Hasta el 31 de enero
Recorrido didáctico a través de las colecciones de la BNE
Grandes páginas para una pequeña historia de la Astronomía. Aunque ha habido muchas formas y enfoques para escudriñar e interpretar los cielos, la que ha tenido más éxito –porque contesta bastante satisfactoriamente a nuestras preguntas– es la denominada astronomía occidental y su enfoque científico. El Museo de la Biblioteca Nacional muestra una selección de magníficos tratados de Astronomía desde el Almagesto de Ptolomeo hasta Galileo y Kepler, pasando por toda la producción árabe, presentados en copias manuscritas y primeras ediciones de la BNE. Cierra el itinerario una mirada a los tiempos más actuales con el recién inaugurado Gran Telescopio de Canarias.
Sala de las Musas del Museo de la Biblioteca Nacional. Horario: martes a sábados de 10 a 21 h; domingos y festivos de 10 a 14 h; lunes, cerrado. Último pase 30 minutos antes del cierre. Entrada gratuita. Visitas guiadas: todos los martes y jueves a las 17:30 y sábados a las 18 horas. Imprescindible inscripción telefónica (915 807 759).
Jueves y viernes, del 3 al 18 de diciembre, a las 18:30 h
Proyección del documental La evolución de la Astronomía a través de la Historia. Realizado por el Centro Astronómico de Ávila, con motivo del Año Internacional de la Astronomía, el documental muestra cómo ha ido evolucionando el conocimiento y las técnicas de estudio astronómicas, desde las primeras observaciones celestes realizadas por observadores chinos y babilonios hasta el desarrollo y planificación de la observación del Cosmos con instrumental altamente sofisticado, tanto desde la superficie de nuestro Planeta Azul como desde el exterior de su atmósfera. Duración aproximada de una hora.
Sala de Proyecciones del Museo de la Biblioteca Nacional. Imprescindible inscripción previa (915 807 759).
Martes 29 de diciembre, a las 12:00 h
Cuentacuentos Mitos y leyendas caídos del cielo. Basado en cuentos tradicionales, la actividad complementa el itinerario didáctico Grandes páginas para una pequeña historia de la Astronomía, con motivo del Año Internacional de esta disciplina. Recomendado para niños a partir de 5 años.
Sala Polivalente del Museo de la Biblioteca Nacional. Entrada libre. Aforo limitado. Inscripción previa (915 807 759).
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Cosas curiosas:
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GALILEI, GALILEO (1564-1642)
Istoria e dimostrazioni in torno alle macchie solari e loro accidenti [Texto impreso]
In Roma : Appresso Giacomo Mascardi, 1613
Galileo estaba fascinado con su telescopio. El mismo año en que descubrió las lunas de Júpiter (1610), apuntándolo hacia el Sol, comprobó que este presentaba unas manchas oscuras. Esto suponía una verdadera herejía, pues el Sol era un símbolo de Dios y, por tanto, debía ser perfecto e inmutable; jamás podría estar «manchado». Galileo, conocedor de lo controvertido de su hallazgo, quiso asegurarse de que las manchas no eran simplemente debidas al transito de algún planeta. De tanto observar el Sol quedó prácticamente ciego, pero demostró que era «imperfecto», porque tenía manchas y que, además, no era inmutable, pues las manchas cambiaban de forma y posición. El sabio italiano publicó sus hallazgos y sus maravillosos dibujos sobre las manchas solares en su libro Historia y demostraciones sobre las manchas solares y sus propiedades (1613). Su castigo por sostener esta evidencia fue tal que, prácticamente, ningún científico se atrevió a mirar al Sol hasta 1843, cuando Samuel Heinrich Schawabe anunció, tras estudiarlo detenidamente, que el número de manchas parecía crecer y menguar en un ciclo de diez años. Este último descubrimiento fue el comienzo del moderno estudio de la física solar, pero Galileo fue el brillante pionero.
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GALILEI, GALILEO (1564-1642)
Dialogo Doue nei congressi di quattro giornate si discorre sopra i due massimi sistemi del mondo Tolemaico e Copernicano [Texto impreso]
Fiorenza : Per Gio. Batista Landini, 1632
Puesto que El ensayador, donde Galileo exponía tímidamente el modelo heliocéntrico copernicano, había pasado la revisión de la Iglesia, Galileo escribió otro libro donde defendía su tesis de manera más clara: Diálogo sobre los dos máximos sistemas del mundo (1632). Conocido como Diálogo, es una de las obras más importantes del pensamiento universal. En él defiende (y demuestra) el modelo copernicano según el cual es la Tierra la que gira alrededor del Sol, y no al contrario. También afirma que el Sol tiene manchas oscuras que cambian con el tiempo, con lo cual no es ni perfecto ni inmutable como creían los teólogos. Sabedor de que iba a desatar las iras de la Iglesia, escribió la obra en forma de diálogo, un recurso griego que permitía enseñar teorías no convencionales sin que pareciera que el autor las aprobaba. El libro no solo es una joya del pensamiento científico sino también de la literatura. Los personajes no eran inventados, sino que podían deducirse fácilmente sus identidades. Por un lado está Salviati, que representa al propio Galileo exponiendo su teoría. En el otro extremo encontramos a Simplicio, con el que es fácil relacionar al papa Urbano VIII. En medio de ambos, incorpora un moderador, en teoría, neutral: Sagredo, a quien la hábil pluma de Galileo va decantando por los postulados de Salviati.
