Entrevista a Carlos Cid, videoartista con proyección internacional

El fotógrafo y video-artista Carlos Cid, recibió a RevistaDeArte.com en su estudio para hablar sobre su trayectoria, su obra y sus impresiones sobre las nuevas tecnologías en el arte. Sus videos y fotografías son fruto de la intuición, del instinto y de la libertad con la que el madrileño realiza sus obras y el resultado son trabajos con un interesantísimo lenguaje visual que han hecho de Carlos Cid uno de nuestros artistas más reconocidos.

P.- ¿Comó llegó a la conclusión de que entre todas las técnicas artísticas su modo de expresión iba a estar en la fotografía y en el video?

R.- La verdad es que no lo he elegido premeditadamente. De hecho yo comencé en la pintura y en la escultura pero me llevaban demasiado tiempo. ¡Las ideas que tenía eran inmediatas! Quería ver el resultado lo antes posible y no tenía paciencia, pero al descubrir la fotografía comprobé que me podía proporcionar la inmediatez que yo necesitaba, por eso empecé a trabajar con ella. El video fue también otra consecuencia del mismo proceso. Al ver que siempre trabajaba realizando series de fotografías, muchas de ellas con polaroid, me di cuenta que lo que hacia era contar “historias” con mis imágenes y el video, obviamente, me facilitaba plasmar esa consecución de fotografías con más claridad.

P.- ¿Qué ventajas ve en la fotografía y el video respecto a las artes tradicionales?

R.- No veo más ventajas en unas que otras. Sinceramente, soy un apasionado de la pintura, Millares, Rothko, Zobel son referentes indiscutibles para mi, pero en este momento no me veo trabajando la pintura.

P.- ¿Comó ha conseguido que algo tan objetivo y real como la fotografía pueda plasmarse, como en su caso, en fotografía abstracta?

R.- La abstracción de mis fotografías no es premeditada. Yo trabajo desde la intuición, hasta ahora no desarrollaba conceptualmente mis proyectos, aunque he de reconocer que cada vez mi intuición se fusiona más con mi reflexión; de hecho creo que mi intuición es producto de mi reflexión de forma subconscientemente.

P.- En su serie Kaizen. ¿Por qué decidió hacer fotografías más pictóricas?

R.- Ahora veo que son pictóricas pero la verdad es que no era mi intención, de hecho yo lo que quería era fotografiar bosques, esa era mi idea, en ningún momento busqué que el resultado quedase claramente abstracto o pictórico, simplemente plasmé los bosques como yo los veía. El resultado quizás fue el producto de mi caos personal que me hacía ver los bosques así, pero la verdad es que no planeo mis proyectos, son totalmente intuitivos…

P.- Entonces, sus videos y series fotográficas, ¿no tienen un hilo conductor predeterminado a partir del que comienza a trabajar?

R.- No, no los premedito son totalmente intuitivos, aunque es cierto que luego al verlos sí que se ve un hilo conductor más o menos claro pero será quizá fruto de mi subconsciente no de mi intención.

P.- ¿Pretende mandar un mensaje claro con sus obras?

R.- No pretendo mandar un mensaje concreto pero está claro que algún mensaje llega, aunque el espectador es totalmente libre de entender lo que quiera al ver mis obras. No obstante sí hay una intención, un deseo de que mi trabajo le sirva a alguien para pensar, reflexionar o simplemente disfrutar de él. Por ejemplo en mi serie Kaizen me encantó el hecho de que una misma fotografía pudiera provocar impresiones tan distintas, incluso contrarias en cada persona que las veía, pero al fin y al cabo sí provocaba sensaciones claramente.

P.- ¿Qué se plantea cada vez que empieza un nuevo proyecto?

R.- Fotografío por instinto, no me planteo nada, miro por el objetivo y disparo a lo que me llama la atención. Con los videos trabajo igual, no realizo un guión preestablecido, si lo hiciese no me divertiría porque lo que me gusta es buscar la sorpresa, el “qué va a pasar”, soy un artista completamente libre y no me gusta que nada esté dirigido de antemano.

P.- ¿Comó ha influido en su obra su paso por el mundo de la publicidad?

R.- Yo comencé trabajando en mi faceta artística hasta que 1995, a mi vuelta de New York, decidí dejarlo de lado y puesto que siempre me había interesado el diseño gráfico comencé en la publicidad. Por lo que creo que me ha influido más mi faceta artística en mis trabajos publicitarios que al revés.

P.- ¿Los videos se venden?

R.- Claro que se venden, de hecho estoy convencido que cada vez tendrán más peso en las colecciones tanto públicas como privadas. Aunque es verdad que por ahora va lento pero igual que cuando comenzó a introducirse la fotografía hace 20 años y ahora esta presente en toda clase de colecciones.

P.- ¿Cree que hay diferencia entre la aceptación del video como arte en España respecto a otros países?

R.- Por supuesto que estamos más atrasados que lugares como Londres o Nueva York donde ya desde los 70, tanto instituciones como colecciones privadas, se interesaban por el video, pero hay que reconocer que en nuestro país actualmente hay un gran interés por introducir el video-arte en las colecciones de instituciones y también de particulares.

P.- ¿Cómo cree que puede encajar un video en una colección particular, cómo puede permanecer expuesto como una pintura o una escultura?

R.- Hace un tiempo una coleccionista me pregunto exactamente lo mismo. Y la verdad es que yo no encuentro ningún problema en eso, igual que compras una peana para  exponer una escultura hoy en día puedes comprar una pantalla plana donde exponer el video.

P.- ¿En qué precios oscilan sus videos?

R.- Hay de todo, puedes adquirir un video monocanal desde 1.500 euros o una instalación, más compleja obviamente, desde 20.000 euros.

P.- Al tratarse de una técnica emergente, ¿cuales son los criterios de conservación para los videos? ¿Cómo cree que aguantarán el paso de los años?

R.- Es un tema que me preocupa mucho, de hecho en mi obra  cuido mucho este punto y creo que habrá que seguir pendiente de cómo envejece este material. Con las fotografías por el momento es suficiente con que no las de la luz y con unas condiciones adecuadas creo que aguantarán el paso del tiempo fácilmente. Respecto a los videos deberán ser guardados en discos duros o en algo similar y confío en que dentro de 200 años, cuando el DVD esté obsoleto, las instituciones culturales se encarguen de tener los medios necesarios para seguir reproduciéndolos.

P.- ¿Cuáles son sus próximos proyectos?

R.- Ahora mismo estoy trabajando en una serie de fotografías llamada “Liv” compuesta por imágenes de mares y espero que se  pueda ver en el próximo PhotoEspaña.

Marta de Orbe