El Centro Cultural Fontana d’Or de Girona dedica una exposición a Isidre Nonell (Barcelona, 1872-1911), uno de los artistas plásticos más importantes del siglo pasado y compañero generacional de artistas como Mir o Anglada Camarasa. La exposición que le dedica la Fontana d’Or muestra el interés del artista por la figura, elemento recurrente de Nonell, pese a que al comienzo de su carrera su pintura se centraba en interiores, patios o paisajes sin figuras, recuperando al final de su vida las naturalezas muertas.
Nonell fue un artista diferente. Durante años padeció la incomprensión de la crítica y el público. Su original dibujo, su forma de entender el color y su profundo conocimiento sobre éste le hicieron creador de un estilo a contracorriente de los cánones del momento. La época estaba dominada por los colores suaves y las atmósferas placenteras que compañeros como Mir o Anglada, citados anteriormente, reproducían en sus creaciones.
El reconocimiento de uno de los artistas más carismáticos de la Europa de finales del siglo XIX y principios del XX le llegó poco antes de morir. La muestra se estructura en tres ámbitos que corresponden a las etapas del artista, un modo de entender su evolución y trayectoria artística.
El primer ámbito abarca la última década del sigo XIX y refleja un Nonell receptivo a diversas influencias y centrado en la figura en el entorno rural, urbano y doméstico. Muy importante en su trayectoria es su participación entre 1894 y1896 del grupo de Safrà. Un grupo alejado del clasicismo que trabajará temas paisajísticos de estilo semi-impresionista con una paleta de tonos cálidos. Poco después marchará a Paris, donde admiró el trabajo de impresionistas, postimpresionistas y especialmente de Daumier, del que tomó el gusto por el dibujo y por los temas populares.
Una fecha crucial para entender su obra será la del verano de 1896, cuando inicia la seria de los cretinos de Boí. La serie anunciaba una nueva tendencia centrada en la representación de los colectivos sociales más marginados, ganando en fuerza expresiva e intencionalidad dramática.
Los años comprendidos entre1901 y 1906 corresponden al segundo ámbito de la muestra. En esta época el lenguaje de Nonell se vuelve más personal y se centrará en sus famosas gitanas. Sus representaciones de este colectivo renuncian a lo anecdótico o narrativo. Son figuras melancólicas, de una fuerte intensidad, inquietantes y de una fuerte intensidad cromática.
La figura continúa siendo el motivo pictórico principal en la obra de Nonell en el período 1907-1911, que corresponde al tercer y último ámbito de la exposición: El espacio de la feminidad y de la cotidianidad. Nonell no renunciará a las gitanas del todo, pero representará también mujeres de piel blanca, con colores alegres y luminosos.Descubrirá una sensualidad que parecía olvidada e iniciará una etapa vitalista que durará hasta el final de su vida.
Esta exposición se presenta como una de las mejores formas de conocer un artista como Nonell a través de un recorrido preciso por sus etapas gracias a las obras de un artista postmodernista que creó su propia forma de expresión al pintar temas ajenos a las modas.
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Centro Cultural Fontana D’Or
