La artista china Ma Zhao Wu (Pekín, 1978) instalará el próximo sábado en diferentes espacios de la ciudad de Cuenca ocho cometas serigrafiadas con simbología china como homenaje a su bisabuela, Shi Yan Wei, la cual pasó a principios del siglo XIX sus primeros años de vida en la capital conquense. Se trata de una iniciativa encuadrada en el apartado ‘Transversal’ de la segunda edición del Festival Internacional de Grabado Contemporáneo Ciudad de Cuenca (Ingráfica) que servirá como recuerdo de la fallecida a los 102 años de edad Shi Yan Wei y como acercamiento entre dos culturas en principio tan diferentes como la pekinesa y la conquense. El número de cometas que se instalarán, un total de ocho, simbolizan en la numerología china la buena fortuna y la energía positiva. Serán desplegadas desde puntos emblemáticos de la ciudad como la Plaza Mayor, el Auditorio, el puente de San Antón, el Hospital de Santiago o la Plaza de España.
Fue hace cuatro años cuando la artista Ma Zhao Wu heredó de su bisabuela una caja metálica llena de recuerdos, entre los que se encontraban dos fotografías que le llamaron especialmente su atención: un retrato fechado en 1902 de una mujer mayor de rasgos occidentales, y otra, de 1913, de una niña de entre tres y cuatro años con un extraño vestido blanco. Ma Zhao Wu inició entonces la búsqueda de sus raíces familiares, lo que la ha llevado a investigar el origen de las fotografías, aprendiendo español e investigando acerca de la ciudad española que acogió a su bisabuela en su infancia. Su árbol genealógico le condujo hasta Zhou Yan Wei, un empresario que se enriqueció transportando mercancías entre China y Europa cuando las tropas franco-británicas tomaron su ciudad, Tianjin, tras la segunda Guerra del Opio, en 1858. Al morir, su hijo Chen se hizo cargo del negocio familiar. En 1909 Chen contrajo matrimonio con la hija de un rico político y tuvo su primera hija, una niña a la que llaman Shi.
Pero la calma familiar se rompería cuando en 1911 se produce el Levantamiento de Wuchang, que desembocaría en la caída de la última dinastía imperial –la dinastía Qing– y el establecimiento de la República de China. Chen embarca a su mujer y su hija en un barco camino de Francia para alejarlas de China temporalmente. La madre de Shi, enferma, muere en alta mar y la niña, de tan sólo dos años, desembarca huérfana en la primera escala europea, A Coruña. Shi es entregada en adopción a una familia de Cuenca con la cual convive hasta los seis años, momento en que es localizada por su padre, Chen, quien solicita la extradición llevándosela de vuelta a China, cortando todo contacto entre la niña y su familia de acogida. De su estancia en España, Shi tan sólo conserva una fotografía de su madre adoptiva y otra de ella misma, tomada algunos meses antes de su regreso a China.
Ma Zhao Wu cuenta a sus 31 años con una interesante carrera –ha expuesto su obra en Art Beijing, Art Basel y Frieze Art Fair, y ha recibido galardones en la Egyptian International Print Triennial (El Cairo, Egipto) o la International Print Biennial de Guanlan (China)–, y por primera vez presentará un proyecto artístico en España bautizado como ‘En memoria de Shi’.