el nuevo museo sea un referente internacional de la arqueología el Ministerio de Cultura ha comenzado a realizar algunas iniciativas en pro de esta ciencia, como la estimulación de estudios arqueológicos en colaboración con el CESIC o la implantación de una red de Institutos de Arqueología en el exterior, de la cual ya hay sede en ciudades como Atenas, Hamman o el Cairo y que pronto dispondrá de otra más en el África occidental donde realizarán estudios de paleo-antropología y por supuesto intentaran trabajaran en sintonía con los museos arqueológicos autonómicos.

Esta enorme renovación pretende ser una realidad en 2011 y esperan que tenga 1 millón de visitantes al año, aunque como ha señalado Santiago Palomero, subdirector del Arqueológico “ El número de visitantes no es tan importante como el hecho de facilitar una visita educativa y didáctica a los ciudadanos”. El Ministerio de Cultura aspira, con este ambicioso proyecto, a convertir al nuevo Museo Nacional de Arqueología en un pilar fundamental dentro de la red de museos españoles y en una parada obligatoria dentro del “Paseo del Arte “ de la Castellana, junto al futuro Centro Nacional de las Artes Visuales y al Centro Nacional de la Moda.

Marta de Orbe