La Fundación Telefónica ha presentado, dentro del marco de PhotoEspaña 2009, la exposición “Fotografías pintadas” de Gerhard Richter, uno de los artistas vivos más influyentes del panorama artístico actual. Desde la aparición de la fotografía, el debate sobre su relación con el arte y su concepción como disciplina artística en si misma no ha cesado, y la pregunta de los teóricos ante esta nueva técnica era clara “La fotografía sería la muerte del arte, o el arte del futuro”. Fundación Telefónica y PhotoEspaña no han dejado de reflexionar sobre este dilema y por ello han elegido la obra fotográfica de Gerhard Richter en la que fotografía y pintura se combinan formando una simbiosis perfecta y un dialogo entre ambos géneros.
La exposición muestra más de 400 obras seleccionadas por el propio artista, todas ellas fotografías de pequeño formato sobre las que Richter interviene utilizando distintas técnicas de sobrepintado con óleo; a veces arrastra la fotografía sobre el óleo aún húmedo, con lo que consigue que se formen sobre la fotografía distintas capas de óleo con dibujos y curvas de diferente densidad y textura; en otras ocasiones arrastra una espátula llena de óleo sobre la fotografía; o bien salpica gotas de pintura sobre la imagen o directamente las sumerge en laca liquida, con lo que consigue resultados asombrosos, siempre diferentes y completamente aleatorios sin una premeditación previa del resultado final.
Las “fotografías pintadas” son una obra de arte en si mismas, a pesar de que las fotografías, antes de ser intervenidas por Richter, no son fotografías artísticas sino amateur, fotografías cotidianas de su vida, su casa, sus amigos, sus vacaciones, etc., como las que todos tenemos en nuestros álbumes familiares. De hecho tras las manchas de óleo podemos adivinar paisajes, miembros de la familia de Richter, viajes (como la preciosa serie de Florencia) incluso la lápida de la misma tumba de Richter, que el artista ya ha comprado y fotografiado.
Con este trabajo Richter define perfectamente su estilo artístico, situado entre el expresionismo abstracto más puro (claramente influenciado por Pollock) y el realismo socialista que le es tan familiar debido a los años que vivió en la Alemania del este. Al fin y al cabo la fotografía es realismo llevado al límite y sobre ella interviene de una manera completamente abstracta creando una conjunción perfecta entre realismo y abstracción en una misma obra.
Las 400 obras han sido elaboradas durante 20 años, desde 1989 momento en el que Richter comenzó a realizar sus “fotografías pintadas”. En un principio solo las regalaba a sus amigos, por ello la mayoría de ellas pertenecen a colecciones privadas y es la primera vez que ven la luz y seguramente la última que se puedan contemplar todas juntas. A pesar del origen, casi fortuito, de estas obras, las “fotografías pintadas” de Richter ocupan una posición fundamental en su producción artística, siendo la bisagra de unión entre sus obras figurativas y las mas abstractas
La exposición nos da una magnifica oportunidad de contemplar parte de la obra de Richter, cuya carrera ha estado caracterizada por una extensa y multidisciplinar producción artística que lo han convertido en uno de los artistas mas relevantes y cotizados del panorama contemporáneo.
Gerhard Richter
Gerhard Richter nació en Dresde (Alemania oriental) en 1932 y abandonó la escuela para emprender su carrera como pintor de publicidad y escenarios, antes de estudiar en la Academia de Arte de Dresde, donde preparó varios murales que fueron repintados por cuestiones ideológicas cuando escapó a la Alemania occidental.
Entre 1961 y 1964 descubrió el expresionismo abstracto y otras tendencias de vanguardia, además de mantener amistad con otros artistas de su generación como Signar Polke. Durante esta época se le clasificó como artista Pop ya que lideró una variante satírica de este estilo a la que llamaron “realismo capitalista”. En 1964 tuvo su primera exposición individual en Dusseldorf a la que siguieron otras en distintas ciudades alemanas como Munich o Berlín y ya a finales de la década exponía habitualmente en toda Europa y Estados Unidos.
En 2002 el MOMA inauguró su retrospectiva titulada “Gerard Richter: 40 años de pintura”, con más de 188 obras, convirtiéndose en la mayor exposición dedicada a un artista vivo que realizaba el museo americano. Pero además del MOMA Richter ha estado presente en los museos más importantes el mundo: Desde la Nacional Portrait Gallery de Londres, el Museo Nacional de China en Pekín, hasta el Guggenheim de Bilbao y Berlín y por supuesto a expuesto en las capitales más relevantes del mundo del arte contemporáneo como San Francisco, Chicago, Tokio, Bangkok, Viena o Venecia.
Marta de Orbe
“Fotografías pintadas”
Fundación Telefónica
Del 4 de junio al 30 de agosto.