Una nación generosa
Andrés Merino Thomas
Las décadas de magisterio sereno de Luis Suárez han proporcionado decenas de estudios caracterizados por el rigor en sus análisis, así como una nota transversal de intensa coherencia interna en los contenidos, siempre puestos en relación a una sólida idea de conjunto sobre el concepto de Historia con mayúsculas. Uno de los pilares de su vocación medievalista fue su personal fascinación por los Reyes Católicos, que coronan los esfuerzos por unificar los reinos peninsulares y personifican la creación de una sólida estrategia europea. En esta línea hay que entender la aparición de su última obra, “Lo que el mundo le debe a España”, un sugerente ensayo en el que el numerario de la Real Academia de la Historia explica de forma sucinta, a partir de la idea de nación, que la nuestra ha contribuido de forma generosa a construir lo que hoy entendemos por Occidente.
El autor no comienza precisamente con circunloquios. “Europa es el resultado de las interrelaciones entre cinco ámbitos culturales que se expresan por medios de los grandes idiomas, español, francés, inglés, alemán e italiano (…) y que son independientes de las estructuras políticas, cambiantes en el tiempo”. La afirmación es todo un signo de honradez intelectual, pues si el libro se destina a destacar las aportaciones españolas no es para hacerlas competir con las de las restantes culturas que han convertido a Europa en referente de desarrollo espiritual y humano, sino precisamente como recuerdo orgulloso de una contribución valiosa, que se ofrece precisamente ahora, en tiempos de descuidado olvido del patrimonio que es nuestro pasado. Al leer una obra como esta, muchos lectores se sorprenderán. ¿Cuántos votantes británicos conocen que el origen de su Cámara de los Comunes está en las asambleas medievales de los reinos hispánicos, cuyo modelo aplicó en Inglaterra Simón de Monfort? ¿Conocen todos los matemáticos europeos que los “guarismos”, con su número cero, proceden del viaje que realizó a España Gerberto de Aurillac, que se dedicó a copiar en la península los textos de Al-Kwarizmi? Por encima de anécdotas o categorías, el legado histórico de nuestro país es de tal magnitud que, aunque Suárez haya optado por un ensayo deliberadamente breve, son tantos los caminos que abre para la reflexión que su obra constituye un gigantesco punto de partida para pensar con detenimiento en nuestra propia identidad como nación.
En no pocas ocasiones los conceptos o realidades se definen en oposición a sus contrarios o cercanos. Ciertamente, el pasado de España ha consistido en una sucesión de pugnas y acercamientos a sus vecinos. Incluso la gran aventura atlántica del Descubrimiento y los siglos de convivencia que siguieron. Luis Suárez ha unido con un notable sentido del equilibrio un largo elenco de acontecimientos, con un razonamiento psicológico de sus causas y efectos. Al describir ambos, en realidad ha destacado a la vez cómo lo que aparentemente podría tener origen de corrientes venidas de Europa u otros ámbitos, pasaba por el tamiz netamente español de una idiosincrasia sin igual que nos convierte –por qué no decirlo- en uno de los pueblos más singulares del mundo, produciéndose a continuación un acontecimiento, una corriente de pensamiento, una obra literaria, una incomprensión o un estallido social que volvía de nuevo a proyectarse hacia el exterior. No extraña, por tanto, que España sea por tanto uno de los países que mayor interés despierte en historiadores de todo el mundo. Que nos hallemos ante un libro de Luis Suárez genera interés suficiente. Que se haya decidido por un tema de este calado, nos hace pensar en nuestros universitarios, tan necesitados de formación en Humanidades. No sólo los de casa, sino, por ejemplo, los centenares de estudiantes extranjeros que acuden a nuestro país cada año para cursar parte de sus estudios superiores bajo el paraguas de programas como Erasmus. “Lo que el mundo le debe a España” es un libro idóneo para lectores de su perfil.
“Lo que el mundo le debe a España”
Luis Suárez Fernández
Barcelona, Ariel, 295 pág.
ISBN: 978-84-344-8808-3
No he leído el libro de Luis Suárez, aún.
Mas, el analísis y los comentarios vertidos en este artículo por Andrés Merino
demuestran que se trata de una gran obra.
Coincido en la necesidad de conocer y de actuar un tanto en consecuencia
con la Historia y con las necesidades de nuestro tiempo, con las verdaderas.
Gracias.
Gonzalo Cuesta.
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