La Fundación Caja Madrid, en colaboración con el museo Thyssen-Bornemisza, ha presentado la muestra “Lagrimas de Eros”, una gran exposición dedicada a los tormentos de la pasión y al lado más oscuro del deseo. La exposición, comisariada por Guillermo Solana, ha tomado prestado el título del último libro del escritor Georges Bataille “Les larmes d’eros” el cual también ha inspirado algunas de las ideas sobre el erotismo que se tratan en la muestra como por ejemplo la dicotomía entre prohibición y trasgresión, la identificación de lo erótico con el sacrificio religioso o la intrínseca relación entre el Eros y el Tánatos como ejemplo de la sexualidad y la muerte respectivamente.
Ante la obvia complejidad de abordar un tema tan extensamente representado en la historia del arte como es el Eros, Guillermo Solana decidió articular el hilo conductor de la muestra en torno a la mitología tanto greco-latina como bíblica, dado que, aparte de ejemplificar de una manera fácilmente reconocible para el gran público la temática del Eros con sus distintos matices en cada uno de los mitos, estos ofrecen un lenguaje común entre artistas de distintas épocas.
De este modo, aunque la muestra se centra en el periodo que va desde el romanticismo hasta el simbolismo, puesto que fue en esta época cuando cundieron las versiones perversas de las figuras míticas, en ella se encuentran saltos al pasado con obras renacentistas y barrocas junto a incursiones en el arte del siglo XX, sobre todo en el surrealismo, lo que permite establecer un dialogo entre las obras de tan distintos periodos con la temática del Eros como punto de unión.
“Lagrimas de Eros” esta formada por más de 100 obras, entre pintura, escultura, fotografía y video, divididas en doce bloques temáticos correspondientes a los distintos episodios mitológicos donde Eros tiene un papel principal.
La primera parte de la muestra, situada en las salas del museo Thyssen, acoge siete de los doce capítulos que componen la exposición:
“Nacimiento de Venus”: La representación del nacimiento de Venus, nacida del semen de Urano al caer al mar, ha sido un tema recurrente en las obras artísticas desde el Renacimiento, tanto es así que para representar este nacimiento mítico, la muestra recoge pinturas académicas del XIX junto a obras contemporáneas como fotografías de Rineke Dijkstra.
“Eva y la serpiente”: A pesar de que la representación tradicional de este pasaje bíblico se caracterizaba por la presencia de ambos pecadores, Adán y Eva, desde la época moderna los artistas olvidaron la culpa masculina dejando de representar a Adán y centrándose en la complicidad entre la serpiente y Eva. Por ello este bloque recoge algunas de estas representaciones como “Encantadora de serpientes” de Henri Rousseau u obras de Gauguin o Toulusse-Lautrec que dialogan, entorno al tema de la mujer como paradigma único del pecado, con fotografías de Richard Avedon o James White.
“Esfinges y sirenas”: Ambas figuras mitológicas no podían faltar en una muestra dedicada al Eros ya que son la encarnación de los peligros de la seducción, una vez más femenina. De este modo en esta sala, las esfinges decimonónicas de Gustave Moreau o Elihu Vedder coexisten con las actuales de Mapplethorpe, Bourgeois o Marc Quinn. Y las ninfas o sirenas de Corot, Courbet, Burne-Jones y Franz von Stuck se enfrentan a una fotografía de Tom Hunte.
“San Antonio”: Las tentaciones de San Antonio, traducidas en unas perturbadoras visiones de inspiración diabólica, ha sido el tema escogido para representar al voyeur, con su extraña actitud activa e inactiva a la vez y plasmada en obras de Cezanne, Picasso o Saura.
“San Sebastián”: La imagen del joven santo atado al árbol y atravesado por las flechas de sus propios arqueros ha sido desde el renacimiento un tema recurrente en el que combinar la agonía y el éxtasis en un mismo momento y un mismo personaje. Este pasaje bíblico se ve representado en la muestra gracias a pinturas de Guido Reni, Ribera o Moreau, pero sin duda, no hay mejor representación del martirio de San Sebastián que la fantástica escultura de Bernini de la que los visitantes podrán disfrutar en esta sala.
“Andrómeda encadenada”: Como contrapunto femenino a San Sebastián, la exposición utiliza también este mito como representante de la esclavitud erótica, como se ve reflejado en algunas obras surrealistas de Dalí, Penrose o Bellver presentes en este bloque.
“El beso”: Por último el tema del beso no podía faltar como paradigma de la consumación amorosa, no obstante la muestra no solo se ha centrado en la representación romántica del beso sino en sus versiones más sórdidas, cercanas al canibalismo o la vampirización con obras de Munch, Frank von Sturck o Max Ernst entre otros.
Es con estos besos con los que se pone punto final a la primera parte de la muestra, la cual desvela los peligros mortales de la pasión erótica y da paso a la segunda parte, expuesta en la Sala de las Alhajas de Caja Madrid y centrada en la imagen erótica de la muerte tratada a través de distintos mitos en los que la agonía se asimila al éxtasis, y la muerte aparece tanto con sus gestos más macabros como con una imagen suavizada más cercana a un placentero sueño.
Por ello para este bloque se han seleccionado mitos como los de “Apolo y Jacinto”, representados por los neoclásicos franceses como Blondel o Dubufe o “El sueño de Endimión”, paradigma de la muerte como un sueño placentero y representado por obras de Rubens o Canova junto al video de Taylor-Wood en el que aparece David Beckham durmiendo o el manido tema de “Magdalena Penitente”.
A su vez el bloque dedicado a la “Muerte de Cleopatra” hace referencia a esa dicotomía entre agonía mortal y éxtasis sexual con obras de Gigoux, Makart o Moreau y da paso al último bloque de la muestra, “Cazadores de Cabeza”, en el que se reserva un espacio a las decapitaciones más míticas de la historia tomadas como una metáfora de la castración a manos de una “femme fatale”, así el visitante podrá apreciar obras de Guercino, Tiepolo o Cindy Sherman en las que se muestran las historia de Judith y Holofernes o Salome y el bautista.
Por tanto la exposición permite, a través de este original e interesante recorrido, identificar símbolos de Eros, como la espuma de mar, la serpiente, las ataduras y como no las lagrimas, que han sido repetidos constantemente en la representación de temas erótico-amorosos a lo largo de toda la historia del arte y que aun perduran en el lenguaje contemporáneo. Por ello la muestra es una gran ocasión para abordar el tema de la iconografía de Eros en profundidad y en cualquier caso es una excelente oportunidad para contemplar magníficas obras de arte de distintas épocas expuestas juntas por primera vez.
Marta de Orbe
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Datos de interés:
“Lagrimas de Eros”
Del 20 de octubre al 31 de enero
Entrada gratuita en la Fundación Caja Madrid
Casa de las Alhajas de Caja Madrid
Plaza de San Martín, 1 (28013 Madrid)
Horario: de martes a domingo de 10.00 a 20.00 horas
Entrada: 8 euros taquilla. 7 euros Internet.Museo Thyssen-Bornemizsa