Historia Militar de España (I). Prehistoria y Antigüedad

 

 

 

Cultura, guerra y sociedad

 

Andrés Merino Thomas

 

El pasado bélico de nuestro país ha proporcionado gran interés para la historiografía militar, propia y foránea. Ciertamente, nuestra relevancia internacional durante la Edad moderna, los conflictos políticos en la contemporánea, o la Guerra civil en el siglo XX han contribuido a que contemos con un excelente elenco de historiadores militares y de lo militar, y no pocas obras de temática castrense suelen ocupar buenos puestos en las listas de libros más vendidos. Martín Almagro Gorbea, de la Real Academia de la Historia, ha coordinado el primer tomo de la Historia Militar de España, dedicado al extenso periodo de la Prehistoria y Antigüedad y compuesto por casi treinta estudios monográficos en torno a distintos temas relacionados con nuestro más remoto pasado bélico.

 

Toda cultura se ha enfrentado con otra, sea por necesidad o por afirmación. Nadie puede negarlo: que la guerra es un fenómeno universal. Pero gracias a esa premisa, en principio no grata, puede llegarse a una de las tesis subyacentes del libro: una cultura como la romana, de tan vital repercusión en la configuración histórica de nuestra civilización, se asentó en la península. Fue debido a circunstancias bélicas. Este primer volumen de lo que promete ser una ambiciosa serie historiográfica, publicado por Ediciones del Laberinto y el Ministerio de Defensa, alberga numerosas consideraciones de tipo antropológico. Es el resultado de la labor de arqueólogos y especialistas. Permite afirmar con toda solidez la existencia de auténticas culturas guerreras, cuya importancia debe ser analizada en convivencia con el pacifismo imperante en la actualidad o los modernos criterios de defensa relacionados con misiones de paz que sin duda serán expuestos en el último de los tomos. Volver la vista atrás, con perspectiva amplia, permite comprobar la evolución desde la psicología, las costumbres… ¿cómo evoluciona la forma de un arma, de una fortificación?, ¿distinguía un pueblo primitivo un arma defensiva de una ofensiva?, ¿cómo nace el concepto de “guerrero”?, ¿en qué momento histórico podemos hablar de ejército?

 

Como gran obra que comienza su andadura, este primer volumen contiene aciertos y errores significativos que servirán para perfeccionar los siguientes. La reunión de ensayos de diversos autores habría requerido quizá un mayor esfuerzo de uniformidad en los criterios expositivos, pues varios de los especialistas han optado por metodologías absolutamente dispares al plantear sus tesis. En todo caso, debemos agradecer que en general no se haya optado por la mera referencia cronológica a acontecimientos bélicos, naturalmente necesaria en algunos casos, pero no como columna vertebral si pretende facilitarse una lectura ágil. La inclusión de un amplio anexo de ilustraciones y mapas de calidad encuentra lógica acogida. Esperamos con interés el próximo volumen, dedicado a la Edad Media.