Se ha presentado en el Palacio de los Águila de Ciudad Rodrigo, el proyecto del Centro Hispano Luso de Estudios de Patrimonio, un espacio de referencia para la protección, conservación, investigación y promoción del Patrimonio cultural español y portugués, basado en el intercambio de conocimientos y experiencias y en la construcción de proyectos comunes que pongan de manifiesto el significado de los vínculos históricos y culturales que unen a ambos países.
El Centro Hispano Luso de Estudios de Patrimonio -cuyo proyecto ha sido explicado por el director general de Bellas Artes y Bienes Culturales del Ministerio de Cultura, José Jiménez- se ubicará en el Palacio de los Águila, edificio histórico de gran valor patrimonial cuya restauración y rehabilitación fue llevada a cabo por el Ministerio de Cultura en 2002. El inmueble, titularidad de Caja Duero, es gestionado de forma conjunta por el Ministerio de Cultura y la Fundación Duques de Soria. Tiene un total de 4.165 m2 útiles repartidos en tres plantas. Actualmente cuenta con espacios acondicionados como Salas de exposiciones temporales, archivo, biblioteca, auditorio y oficinas.
El Centro estará regido por un Patronato que podrá contar con representantes estatales y de todas las Comunidades Autónomas limítrofes con Portugal; vocales del ámbito local, de las instituciones portuguesas dedicadas a la conservación y difusión del Patrimonio y de otros países vinculados históricamente con la Península Ibérica. También podrán formar parte del mismo personalidades nacionales e internacionales relevantes en el campo de los estudios del Patrimonio de la Península Ibérica.
Atención al patrimonio de las zonas fronterizas
El planteamiento del Centro así como su ubicación, están en consonancia con la voluntad expresada por el presidente del Gobierno en la última Cumbre hispano-lusa, celebrada en Zamora el pasado mes de enero, de potenciar la zona occidental de España dispensando una atención prioritaria a los territorios fronterizos con Portugal, y de avanzar en la red transfronteriza de centros entre ambas naciones, ya iniciada en otros ámbitos como el de la nanotecnología o las energías renovables.
El Centro prestará una especial atención al patrimonio de las zonas limítrofes a Portugal, donde más claramente se ponen de manifiesto esos vínculos y desarrollos comunes, por lo que es de gran importancia la colaboración estrecha con las Comunidades Autónomas fronterizas. Además, existe una clara vocación de sobrepasar el ámbito estrictamente ibérico y abrir las puertas del Centro a los países históricamente vinculados con España y Portugal.
Ambos países comparten una realidad geográfica que se manifiesta en más de 1.200 km de frontera común jalonada por algunos de los ríos más importantes de la Península Ibérica (Miño, Duero, Tajo y Guadiana). Han desarrollado, además, caminos similares en la navegación y exploración, fenómeno fundamental para el nacimiento de la historia moderna. Recuperar esa rica historia y, sobre todo, profundizar en su conocimiento e incentivar su difusión es una tarea esencial que debe asumirse por parte de las dos Naciones.