II/616
HEYDEN, JACOB VAN DER (1573-1645)
[Retrato de Galileo Galilei]
[Material gráfico] / Jac. Ab Heyden [sculpsit]
[S.l. : s.n., entre 1590 y 1645?]
Aguafuerte
GALILEO Galilei nació en Pisa en 1564. La familia tenía una buena posición social, con antepasados prestigiosos, y el padre, Vincenzo Galilei, fue un virtuoso intérprete y músico teórico. Los ingresos familiares eran, sin embargo, escasos; más aún tras la muerte de Vincenzo, cuando —a sus veintisiete años— Galileo tuvo que hacerse cargo de sus tres hermanos menores y de la deuda contraída para costear la generosa dote prometida a una de sus hermanas, motivo de denuncias y litigios con el cuñado. Por su parte, Galileo nunca se casó, pero tuvo tres hijos. A su complicada situación familiar se añadían las dificultades económicas propias de los docentes de la época, cuyas plazas dependían, además, del apoyo de benefactores y mecenas. Fue el primer científico en el sentido moderno, al sostener que la mejor aproximación a la verdad solo se obtiene con la experimentación y se revela en el lenguaje matemático. Por demostrarlo, la Inquisición lo encarceló de por vida en su domicilio de Florencia, donde murió en 1642 con casi 78 años.
Mr/21
Cielo. Hemisferio Sur. Constelaciones. 1793
Hemisferio Meridional [Material cartográfico]
/ Vicente López Enguidanos incidit .
[S.l. : s.n], 1793
En el año 1700 ya casi todos los astrónomos coincidían en que la Tierra rota sobre su propio eje y orbita alrededor del Sol. Sin embargo, nadie pudo detectar un cambio anual en la posición de las estrellas. El paralaje estelar se define como el cambio aparente en la posición de una estrella causado por el desplazamiento del globo de un extremo a otro de la órbita terrestre. Cuando regresamos a la posición inicial en la órbita desde donde observamos la estrella, ésta recupera su posición original. ¿Las estrellas y el Sol se moverían como la Tierra o estaban fijas? En 1700 los astrónomos intuían que debían moverse; es decir, que debía de haber cambios en el paralaje estelar, pero los telescopios no eran lo suficientemente sofisticados para detectarlo. Hubo que esperar a la mejora en la precisión de medida de los instrumentos de la Revolución industrial para detectar que, efectivamente, el Sol no es inmóvil, sino que se desplaza por la Vía Láctea y que el resto de las estrellas también lo hacen dentro de la galaxia.
Vitr/23/3
DANTE ALIGHIERI (1265-1321)
La Divina Commedia [Manuscrito]. Inc.: Nel meçço del camin di nostra vita (h. 2)… Exp.: La mor che muovel sole e lastre stelle (h. 87v), S. XIV
La astronomía aristotélico-ptolemaica fue usada por la Iglesia católica como una herramienta proselitista que proporcionaba una estructura geométrica y visual eficiente para explicar a sus fieles conceptos judeocristianos medievales muy abstractos. Situaba todo lo creado por Dios alrededor de una Tierra estacionaria ubicada en el centro absoluto. Un lugar desagradable, para Aristóteles; abandonado por la gracia de Dios, según los judeocristianos; y minúsculo para al-Fargani, tras sus cálculos. Esta representación visual fue tan potente y sugerente que incluso se utilizó en la literatura. Dante, en el siglo XIV, describe en su Divina comedia el centro de la Tierra como el punto más perverso y vil del universo al que se llega atravesando los nueve círculos infernales. El ascenso al trono de Dios se logra a través de las esferas celestiales (donde se ubican los planetas de Ptolomeo). El talento poético de Dante, junto con el interés de la Iglesia, elevaron este modelo astronómico a la categoría de nuevo dogma.
Piedra o máquina de imantar agujas
Fechable hacia principios del siglo XIX, este objeto de gabinete consiste en un imán del siglo XVIII, armado en una estructura de madera y latón, semejante a los que se llevaban en los barcos para imantar las agujas de las brújulas o a los que exhibían, como objeto de emulación entre ellos, príncipes y aristócratas. Procedente de la biblioteca particular de Manuel Godoy en el edificio que hoy ocupa el Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, ingresa en la Biblioteca Nacional a mediados del siglo XIX, junto con otros muebles y objetos de la misma procedencia.
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