La Sala Parpalló presenta hasta el 22 de noviembre el proyecto expositivo Observatorio, de los artistas Clara Boj y Diego Díaz, premiados con la Beca Alfons Roig 2007/2008. Un proyecto que se centra principalmente en la observación del espacio público y las diversas transformaciones (arquitectónicas, tecnológicas, funcionales, sociales,…) resultantes de la incorporación de las nuevas tecnologías al espacio de la cotidianeidad, a partir de lo cual generan instalaciones que combinan cualidades físicas y virtuales para intentar generar lazos de continuidad entre las viejas y las nuevas formas de relación social, entre los viejos y los nuevos espacios de comunicación
La irrupción en la comunicación a través del wifi ha modificado los medios de comunicación, la relación entre ellos y las vías de difusión de la información. Un medio que ha facilitado la creación de colectivos de usuarios de redes wifi con el propósito de crear estructuras de redes libres, de acceso gratuito y autogestionadas por los propios usuarios-ciudadanos. Distintas iniciativas sociales, fruto de este acceso libre a Internet, impulsaban de manera pública o privada la creación de redes wifi libres en las ciudades.
A partir de este suceso tecnológico con gran capacidad de incidencia social han surgido numerosos conflictos que enfrentan a las esferas de lo público, lo económico, lo social e incluso lo ético y jurídico. Es inevitable repensar el concepto de espacio público y dilucidar alternativas de gestión de los recursos que favorezcan el acceso libre y generalizado a la sociedad de la información.
Observatorio es un proyecto que pone de relieve la confluencia de todos estos aspectos en el desarrollo y la implantación de la tecnología wifi. Tomando Valencia como caso de estudio, presentamos un recorrido visual e informativo sobre el espectro de las redes inalámbricas de la ciudad.
Una experiencia desde la que aproximarse al nuevo paisaje y a las tensiones sociopolíticas y económicas que conlleva con observatorios desde diversos puntos de la ciudad. La exploración de la ciudad a través de los observatorios genera una nueva cartografía que confluye gráficamente en la sala de exposiciones.