Existen muchas formas de hacer el Camino de Santiago o al menos de visitar la ciudad y la catedral dedicada al apóstol patrono de España. A pie, a caballo, en bicicleta… o para los que no quieran o no puedan gastar energías en una larga travesía acercarse en coche. A la hora de escoger alojamiento para esta última etapa puede hacerse directamente en Santiago, pero hay otras opciones como hospedarse en alguna de las casas u hoteles rurales a escasos kilómetros de la capital.
Esta es nuestra propuesta de hoy, alojarse en un viejo molino con aires de Parador en donde disfrutarán de uno de los paisajes más genuinamente gallegos que puedan imaginarse, bien comunicado y a quince minutos de Santiago y a tres kilómetros del Camino, en donde sólo se oye el correr del agua y el canto de los pájaros, concretamente en O Muiño de Pena, en la localidad de A Ponte Puñide – O Pino.
Los primeros documentos conservados de este molino rehabilitado se remontan al año 1892. Por entonces el abuelo de la actual propietaria realizó una permuta con el señor Marqués de Montesacro -propietario del Pazo de Bermás y para el cual trabajaba como apoderado- y adquirió la vivienda que existía, y que se corresponde con la actual zona de comedor y salón. Es muy posible que dicha vivienda primitiva poseyera una antigüedad próxima a los trescientos años.
Hacia el año 1908 se realizó una importante reforma y ampliación que le proporcionó a la vivienda su aspecto actual y su característica división en tres cuerpos. O Muiño de Pena -o como se le conoce en los alrededores: A Maquía de Pena- era una auténtica industria, de facto la primera de la zona, dedicada a la molienda del grano y al aserrado de madera. Proporcionó durante muchos años un servicio indispensable a los vecinos de la comarca empleando como fuerza motriz el salto de agua del Río. En el año 1998 comenzaron los trabajos de rehabilitación de la vivienda, que se extendieron por un período de cuatro años. Finalmente en enero de 2003 O Muiño de Pena abrió de nuevo sus puertas al público.
O Muiño de Pena dispone de siete habitaciones para huéspedes. Están equipadas con baño, televisión y conexión a Internet. Cuatro de ellas disponen de cama de matrimonio y las tres restantes de dos camas individuales. Uno de los dormitorios está preparado para el alojamiento de personas con minusvalía, posee mayor amplitud y sus camas son ergonómicas con motor eléctrico.
De las habitaciones destacamos su esmerada decoración, sus delicados juegos de cama y las cortinas elaboradas y bordadas por la propia familia. En muchas se han instalado cabezales para las camas y apliques de sujeción de lámparas que han sido forjados de manera tradicional por un herrero, tío de la propietaria. Se ha empleado la misma técnica con la mayoría de los herrajes de puertas y ventanas de toda la vivienda. Cada habitación y cada baño tienen su propia personalidad pero la presencia de maderas nobles, hierro y piedra es denominador común en todas ellas. En todo momento se procuró crear un ambiente armónico y de confort que conjugase las comodidades y los estándares actuales con la voluntad de preservar la esencia de las construcciones tradicionales.
El museo
La casa ‘O Muiño de Pena’ alberga en su interior un cuidado museo etnográfico. El museo constituye la esencia misma de la casa puesto que recoge su pasado y le proporciona al mismo tiempo un carácter propio. Hoy en día se trata del primer y único museo del ayuntamiento de O Pino. Actualmente están recogidas algo más de ochenta piezas que representan los diferentes trabajos que se realizaron en la casa o en sus proximidades.
En la entrada encontramos los molinos. Unos de ellos se empleaba para moler maíz y el otro trigo (se ha eliminado la peneira, elemento encargado de separar la harina del salvado). En la restauración se ha optado por dejar visible las piedras de uno de ellos con objeto de que resulte más didáctico.
En el descanso previo a la bajada a la sierra, podemos apreciar diversos objetos: un conjunto de piedras encontradas durante la restauración, un molino de arroz vietnamita, las antiguas medidas de grano (ferrados), una balanza romana, … Puede también accionarse un rodicio de molino situado en el subsuelo, que está montado siguiendo las técnicas tradicionales.
Conforme bajamos podemos apreciar el eje que transmitía y repartía las fuerzas. Podemos resumir el funcionamiento del modo siguiente: una turbina movía -accionada por el salto de agua- un eje primario, que se encontraba situado en la posición que ocupa el rodicio móvil actualmente. Dicho eje era paralelo al principal y accionaba al eje secundario a través de una ancha correa. Gracias a este impulso se movía el eje secundario al cual estaban acopladas varias poleas. De estas poleas salían sus correspondientes correas hacia los distintos receptores: unas hacia los molinos y otras hacia la sierra y la cepilladora.
La sierra que se conserva en el museo estaba situada en el pasado junto a la cepilladora en un piso superior, en un local que servía también de carpintería. Se trata de la sierra original que se empleó en la industria y su antigüedad estimada es de ciento cuarenta años.
A la salida del pequeño meandro que realiza el Río se instaló en el pasado un batán o mazadoiro del lino. En recuerdo de aquella actividad se ha dispuesto alrededor de la sierra un conjunto de herramientas empleadas para la obtención de este tejido, la mayoría de ellas propiedad de la familia Pena. Por último, en una vitrina pegada a la pared, se recogen utensilios utilizados en la casa en el pasado en los trabajos de carpintería y forja.
Contacto
O Muino de Pena – TURISMO RURAL
A Ponte Puñide, 24, O PINO
SANTIAGO DE COMPOSTELA 15823 ESPAÑA
reservas@omuinodepena.com
981 81 44 04
981 81 44 03
606709286
Tarifas: http://www.omuinodepena.com
A 2 Km del Camino de Santiago y a 6 km del aeropuerto. Crta. Nacional 634 – (Santiago – Oviedo ) Km 702 GPS N42.94710º W 8,33875
Por lo mucho y bien que Andrés Merino publicita el Camino De Santiago tendrán que
nombrarlo Caballero de la Orden de Santiago.
Buen artículo, como siempre, con detalles históricos y graficos que agradecemos.
Saludos.
Gonzalo Cuesta.
Yo he tenido la suerte de alojarme en este establecimiento en mi última etapa del camino de Santiago, desde el cual me ofrecieron un transporte gratuito, y decir que además de la exquisita decoración y trabajo de restauración del lugar fue con mucho la mejor comida que deguste desde mis andares que comenzaron en tierras francesas, sitio ultrarecomendable!!!!
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